¿Cómo evalúa el desempeño del BSE durante 2025?
Este año vamos a cerrar con un muy buen desempeño de la institución. Seguimos consolidando nuestro liderazgo en el mercado asegurador, a la vez de tener un superávit que nos permite girar a Rentas Generales, este mes, en el entorno de 75 millones de dólares. Probablemente cerremos con un resultado que supere los 150 millones de dólares, pero eso lo sabremos al cerrar el mismo. Somos una compañía de seguros que responde ante siniestros que son imprevisibles.
Al cierre de setiembre tenemos un superávit que supera los 100 millones de dólares, un patrimonio de 850 millones de dólares y activos por 11.700 millones. Esto nos coloca dentro de los principales inversores institucionales del Uruguay, así que no solo colaboramos con el desarrollo nacional girando utilidades, sino colocando nuestros activos en instrumentos financieros públicos y en proyectos de infraestructura que contribuyen al desarrollo del país.
Esto es posible por ser una empresa pública gestionada con profesionalismo y que apuesta a la excelencia. Lo público y lo estatal puede ser de calidad, el BSE es un buen ejemplo.
Pero, además, el BSE cumple un rol social muy relevante no solo por estas transferencias e inversiones, sino también por sus competencias en áreas centrales de la vida del país.
Cuando en el Uruguay se desmonopolizaron los seguros, se mantuvo el monopolio de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Ostentar un monopolio no lo consideramos un privilegio, sino una responsabilidad. Como señalamos anteriormente, esto implica desarrollar una gestión de excelencia.
El Hospital del BSE siempre tuvo una atención muy bien valorada por los usuarios, y además la misma ha sido corroborada por un organismo de acreditación de relieve internacional. Es así que a comienzos de este año y luego de un exhaustivo examen, fuimos nuevamente acreditados en tres áreas: tratamiento del dolor, internación y reinserción laboral; esto colocó al Hospital del BSE en un sitial de privilegio a nivel internacional. No tenemos nada que envidiarles a los mejores centros de rehabilitación de los países desarrollados.
Pero también conviene destacar que no solo trabajamos en la excelencia de la atención de los trabajadores accidentados, hemos puesto el foco en la prevención. Al comienzo del actual gobierno, en conjunto con el Ministerio de Trabajo firmamos el “Compromiso por la vida y la seguridad en el trabajo”. Preocupados por el crecimiento de los accidentes del trabajo en el país, nos hemos comprometido a desarrollar tres acciones ya iniciadas en el segundo semestre del año. La primera es una campaña de publicidad con foco en la prevención, con el objetivo de sensibilizar en la materia. La segunda, en la cual estamos trabajando y con importantes avances, es la creación de un observatorio de accidentes de trabajo. Estamos convencidos de que, para elaborar políticas efectivas en esta materia, las mismas deben estar basadas en evidencias. La tercera es la ampliación del hospital “de los trabajadores”, como nos gusta llamarlo, para seguir brindado un servicio de excelencia a los trabajadores de nuestro país.
El crecimiento de la institución se refleja en todas las áreas de negocio, pero el crecimiento principal del BSE en los últimos años se da de la mano del pago de las jubilaciones por el régimen AFAP. Si bien esta actividad no es monopólica, solo nosotros estamos pagando jubilaciones, por lo que tenemos la enorme responsabilidad de asegurar a los trabajadores de nuestro país la solvencia necesaria para pagar sus jubilaciones hacia el futuro, y para ello nos preparamos. En un proceso muy virtuoso, ya que buena parte de nuestros activos lo componen el ahorro de los trabajadores en las AFAP, que al momento de decidir jubilarse sus ahorros vienen a nuestra institución. Los mismos se invierten, entre otras cosas, en diversos proyectos de infraestructura, en definitiva, en el desarrollo del Uruguay. Nos hemos convertido en uno de los principales inversores institucionales del Estado, por lo que buena parte de las obras de infraestructura de la más diversa índole, indispensable para el desarrollo nacional, cuenta hoy con la participación del BSE.
¿Qué escenario proyecta para el mercado de seguros en 2026, considerando la dinámica de la economía local?
Para proyectar el mercado asegurador para el 2026 tenemos que considerar los tres grandes bloques que lo constituyen: los seguros previsionales, el seguro de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Previsionales y los ramos en competencia.
Los seguros de vida y ahorro vienen creciendo de manera sostenida desde el año pasado. Consideramos que se conjugan una serie de factores estructurales que nos hacen pensar que este negocio seguirá creciendo. Los cambios en las modalidades de empleo, el aumento de las expectativas de vida y la crisis de algunos de los subsistemas previsionales, determinan que nuestros productos comienzan a ser muy atractivos para un sector cada vez más relevante de trabajadores. Asimismo, la caída de algunas inversiones vinculadas al sector agropecuario hace que canalizar ahorros en este tipo de seguros sea algo seguro, pero también razonablemente rentable.
En cuanto a los seguros de accidentes de trabajo y enfermedades provisionales, no esperamos grandes cambios, es un seguro que básicamente acompaña, con las particularidades de cada sector de actividad, al mercado de trabajo y por ende a la economía.
Sin perjuicio de lo anterior, el segmento de seguros previsionales y, en particular, las Rentas Vitalicias Previsionales, están en proceso de maduración con crecimientos anuales importantes, a lo que estimamos una expansión de dicho segmento de un 10% en términos nominales aproximadamente.
En cuanto al mercado en competencia donde participan todas las aseguradoras privadas, encontramos un mercado hipercompetitivo en lo que refiere a seguros de vehículos. Más allá del precio que es sin duda un factor de gran relevancia al optar por una aseguradora, se valoran también los servicios complementarios que se ofrecen y la experiencia del cliente y del asesor. En estos aspectos el BSE busca permanentemente diferenciarse, incorporando coberturas adicionales que no afectan el deducible y mejorando los procesos de suscripción y de siniestros. En el 2026 seguiremos trabajando en este sentido, para mantener nuestro liderazgo con una participación de mercado del orden del 45%.
¿Cuáles son los retos y las fortalezas del mercado de seguros uruguayo inmerso en este mundo marcado por el avance tecnológico?
El impacto de la inteligencia artificial (IA) sin duda será enorme, como lo está siendo, y en todos los ámbitos de la vida. Recién estamos cobrando conciencia de la dimensión y por sobre todo de las consecuencias que puede llegar a tener la generalización y el perfeccionamiento de la IA.
La industria de seguros enfrenta un escenario tecnológico que combina oportunidades con exigencias importantes. La ciberseguridad se ha vuelto prioritaria en un contexto de ecosistemas más abiertos y con múltiples proveedores. Esto implica un reto permanente: mantener la protección y la resiliencia, reforzando capacidades técnicas, operativas y humanas de manera continua.
Avanzar hacia mayor agilidad y reducción de costos es prioritario y necesario, pero debe hacerse de forma gradual para no comprometer la continuidad operativa. El desafío está en equilibrar la renovación tecnológica con la estabilidad del negocio, evitando riesgos innecesarios.
Nosotros venimos incorporando IA en diversos procesos de automatización de varios servicios, colocando al cliente en el centro; facilitando procesos e incorporando aplicaciones que permitan a nuestros clientes seguir, por ejemplo, todo el proceso de un siniestro desde el reclamo hasta el pago del mismo.
La adopción de IA debe ser responsable. Los riesgos de sesgos, falta de transparencia y modelos complejos son reales y exigen controles y supervisión humana. Bien gestionada, la IA puede aportar eficiencia y personalización, pero requiere también una gobernanza sólida.
Igualmente, conviene señalar que si bien en el negocio de los seguros, las aplicaciones y las nuevas tecnologías vienen ampliando claramente su presencia, el 70% de las ventas se siguen realizando a través de corredores y agencias.
El BSE fue creado en 1911 y desde esa fecha es un actor, junto al resto de las empresas públicas, ineludible del desarrollo nacional.
Nuestra democracia, la calidad de nuestro sistema de convivencia, siempre elogiado y tomado como ejemplo a nivel internacional, en buena medida se explica por la fortaleza de nuestro ecosistema público, del cual nos sentimos orgullosamente parte.