¿Quién gana con el Ferrocarril Central?

COLUMNA | LOGÍSTICA

Por Ruben Azar Scarone (*) | @RubenAzarS

El país reincorporará en breve el modo ferroviario. Se puede decir que el Uruguay pasará prácticamente de un ferrocarril del siglo XIX a uno del siglo XXI, salteándose el siglo pasado. El ferrocarril supo ser un medio de transporte muy importante en nuestro país. Luego de muchas décadas de decadencia, su incidencia llegó a ser casi marginal.

Se ha venido trabajando en los últimos años en la modernización y recuperación de la malla ferroviaria y la obra que más atención ha merecido es la que se realiza desde Paso de los Toros hasta Montevideo, que es el denominado Ferrocarril Central.

Existe una percepción generalizada de que esa megainversión que el Estado uruguayo está realizando y que incluyendo el mantenimiento sobrepasará largamente los US$ 2.000 millones, es para uso exclusivo de una sola empresa. La buena noticia es que esa gran inversión que terminaremos pagando todos los uruguayos podrá ser utilizada además por muchas más empresas exportadoras nacionales y otros operadores ferroviarios, permitiendo revitalizar este importante medio de transporte e impactar positivamente en la competitividad del país.

La capacidad de transporte de carga de este tramo de vía es de 4 millones de toneladas/año. La empresa UPM puede llegar a transportar alrededor de 2 millones de toneladas, por lo que quedaría aún capacidad para transportar otros 2 millones de toneladas.

Consideramos que llega en un momento muy oportuno, ya que permitirá bajar costos y mejorar la logística de muchas empresas exportadoras. En un escenario de costos intrínsecos y estructurales muy altos (y muy difíciles de bajar) el modo ferroviario agregará competitividad en la logística de varias cadenas exportadoras nacionales.

Además, será muy importante para reforzar el posicionamiento del puerto de Montevideo y del país en general como hub regional. La utilización del ferrocarril permitirá la captación de nuevos tráficos regionales con la consecuente e importante exportación de servicios logísticos nacionales asociada, generándose de esa forma nuevos ingresos de divisas.

La línea a Rivera, en donde la principal dificultad radica en las diferentes medidas de las trochas brasileña y uruguaya, permitirá la captación de nuevos flujos de carga desde y hacia Brasil. Pensamos que aquí será importante el emprendimiento del puerto seco que está llevando adelante la Administración Nacional de Puertos en la frontera de Rivera y Livramento, lo que permitirá realizar los trasbordos y sortear esa dificultad mencionada.

La línea a Salto, por su parte, permitirá diseñar soluciones logísticas muy competitivas para importantes volúmenes de carga de importación y de exportación de Argentina y Paraguay. Aquí la dificultad es que aún no se ha terminado la renovación de la vía que va de Piedra Sola a Salto, aunque buena parte ya está hecha y nos consta que el gobierno está comprometido en finalizar esa obra que es fundamental para un correcto desarrollo del sistema ferroviario nacional.

De ninguna manera pensamos que el modo ferroviario va en detrimento del modo carretero, sino que son profundamente complementarios. En muchos casos, existe un tramo por camión en el origen o en el destino de las cargas. Además, la utilización del ferrocarril contribuye a aumentar las producciones debido a la mayor eficiencia en costos en algunas cadenas productivas, lo que genera un círculo virtuoso que aumenta también la cantidad de carga a ser transportada por camión.

Compartimos algunas de las interesantes conclusiones a las que llega un estudio realizado por la Asociación de Ferrocarriles Americanos que son totalmente válidas para nuestro sistema ferroviario:

-El transporte de mercaderías por ferrocarril es cuatro veces más eficiente en términos de consumo de combustible que el transporte por carretera.

-Como consecuencia de lo anterior, se reducen los costos operacionales y las emisiones de gases de efecto invernadero.

-Se incrementa la competitividad del país, ya que los costos efectivos por tonelada transportada por ferrocarril son más bajos.

-Hay una importante reducción de la ocupación de carreteras, puertos y terminales contribuyendo a mejorar la seguridad en el tránsito.

-Los ferrocarriles generan puestos de trabajo para la operación y el mantenimiento del material rodante.

-El transporte ferroviario contribuye al desarrollo tecnológico del país al exigir conocimientos técnicos específicos.

En este cuadro comparativo que fue extraído de un informe de la AAR (American Association of Railroads) se muestra claramente que el consumo de combustible y por ende las emisiones de CO2, son cuatro veces menores en el uso del modo ferroviario comparado con el carretero (ver cuadro).

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Si hay una política de Estado que merece ser llamada como tal, es la creación de infraestructura. Puertos, aeropuertos, carreteras, vías férreas recaen necesariamente sobre las espaldas de los diferentes gobiernos. Son una tarea continua que debe generar y acompañar el crecimiento del país. Luego de establecidas las infraestructuras, estas son usadas por los particulares para crear valor, muchas veces superando la visión de los estadistas que las generaron. 

En el caso específico del ferrocarril, la clave para que el que gane sea el país, está en una inteligente colaboración público-privada. El Estado construyendo la infraestructura, cobrando por su utilización y siendo garante para que la mayor cantidad de empresas puedan utilizar esa infraestructura. Los privados invirtiendo en material rodante y utilizando su expertise para captar nuevos tráficos nacionales y regionales.

(*) Fundador y presidente de Grupo RAS.