La empresa sostiene una identidad profundamente vinculada al desarrollo sostenible. “La historia de Salus va de la mano del desarrollo sostenible. Está en el ADN de la compañía trabajar por el medioambiente, por el cuidado social y por las comunidades”, expresó en diálogo con CRÓNICAS Laura Kotsachis, directora de Secretaría General de la empresa.
Reconocida como Marca País y Empresa B Certificada, Salus integra la sostenibilidad en su gestión diaria. Según Kotsachis, “la compañía históricamente ha tenido un triple propósito: trabajar para hidratar saludablemente a los uruguayos, cuidando el medio ambiente y con impacto en la comunidad”. Esa mirada, sostuvo, “implica un cambio cultural valioso de atravesar y que mira hacia adelante con optimismo”.
Para Kotsachis, el vínculo con la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) ocupa un lugar central. “Entiendo que somos socios fundadores de la Cámara de Industrias”, recordó, y subrayó que la institución cumple un rol clave en unificar tanto la problemática como las oportunidades del sector industrial.
“Me impactó muy positivamente que este año la Cámara haya decidido destacar no solo el impacto industrial, sino también el social y medioambiental de las compañías. Para mí es algo ejemplar, una muy buena práctica”, afirmó. En esa línea, consideró que el trabajo de la CIU “permite mostrar otra cara de la industria: la que genera impacto en la sociedad más allá de lo operativo o productivo”, señaló.
La directora enfatizó además la importancia de la CIU en la difusión de buenas prácticas empresariales y remarcó que “la CIU tiene un liderazgo que inspira. Celebrar sus 127 años es también celebrar su empuje y la forma en que impulsa a las empresas a pensar en clave de sostenibilidad”.
Además, relató que desde hace años, Salus desarrolla una serie de programas educativos y sociales orientados al cuidado del agua, la biodiversidad y la formación de jóvenes. Uno de ellos es el Aula de Naturaleza en la Reserva Natural Salus, que recibe a más de 7.500 niños al año. “Es muy importante para nosotros, porque buscamos que cada vez se llegue a más personas y se generen más contactos en temas de interés público”, destacó Kotsachis.
Otro de los proyectos es Escuelas Sostenibles, que Salus impulsa junto al Compromiso Empresarial por el Reciclaje (Cempre) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
El programa combina soluciones concretas de acceso al agua con talleres sobre economía circular. “Lo que hace Cempre es llevar todo ese concepto educativo a las escuelas rurales. Es un acompañamiento que le da profundidad al programa”, explicó. “Visitamos escuelas rurales muy chicas, con sólo dos o tres alumnos, y ahí se entiende el verdadero impacto: no se mide en cantidad, sino en lo que genera a nivel comunitario. Todos debemos tener las mismas oportunidades”, subrayó.
El compromiso social también se refleja en el Proyecto de Formación Dual junto a Ánima, que brinda a jóvenes la posibilidad de realizar prácticas laborales dentro de la empresa. “Desde que la persona entra, acompañamos todo su proceso; cómo se integra, qué desarrollo tiene y qué oportunidades obtiene”, relató.
Afirmó que, con más de tres años de implementación, los resultados son alentadores. “Los resultados son palpables, de impacto social. A veces el número es relativo cuando se habla de lo que le hace bien a una persona”, expresó.
“Capturar mejor el impacto en sostenibilidad y en estándares ASG –Ambientales, Sociales y de Gobernanza– requiere que la sostenibilidad sea un eje de toda la gestión. Yo creo que ese es un gran diferencial que nos gusta destacar de nuestra forma de trabajo,”, afirmó.
Con una visión de largo plazo, Kotsachis resumió el propósito de la compañía en una frase que la define: “La historia de Salus está profundamente entrelazada con la historia del desarrollo sostenible en Uruguay”, concluyó.