Renato Opertti: “Sería un gravísimo error terminar este período de gobierno sin una ley de educación”

Renato Opertti, experto en educación y miembro de Eduy21


El debate sobre el funcionamiento del sistema educativo, intensificado por el anuncio de reformas en esta materia, ha tomado gran preponderancia en los distintos sectores de la sociedad. Ante esta coyuntura, CRÓNICAS mantuvo contacto con Renato Opertti, integrante del Comité Académico de Eduy21, decano de la Escuela de Posgrados de la UCU y especialista senior de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco, quien profundizó sobre la realidad de esta área, enfatizando en la importancia de abordar estas cuestiones con la mira puesta en el largo plazo y sin sesgos político-partidarios.

Por Naara Pérez | @NaaraPerez3

-¿Cómo evalúa la situación actual del sistema educativo uruguayo?

-La situación actual de la educación uruguaya la valoramos en el sentido de la expectativa de que el país pueda iniciar un camino de cambios educativos, que seguramente tienen que pensarse para un período no menor a 10 años. Las transformaciones que a nuestro criterio Uruguay tiene que encarar en la materia no son para un solo gobierno, sino que cruzan diferentes períodos y requieren de acuerdos educativos sustantivos, donde los partidos políticos tengan una mirada más a largo plazo sobre las necesidades de nuestros jóvenes y niños para el futuro.

Es momento de que entendamos que el mundo que se viene es muy distinto al de ahora y que, si no formamos a las nuevas generaciones para esa realidad, la educación va a ser irrelevante para la vida de los jóvenes. Hay una necesidad de una renovación profunda que no pasa simplemente por ajustar el contenido de un programa o un plan de estudios, implica repensar qué sistema requerimos para un mundo que va a tener que repensarse para ser sostenible. Entonces, la educación tiene un rol fundamental que cumplir en generar las bases para ese escenario, de modo que las nuevas generaciones tengan oportunidades de desarrollarse, de acceder al conocimiento, de encontrar respuestas para enfrentar desafíos que deberán asumir.

Tenemos la expectativa de que el país progrese en esa línea y la confianza de que el sistema político se ponga de acuerdo. Pensar en el corto plazo sería de los peores errores que podría cometer el sistema político, porque se estarían hipotecando las nuevas generaciones y sería de un egoísmo intergeneracional imperdonable.

-¿Qué opinión le merece la reforma educativa que el gobierno prevé llevar adelante?

-Me gustaría hablar de “reforma educativa país”, porque esa sería la manera de terminar con esta lógica de gobierno-oposición, que en educación es inconducente. El país necesita tomar decisiones por más de 10 años, y si seguimos así, lo que estamos haciendo es condenar a las nuevas generaciones a vivir en un mundo peor.

Si bien creo que más que reforma es transformación, hay algunas pistas que son interesantes, que son alentadoras, como pensar una educación más en términos integrales, una educación media superior –lo que eran tradicionalmente los bachilleratos- mucho más compacta, unitaria y que no tenga las divisiones clásicas que tiene hoy; un marco curricular que funcione de manera común a los diferentes niveles, que haya unicidad de criterios en cuanto a qué formar y para qué formar.

Considero que existe esa intencionalidad, y en este año se va a ver en qué medida esta se plasma en la transformación profunda. Nosotros tenemos la expectativa de que eso suceda, pero para ello habrá que ver más en detalle lo que está previsto, porque si uno avanza en la dirección de una educación más unitaria, más compacta, con criterios comunes, significará otro diálogo entre niveles educativos. Es decir, no se puede tener una educación primaria, secundaria y técnica separadas, trabajando cada una por su lado; tiene que haber mucha más empatía, capacidad de entender que lo que uno forma en un nivel impacta en el otro y generar criterios comunes de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación.

Personalmente entiendo que, si no hay un diálogo y una integración mucho más profunda entre los niveles, es muy difícil que el país avance en una transformación educativa.

-En diálogo con CRÓNICAS en el 2018, declaró que en pos del desarrollo educativo era fundamental que este gobierno implementara una ley de educación, apuntando a una formación centrada en la interdisciplina, así como la creación de un sistema de evaluación en materia de aprendizajes. ¿Cree que se ha avanzado en este sentido?

-Suscribo totalmente a lo que dije en el 2018, con el agregado de que una de las cosas pendientes que tiene el sistema político de Uruguay es una nueva ley de educación. La norma actual fue hecha para un mundo en determinado contexto, con ciertas decisiones con las que uno puede estar más o menos de acuerdo. Personalmente, en algunas cosas estoy de acuerdo y en otras discrepo.

-¿Por ejemplo?

-Veo que es una ley que entra en los detalles institucionales de una manera tal que uno termina con una cantidad de instituciones y no ve dónde está la conducción unitaria de la educación. Pero, más allá de eso, fue pensada para un mundo predisruptivo que hoy ya no existe, entonces, uno de los debes fundamentales que tiene el sistema político es hacer una nueva ley de educación.

La Ley de Urgente Consideración (LUC), a nuestro criterio, tiene avances positivos en cuanto a la conducción de la educación, pero falta toda una parte programática importante que tendría que estar reflejada en una ley de educación.

Una nueva ley es fundamental para que el país pueda justamente establecer las condiciones necesarias para formar a las nuevas generaciones para ese mundo que pensamos que va a ser muy diferente al actual. Es un debe del sistema político y sería un gravísimo error terminar este período de gobierno sin una ley de educación.

-¿Qué incidencia en materia educativa puede tener el referéndum por los 135 artículos de la LUC, tanto si los comicios determinan que estos se mantengan o que se deroguen?

-La LUC establece algunos avances positivos en la conducción del sistema educativo, dándole mayores potestades al Ministerio de Educación, fortaleciendo la capacidad de junción de la política en el Codicen. Además, trabaja una idea que me parece interesante, que es de un sistema educativo nacional que engloba lo público y lo privado, y que incorpora una cantidad de actores públicos que antes no estaban en la conversación y que es necesario que estén. Hablo del INAU, de Inefop, de la educación policial, militar; es bien importante que todos formen parte de un sistema educativo. No obstante, lo que en la LUC queda pendiente es que no le da a esa conducción unitaria de la educación musculatura programática y que el Codicen no cambia de atribuciones.

El Codicen tiene que tener la conducción de los contenidos educativos y debe ser el que oriente y desarrolle los programas y los planes educativos, coordinados con los niveles.

Eduy21 plantea un esquema de gobernanza que recoge parcialmente la LUC, no lo recoge íntegramente porque planteaba otras cuestiones que, a nuestro criterio, iban más a fondo de lo que fue la LUC.

También entendemos que esta norma es un acuerdo entre partidos, por lo cual hay diferentes opiniones. Nosotros no vamos a decir si está bien o está mal, lo que decimos es que, si uno lee la LUC a la luz de lo que dice el Libro Abierto (de Eduy21), hay algunas cosas que están allí presentes y otras no. Entonces, pensamos que es una situación a medias.

Además, hay que elevar el nivel del debate público sobre la LUC, más que nada en materia educativa, porque sigo leyendo cosas que me espantan, como, por ejemplo, que la LUC privatiza la educación. Quien dice eso está mintiendo y sabiendo que miente. No entremos en discusiones políticamente manipuladas, porque como todos sabemos, el comienzo de clases va a estar muy cercano a un referéndum. No hagamos a la educación rehén de disputas por la LUC, y lo digo tanto para el gobierno como para la oposición.

-En los últimos días se anunció que el Banco Mundial otorgó un préstamo a ANEP para su reforma. ¿En qué cree que es prioritario utilizar este dinero?

-Felicito a la ANEP por continuar una política de relacionamiento con el Banco Mundial, buscando tener apoyo, como lo han tenido los gobiernos anteriores.

Es importante que se utilice fundamentalmente para transformar la educación. Yo me quedé con mucha expectativa de que así será, por la propia nota que hizo el Banco Mundial del préstamo, que dice que va a ser utilizado para la transformación curricular pedagógica de la educación.

Estos préstamos tienen que ser fuentes de ideas, oportunidades para buscar modificaciones integrales.


La vacunación de escolares, una cuestión urgente de cara al comienzo de clases

Con las miras puestas en el inicio del año lectivo, Opertti resaltó la importancia de la inoculación contra el covid-19 en menores para que los cursos puedan transcurrir con normalidad.

En este orden, destacó el papel del Ministerio de Salud Pública y aseveró que los datos que este brinda son muy claros en cuanto a la relevancia de la vacunación.

“Convencer a las familias para que ese 50% que tenemos hoy (de niños vacunados) sea 80-90% a fin de febrero, seguramente haga que las posibilidades de iniciar las clases en marzo estén mucho más aliviadas que lo que uno hoy puede presagiar”, declaró el especialista en educación.


Desde Eduy21 consideran que tienen mucho más para aportar en el pensamiento de estrategias a futuro

Eduy21 nació como una iniciativa ciudadana, con el fin de contribuir a la transformación del sistema educativo uruguayo. En esta línea, a través de su conformación con diversos especialistas en materia de educación y con una impronta de pluralidad en términos políticos, los integrantes de la organización se reunieron en ciertas oportunidades con el gobierno de turno para hacerles llegar sus propuestas, además de que presentaron el Libro Abierto, donde plasmaron sus ideas.

En referencia al rol de la institución en el contexto actual, su representante reconoció que todavía no han encontrado la manera más efectiva en que el diálogo con el gobierno “sea disparador de una transformación educativa”.

“Hay veces que les gana más la lógica de la confrontación que la de la búsqueda de acuerdos”, puntualizó, en relación al sistema político en general.