En el evento celebrado el 12 de noviembre en el Club de los Industriales, la Cámara contó con la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi; la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona y otras destacadas autoridades.
La industria que sostiene, transforma y aporta al país
García comenzó su oratoria destacando que en esta edición del Día de la Industria se buscó visibilizar las iniciativas de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social desarrolladas por empresas industriales socias CIU, las que se enmarcan en la campaña La industria es parte de tu vida: producción con responsabilidad social y ambiental.
Según explicó, “el solo hecho de tener una industria funcionando aporta al desarrollo económico, social y ambiental del país, pero muchas empresas van más allá: impulsan programas que transforman positivamente nuestra sociedad”.
Luego, repasó las principales acciones realizadas por la gremial industria durante el último año, e hizo foco en dos iniciativas que atienden a realidades industriales diversas: la Comunidad Industrial Mypes, destinada a escuchar y apoyar a las micro y pequeñas empresas del sector, y el Círculo Industrial, un espacio de referencia para grandes industrias.
Competitividad y energía
En tanto, habló acerca de temas que afectan al sector como: el déficit fiscal, los altos costos que enfrentan las industrias y, especialmente, el precio de la energía eléctrica. Recordó que Uruguay transformó de manera ejemplar su matriz energética, pero advirtió que “esa transformación no se tradujo en una reducción de tarifas para la industria”, lo que dificulta atraer y sostener inversiones intensivas en energía.
También señaló que el Plan de Acción para el Desarrollo Industrial, presentado por la institución en abril de 2024, mantiene plena vigencia y ofrece un conjunto de propuestas concretas para enfrentar estos desafíos.
Hacia un sector activo, fuerte y desarrollado
La reflexión central de su mensaje giró en torno a una pregunta: “¿Uruguay quiere realmente tener una industria nacional activa, fuerte y desarrollada?”. Plantearla, señaló, resulta necesario para abrir un diálogo amplio sobre las condiciones que permitan consolidar el papel de la industria en el país.
A partir de esa interrogante, enumeró diversas situaciones que generan desventajas para la producción local. Mencionó el impacto del contrabando en las zonas fronterizas, que no solo afecta al comercio, sino que “le quita ventas y formalidad a la industria uruguaya, la misma que abasteció al país durante la pandemia cuando no había importaciones”.
Por otra parte, alertó sobre el creciente volumen de compras al exterior a través de franquicias y plataformas digitales, que implican la salida mensual de millones de dólares y afectan a sectores como vestimenta y calzado. En la misma línea, cuestionó que las compras públicas no prioricen con mayor claridad a la producción nacional.
Asimismo dedicó un pasaje especial a los regímenes de inversión que permiten importar bienes fabricados en el país, lo que “desestimula la producción local y genera una competencia desigual”. También advirtió sobre la creciente concentración de compras en grandes superficies, donde se observa con frecuencia “góndolas repletas de productos importados y la desaparición de marcas uruguayas tradicionales”.
Finalmente, hizo referencia a la conflictividad laboral como un obstáculo persistente para el desarrollo: “Un país no puede desarrollarse si cada dos años se busca refundar las relaciones laborales. La industria no crece hace 15 años, tiene problemas de competitividad y además sufre inestabilidad laboral”.
Un contexto favorable
Pese a los desafíos, García remarcó que Uruguay conserva ventajas institucionales y reputacionales que deben ser aprovechadas con rapidez. “Uruguay sigue teniendo prestigio internacional, una estabilidad política, social y económica que muchos países envidian. Sumado a una inflación cada vez más controlada. Estamos a tiempo de aprovechar esas ventajas”, indicó.
A su vez, anunció la ejecución de un proyecto en conjunto con el Instituto Cuesta Duarte – PIT-CNT que cuenta con apoyo de Inefop, el que está orientado al fortalecimiento del sector industrial, el que subrayó como un hito.
Una responsabilidad compartida
Sobre el final, el presidente de la CIU sostuvo que todos los actores del país reconocen la importancia de la industria para el desarrollo sostenible. Sin embargo, insistió en que ese reconocimiento debe traducirse en decisiones y acciones concretas: “Como presidente de la CIU, asumo la responsabilidad de transmitir este mensaje a la sociedad, pero solo no puedo. Les pido a todos ustedes que también lo hagan. Que defiendan la industria, que cuenten su importancia, que sean parte de este esfuerzo colectivo”.
“Soy industrial y estoy orgulloso de serlo. Queremos ser parte de la transformación que Uruguay necesita”, concluyó.
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