En el marco de su aniversario, la compañía presentó un estudio realizado por Id Retail que profundiza en la evolución de los hábitos vinculados a la alimentación, el cuidado de la ropa, la belleza y el cuidado personal. La investigación reconstruye cómo estas rutinas se transformaron sin perder continuidad emocional ni simbólica entre generaciones.
“En Unilever siempre estamos escuchando a quienes eligen nuestras marcas. Conocer sus hábitos y necesidades, comprender cómo evolucionan y anticipar lo que esperan de nosotros nos permite estar un paso adelante y ofrecer productos cada vez más innovadores y sustentables, capaces de responder verdaderamente a sus demandas”, señaló Fernando Barreto, country manager de Unilever en Uruguay.
El informe concluyó que la modernización del hogar no se vive como una ruptura, sino como una mejora en bienestar: del esfuerzo al confort, del mandato al disfrute. Las innovaciones de la compañía permiten reproducir prácticas tradicionales con menos dificultad, conservando confianza y familiaridad.
En belleza y cuidado personal, la campaña Belleza Real de Dove se consolidó como un valor cultural y no solo como un mensaje publicitario. El 68% de las personas la reconoce espontáneamente y la valida como auténtica. En este escenario, ocho de cada diez entrevistados perciben cambios positivos en la categoría, impulsados por una mayor libertad y énfasis en el autocuidado.
En el cuidado de la ropa la sensación también es de avance. Un 62% de los encuestados afirma que lavar la ropa mejoró gracias a productos más eficientes y procesos más simples, y más de la mitad destaca al detergente diluible como una innovación clave. En este recorrido, Nevex ocupa un lugar especial con su apoyo sostenido a la escuela pública con la entrega de túnicas y la realización de talleres educativos. El 86% de los encuestados manifestó conocer ese compromiso.
En alimentación, un 69% considera que cocinar y comer mejoró sin resignar sabor, apoyándose en productos prácticos y saludables. Soluciones como verduras congeladas o deshidratadas (47%) y alimentos veganos o vegetarianos (45%) ya forman parte de las rutinas. Para los consumidores, las marcas tradicionales siguen siendo sinónimo de confianza, evocando recuerdos comunes como el clásico tazón de caldo Knorr.