Por un lado, el país fue seleccionado dentro del bloque latinoamericano para integrar el Consejo Ejecutivo de la institución y será una de las naciones encargadas de “coordinar las políticas globales del transporte aéreo durante los próximos tres años”. Por otro, la jurista uruguaya Roxana Corbran obtuvo un asiento como delegada observadora representante de organizaciones internacionales y encabezó la delegación de la Asociación Latinoamericana de Derecho Aeronáutico y Espacial (Alada), ámbito en el cual presentó un estudio sobre la facilitación del transporte aéreo para personas con discapacidad.
CRÓNICAS contactó a Corbran, catedrática de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Udelar), asesora honoraria de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) y miembro del Comité Asesor Internacional del Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Fuerza Aérea Argentina, además de ex precandidata presidencial por el Partido Nacional para las internas de 2024.
Explicó que la OACI “nuclea todo lo vinculado a la aviación civil internacional”, la integran 193 Estados y su consejo está compuesto por 36 miembros. Se reúne en varias sesiones por año y “es el responsable de adoptar las normas internacionales de aviación y supervisar todo el trabajo de la organización”.
Respecto a los Estados que lo conforman, dijo que “para la elección de los miembros del consejo los votos se dividen en tres: los de mayor importancia en el transporte aéreo, los que contribuyen a promover instalaciones y servicios para la navegación aérea y los que aseguran la representación geográfica”. En el último “grupo de rotación” junto a Chile y Paraguay aparece Uruguay, país que trabajará conjuntamente a Angola, Bélice, Cuba, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Malasia, Malí, Marruecos, Polonia, Qatar, Corea, Uganda y Emiratos Árabes, y ocupó una silla aun “con la pequeñísima aviación que tiene y la deuda gigante con promocionarla dentro del país”.
La aviación nacional
La experta subrayó que Uruguay necesita realizar muchas mejoras en el sector. En primer lugar, mencionó que el país requiere “potenciar las relaciones internacionales”, algo que “no es firmar acuerdos a lo loco con países con los que nunca vas a tener ni un vuelo”, sino “agilizar acuerdos y trámites”, además de tratar de que los convenios se suscriban en territorio nacional para “potenciar el turismo, potenciar al país, hacer que los demás vengan y evitar que nuestros países pierdan el tiempo y tiren la plata en grandes diligencias que van y vienen”.
Por otro lado, señaló que la aviación general “se mira poco y hay que facilitarla”, así como también hay “algunos proyectos interesantes”, entre los que enumeró las obras en el Aeropuerto de Carrasco para la instalación de un nuevo sistema de aterrizaje instrumental y “que los vuelos no tengan que desviarse si está nublado”.
Por último, la experta destacó “las distintas certificaciones para tratar de que vengan otras empresas y se puedan crear empresas nuestras, como ahora hay algunas en trámite”. Finalmente, precisó que “no muy a largo plazo” van a realizar “propuestas de mejoramiento y actualización de la normativa aeronáutica”, ámbito en el que desde Uruguay “fuimos precursores y pioneros en el mundo”.
Mejoras para el abordaje de la discapacidad
Según Cobran, al margen de la presentación en la OACI, el tema se planteó en su momento a través de un informe para el entonces presidente de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), el brigadier Gaetano Battagliese Palladino, que “realizaba un relevamiento de la temática” y buscaba “una concordancia entre las normas que no son específicas para el transporte aéreo, pero que también tienen que ver con la discapacidad”.
“Es importante ver cómo la aviación se ha venido preocupando por el acceso y la facilitación de las personas con discapacidad desde algunas partes de sus anexos: en el anexo 8 de la OACI, el convenio de Chicago o el Manual para el transporte aéreo de pasajeros con discapacidad de la CLAC”, resumió.
Agregó que la temática “es fundamental” porque la población con discapacidad es de “millones” y “tiene muchísimo interés en viajar”, por lo que “no solo tienen el derecho, sino que es un mercado muy importante”. “La aviación civil internacional debe apuntar a la movilidad y a la inclusión de las personas. La seguridad es esencial, pero también debemos garantizar que el transporte aéreo sea ágil, competitivo y accesible”, subrayó durante la sesión.