Da Silva: “Romper con el Mercosur no sería ninguna catástrofe, todo lo contrario”

EN PANINI’S

Sebastián da Silva, senador del Partido Nacional


En momentos en que Uruguay busca mejorar su inserción internacional e intenta impulsar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, el senador oficialista afirmó que el país, “que es ejemplo a nivel mundial, no puede esperar por Brasil y por Argentina”, y le restó importancia a una eventual ruptura del Mercosur. Por otra parte, se refirió a los desafíos que implica para el Partido Nacional encontrar un candidato que represente una agenda “superadora” y criticó fervientemente el rol que ha tenido el Frente Amplio (FA) como opositor al gobierno.


El menú En la cava de Panini’s, el legislador degustó crocantes de provolone, con mermelada de tomate y peperoncino, y de segundo plato eligió croquetas de jamón crudo, queso parmesano, acompañado de alioli. Para beber optó por agua mineral. De postre, prefirió tiramisú y café.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-En un acto reciente del FA, el senador Mario Bergara señaló que hay “corrupción” en este gobierno y dijo que gobierna para los malla oro y que desprecia en gran parte al resto de la sociedad. ¿Cómo tomó esas declaraciones?

-Es la confirmación de que el FA está cada día más angosto. Bergara está teniendo una simbiosis hasta física con Charles Carrera, tiene el mismo aspecto físico, el mismo discurso, cuando antes el FA era mucho más abarcativo. Es un atrevimiento decir que este gobierno es corrupto. Bergara se tiene que lavar mucho la boca para hablar de corrupción, cuando procesaron un ministro de Economía del mismo equipo económico que él integraba. Esto habla de lo que tememos que va a ser este año: van a pretender ir a un choque de trenes. Es lamentable, porque en el país real, fuera del Twitter, del Parlamento, tenemos problemas y desafíos y grandes logros.

-¿Por ejemplo?

-Somos de los países en el mundo que más ha crecido. En un contexto inflacionario como tuvimos, hubo un crecimiento por un marco de confianza que hace que estén pasando muchas cosas, y ellos le tienen miedo a eso, a la liquidez que está teniendo la Impositiva en estos primeros 15 días. Estamos teniendo una temporada exuberante y vamos a tener una tranquilidad financiera mucho mejor que las anteriores. Entonces, les queda la descalificación, el agravio, y después en el Parlamento piden diálogo.

Y nosotros tenemos que contrarrestar eso, pero a su vez tenemos que hablarle al Uruguay de verdad, ese que hoy está contento por la temporada turística y escucha el destemple de Fernando Pereira criticándola, o el que está angustiado por la sequía y ve que para el FA no existe. Nos toca hacer, defender y tomar las cosas como de quien viene. Bergara está cada día más parecido a Charles Carrera física y verbalmente.

-¿Por qué le da una connotación negativa?

-Porque Charles Carrera es todo lo que está mal. Es alguien que hizo un abuso de poder siendo jerarca y es un atrevido para con familias vulnerables que dice defender. Las grabaciones son elocuentes. Alguien que habla con ese nivel de desprecio a una familia que ha padecido esa desgracia, para mí lo descalifica.

-Usted ha sido muy crítico de la oposición, pero, ¿no es esperable que cumpla justamente ese rol?

-Sí, es esperable en la medida que reconozca algo. Uruguay hoy es ejemplo en el mundo, entonces, no puede ser que la oposición no nos reconozca una. Al comienzo de la pandemia pedía el aislamiento obligatorio, después vino el tema de las vacunas, los CTI, y no han acertado un solo número de los pronósticos económicos. A todas las catástrofes frenteamplistas les ha ganado la realidad del país, y siguen en la misma. Entonces, proponé algo y podemos discutir, pero Fernando Pereira lo único que hace es alentar a las reacciones, y si no lo hacemos, todos los días instalan situaciones que le hacen mal al Uruguay y que aparte no son ciertas. El país está de pie, creciendo, generando riqueza. Los problemas del Uruguay están en la herencia frenteamplista después de 15 años de bonanza, que es una pobreza endémica.

-Pero en esta gestión la economía creció y sin embargo no ha bajado la pobreza.

-Naturalmente, pero hubo un dinosaurio con cuatro patas enorme que se llamó pandemia. El nivel de focalización del gasto público hacia los sectores más vulnerables es digno de admiración. En este país hay cientos de miles de hogares que pagan 300 pesos de luz por mes. A los sectores populares o más humildes el FA con un mundo de plata y sin pandemia nunca les hizo el hospital del Cerro que nosotros vamos a hacer, ni saneamiento para los barrios más alejados del país. Hay una pobreza estructural, pero yo quiero saber qué van a decir cuando a mediados del año que viene el tema de la pérdida salarial deje de ser un panfleto, porque de la generación de puestos de trabajo no pueden decir más nada, estamos con más empleo que en 2019 y en un semestre el poder adquisitivo de los uruguayos va a aumentar. Entonces, se hablan a sí mismos, se convencen, salen agresivos a dar una pelea, cuando hay otros problemas.

-¿Qué problemas no se han podido resolver?

-La competitividad es un problema que no hemos podido resolver.

-¿Cuáles son los escollos?

-La coyuntura internacional o ser esclavo de nuestro éxito, tener un ingreso de inversiones y de exportaciones tan enorme que hace que el tipo de cambio no esté competitivo. ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Ser neutros, como no ha sido este año el Banco Central (BCU), y cerrar esas perillas de tasas de interés y que haya un mercado realmente libre.

-¿Está equivocada la política del BCU?

-Desde el punto de vista de la competitividad, sí, desde el punto de vista del dominio de la inflación, no, porque cerramos el año bien en ese sentido. En 2023 el equipo tiene que empezar a mostrar esos logros sin culpas y sin miedo al escarnio de las redes sociales. Esa cultura de la cancelación muchas veces hace que un dirigente político prefiera no ingresar ahí, no contrarrestar una opinión, no hacerle una parada de carro a algún atrevido. Hay que salir a hablar con la población de estas cosas. Hay que dejar que el gobierno siga gestionando, consolidando la llegada de las inversiones. El después de Luis es algo que a mí me preocupa.

-¿En qué sentido?

-Hacia las elecciones. Luis nos enseñó que se puede ir por la positiva, él tiene una presidencia muy presente en todos los detalles. No está Larrañaga y el después de Luis tiene que ser algo con una agenda superadora de todo lo bueno, y eso no es fácil. Tiene que haber aspectos más generacionales que ideológicos. Hay un desafío generacional que a mí me gustaría ser de los que lo encabece.

-¿Ve algunos nombres posibles?

-Hay algunos nombres y también tenemos que hacer lo mismo que hizo Luis, traer gente nueva. En el Ministerio de Economía tenemos a los tres “medalla de oro” de su generación, Marcela Bensión, Azucena Arbeleche y Juan Dubra. Para el lado no izquierdo de la ciencia económica eran los mejores, y ahí están, dando una mano, entonces, hay otros que tenemos que acercar. La gestión de gobierno te acerca y esa es una de las tareas que tienen que hacer: no repetir los nombres, ser superadores. Es difícil porque Luis dejó la vara enormemente alta. Surfista de pelo lacio que sea presidente de la República hay solo uno, entonces, esos desafíos los tenemos que hablar, capaz que sin tanta ansiedad electoral.

-¿Cómo ve los nombres que suenan hoy?

-Todos tienen sus pros y sus contras.

-¿Complica que haya un ala wilsonista un poco desdibujada tras la muerte de Larrañaga?

-Complica, sí, porque Larrañaga era el Mujica de Tabaré Vázquez, pero hay que hacer las transiciones como en la concertación chilena, que fue muy exitosa hasta que vino Piñera. Eso es lo más adaptable. Michelle Bachelet surgió de ese proceso, no sé si tendremos el tiempo como para hacerlo. El lado oscuro es si vuelve el FA.

-¿Por qué?

-Porque este FA es infinitamente peor al anterior. Hoy hablaba de Bergara, que está pegado a la izquierda radical. No rescatás a uno, a Álvaro García capaz, pero después, no hay una sola voz del FA que tenga un acercamiento a la sensatez. Al FA le sigue costando la renovación a tal punto que no se pudo poner de acuerdo en quién iba a presidir el Congreso de Intendentes. Mi generación tiene que ser la abanderada de evitar que el Uruguay entre en eso. Creo que hay una conciencia del retroceso que implicaría que Marcelo Abdala sea ministro de Trabajo o Fernando Pereira canciller. Sería perder el prestigio.

-¿Por qué lo dice?

-Porque este es un FA sindicalista que va a terminar con Marcelo Abdala siendo ministro de Trabajo y Fernando Pereira siendo canciller. Son tipos sin preparación, sin estudios, entonces, yo no quiero eso para el Uruguay.

-Se ha mostrado preocupado por la situación del agro, del déficit hídrico. ¿Qué plantea?

-Esta sequía es estructural, la tuvimos en invierno, en primavera. Lo que hay que esperar es que el Estado no perjudique al productor que está frente a la inclemencia, o sea, que le libere las manos, lo que quiere decir diferir el pago de la UTE, la OSE. El mundo montevideano tiene un prejuicio maldito que hace que al productor rural se lo vea como algo que no es. Alguien inventó que el campo uruguayo sacaba la plata al exterior, pero es una enorme mentira; cada peso que gana el productor lo invierte dentro de su campo, su país, su pueblo, o le compra un apartamento a un hijo para que venga a estudiar, entonces, es difícil. Por eso el FA no habla del tema de la sequía, sigue hablando del panfleto.

-Usted fue criticado por la solicitud a Lacalle de atrasar el cobro del cuatrimestre rural de BPS por la sequía, en el sentido de que quizás hay otros sectores de la población que no reciben la misma atención.

-Todos fueron atendidos en la pandemia. El 31 de diciembre se terminaron los seguros de paro parciales, el agro no recibió ninguno.

-Pero el agro no fue afectado por la pandemia.

-Exactamente. Ahora, que está afectado, se está pidiendo una postergación, porque el vencimiento del BPS en enero hace que el productor que no tiene un flujo de ingresos continuo tenga que prever el pago de sus obligaciones tributarias después del aguinaldo, salario vacacional, pero en un mes climatológicamente triste, entonces, si vos lo postergás un mes, y si llueve, va a tener un poquito más de respiro. Estamos hablando del pequeño, el grande tiene crédito fiscal, o sea, nada le preocupa menos que el pago del cuatrimestre. Esto es para todos, pero el impacto en un productor grande no es significativo.

-Que el agro no haya sido afectado por la pandemia y que haya habido récord de exportaciones, ¿no lo pone en un mejor punto de partida para enfrentarse a estos problemas?

-El agro es muy heterogéneo. El ingreso mensual de la mitad de los productores rurales no llega a cubrir los gastos de la canasta familiar. Es a ese al que hay que ayudar, no al que tiene 5.000 hectáreas.


La fusión de la 40 con los intendentes

-¿Se busca una fusión con el grupo de los intendentes?

-Nosotros tenemos una buena onda personal con referentes territoriales como los intendentes. En un partido donde los territorios cada día tienen menor dinamismo por el peso de las intendencias, es inteligente unir fuerzas. La 40 acá es muy fuerte y ellos no, y nosotros en Cerro Largo no sacamos lista, por ejemplo. Es un complemento que balancea a un partido que no tiene que tener sectores hegemónicos. Si Javier García se dedica a recorrer Montevideo, Antía Canelones y Botana y yo el interior, es mucho más eficiente que si lo hacemos solos.


Salir de la región para abrirse al mundo

-En agenda hay algunos acuerdos internacionales que beneficiarían al sector agroexportador, de los que se han escuchado muchos anuncios y pocas concreciones. ¿Por qué no se ha podido avanzar?

-La agenda electoral brasileña afectó. Ecuador cerró el TLC en tiempo récord y creo que ahora que Lula ya está instalado en el Planalto debemos manejarlo con más eficiencia.

-Si el riesgo de un TLC con China es la ruptura del Mercosur, ¿qué habría que hacer?

-El consenso del Mercosur es un logro nacionalista, de Ignacio de Posadas y Sergio Abreu. Hoy, ese logro es el principal yunque que tiene el Uruguay, y este país, que es ejemplo a nivel mundial, no puede esperar por Brasil y por Argentina. Si tengo que romper y volver al Cauce y al PEC… porque romper con el Mercosur no sería ninguna catástrofe, todo lo contrario. No nos vamos a mudar, nadie va a ir contra él, pero sometimiento nada, libertad todo.