Maciel: “La delincuencia no hizo cuarentena en nuestro país”

Guillermo Maciel, subsecretario del Ministerio del Interior


Luego de que se dieran a conocer las cifras de delitos en los primeros diez meses de gestión de Jorge Larrañaga al frente del Ministerio del Interior, que mostró números positivos en cuanto al debate a la delincuencia, el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel -actualmente ministro interino por la licencia médica del titular-, en entrevista con CRÓNICAS, destacó el trabajo de la cartera en la conducción y la gestión, además del proceder policial. A su vez, remarcó que criticar y decir que la caída del delito fue por efecto de la cuarentena no tiene asidero. 

Por Romina Peraza | @romiperaza

-¿Qué balance hace de las cifras de delito de los primeros diez meses de gobierno?

-El balance tiene que ver, por un lado, con la baja de los delitos, que es de un 21% en materia de homicidios, un 11% en rapiñas, casi un 20% en hurtos, un 4,5% en violencia doméstica y un 1,3% en abigeato. 

Esto implica no solamente que a lo largo de estos diez meses los delitos han bajado, sino que hay tres quiebres importantes: uno que tiene que ver con la tendencia ascendente, y ahora, por primera vez, la curva es descendente. En segundo lugar, un quiebre en cuanto a la impunidad delictiva -aumentó la cantidad de personas privadas de libertad-, lo cual quiere decir que se aclaran y se combaten  más delitos. Y un tercer punto que tiene que ver terminar con la resignación del no se puede, porque esto demuestra que sí se puede combatir el delito y mejorar la seguridad de los uruguayos. 

Es una baja significativa, acumulativa y consistente con estos diez meses. Esos porcentajes representan que 70 familias uruguayas no perdieron a alguien; además, hubo 2.700 rapiñas menos y 22.300 hurtos menos. Indudablemente hay que seguir mejorando, pero las cifras señalan que estamos en el camino correcto. Son datos auspiciosos que los tomamos con cautela.

Trabajamos con la obsesión de tratar de mejorar la vida de la gente y de recuperar la seguridad que estaba perdida. Los primeros en notar los cambios fueron los delincuentes, por eso tenemos cerca de 1.400 presos nuevos, que se traduce en un promedio de cinco presos más por día que ingresan a las cárceles.  

-¿Cuáles diría que son los pilares fundamentales de la gestión para llegar a estas cifras?

-Tenemos la misma policía pero lo que cambió fue la conducción y la gestión. Hay directivas claras, planificación, despliegue, personal idóneo y un compromiso muy importante de parte de los policías y de sus superiores. Además, está la voluntad política de respaldar a la policía. 

El primer acto de gobierno de Lacalle Pou, el 2 de marzo, fue reunir al ministro, Jorge Larrañaga y a su equipo, y a los mandos policiales para respaldarlos y expresarles que actuaran con total firmeza dentro de la Constitución y la ley. Esa fue una señal clara para que los jefes de Policía se lo transmitieran a todo el personal. Hay un cambio de actitud de la policía al momento de enfrentar a la delincuencia a partir de ese respaldo.

En conclusión, se estableció a la seguridad pública como una prioridad de los uruguayos. Así, se aumentó el patrullaje, se realizó la descentralización del PADO, se realizaron operativos de alto impacto, se abrieron seccionales y destacamentos que estaban cerrados, se creó la brigada de drogas de Montevideo y Canelones, hubo más allanamientos -en comparación con el 2019 se hicieron 900 más-, entre otras medidas.  

En definitiva, ha sido una gestión transparente, que ha mostrado mes a mes la evolución de los delitos, que podría haber sido buena o mala, pero por suerte ha sido positiva. Se demuestra que por primera vez en 15 años tenemos una baja significativa en materia de delitos, con la premisa de no dar tregua a los delincuentes. 

-¿Cambiaron los mecanismos con respecto al gobierno anterior?

-El  mecanismo de evaluación de las cifras lo hace el observatorio de Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, que son el mismo equipo desde los tres gobiernos anteriores del Frente Amplio.

Resulta bastante inédito y absurdo descalificar una herramienta que la propia oposición fue la que la generó. 

-¿Qué efecto tuvo la pandemia en estas cifras?

 -Es una pregunta habitual y que a veces se utiliza políticamente. Lo que está claro es que la delincuencia no hizo cuarentena en nuestro país. La delincuencia no paró en ningún momento. El único confinamiento que hubo en Uruguay, fue voluntario y duró del 13 de marzo al 14 de abril; ahí bajó la movilidad, pero luego se volvió a la normalidad. 

En Uruguay no hubo cuarentena obligatoria ni toque de queda, sino que se apeló a la responsabilidad individual; entonces, criticar y decir que fue por efecto de la cuarentena, no tiene asidero. 

Es más, en el mundo, en general, los delitos desde antes de la cuarentena venían bajando, pero en el único país que no pasaba eso era en Uruguay. Nosotros lo atribuimos oportunamente a una mala gestión, porque hoy los delitos en Uruguay también están bajando. 

En estos momentos de pandemia en algunas partes del mundo los delitos bajaron y en otras subieron. No hay una regla para medir los efectos de la pandemia. Lo que sí tenemos claro es que acá la delincuencia no bajó los brazos, y quien sí estuvo a la altura de las circunstancias para combatir y obtener estos resultados fue la policía con su gran gestión.

-¿Qué sucede con las denuncias? Porque mucha gente dice que no son recibidas y después no cuentan en las estadísticas.

-No tenemos denuncias de que haya sucedido eso. Es más, las denuncias se siguen recibiendo como siempre y puede hacerse vía internet, por el 911, en la Seccional Policial o en las Tablet, como antes. 

En el periodo entre marzo y octubre aumentaron un 3% las denuncias de delitos hechos por tablet. En el cuatrimestre que va de agosto a noviembre hubo un aumento del 6% en el uso de los dispositivos móviles para los registros de delitos.

Cuando entra una denuncia, automáticamente ingresa al servicio de gestión policial, que está en paralelo con la Fiscalía. Quiere decir que la Fiscalía a través del Sippau (Sistema de Información del Proceso Penal Acusatorio de Uruguay), recibe, en tiempo real, todas las denuncias que se realizan. Eso le da transparencia al sistema porque lo está recibiendo la policía y también la Fiscalía.