Verónica Alonso: “Si tengo el apoyo de la gente, sería un honor ser candidata”

EN PANINI’S

Verónica Alonso, senadora de Alianza Nacional – Partido Nacional


Cuando faltan tres años para las elecciones, ya se analizan los posibles candidatos a la Presidencia de la República. Un nombre que ha sonado últimamente dentro del Partido Nacional (PN) ha sido el de la senadora Verónica Alonso, quien no descarta tomar esa responsabilidad, siempre y cuando tenga el apoyo de la gente, según confirmó en diálogo con CRÓNICAS. La legisladora criticó duramente las cuotas de poder dentro del Frente Amplio (FA) que, aseguró, han derivado en los problemas de la educación y la inseguridad que sufre el país. Por otro lado, opinó que hay políticos de todos los partidos que “están pensando solamente en la estrategia electoral para ver cómo se mantienen en el poder”.


 El menú  La senadora Verónica Alonso degustó como entrada ensalada de hojas, remolacha, huevo, tomate, zanahoria y muzzarella bola. De segundo plato optó por ravioles de sésamo tostado, puerro, hongos y muzzarella, en salteado de tomate concase, olivas negras y rúcula. Acompañó el menú con agua mineral con gas.


Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Cómo evalúa el clima electoral que se percibe hoy, a tres años de las próximas elecciones?

-Demasiado temprano, demasiado crispado. Quienes somos políticos por supuesto que hacemos política, pero el problema es la política electoral. Creo que ahí le estamos errando porque estamos en el 2016, las elecciones son en el 2019, y a veces los políticos vivimos como en un microclima y creemos que todo pasa por cuestiones electorales, pero la gente está en otra.

A mí me enojan mucho los que están pensando solamente en la estrategia electoral para ver cómo se mantienen en el poder, para ver si quedan atornillados de nuevo, y creo que eso le hace mucho mal a la política y a los políticos en general.

-¿Eso lo ve en todos los partidos?

-Sí, definitivamente.

-¿En el PN?

-Sí. Eso no tiene que ver con una bandera política, eso forma parte de la esencia humana y el instinto de sobrevivencia, y la política lamentablemente en muchos casos se ha transformado en ver cómo hacer para mantenerse, y eso es lo que ha generado un descreimiento en el sistema político, la gente está cansada de los políticos, está desilusionada.

-¿Por qué cree que se adelantó ese clima electoral?

-Por varios motivos. El ejercicio del poder del FA, el desgaste que ha tenido en estos años y los hechos que han sucedido, como el caso de [Raúl] Sendic, el vicepresidente, por lo que significa la institucionalidad de la Vicepresidencia de la República, el debilitamiento del propio partido de gobierno, las cuotas de poder por las que se definen los cargos.

Todo eso ha hecho que se desencadenara mucho más rápido toda esta cuestión que algunos están analizando de que el FA está preparado para perder –y definitivamente está haciendo todo para perder-, por lo que algunos están analizando las posibilidades para el 2019.

Yo creo que nada le hace más mal al sistema político que mostrarle a la ciudadanía que se quiere ganar por conveniencia personal. Está bien querer ganar, pero no para mantenerse por las cuotitas de poder o para sostenerse en el poder.

“Mujica actúa con una gran mezquindad. En el Parlamento es el que manda, y muchas veces las decisiones quedan trancadas por eso”

-Usted dice que “la gente está en otra”, pero varios de sus compañeros nos han manifestado que cuando recorren el Interior se vive un clima electoral, e incluso la gente les hace pedidos como si ya fueran gobierno.

-Yo creo que la gente está en otra desde la cuestión netamente electoral, y también depende de cómo uno vaya al Interior y qué cosas plantee. Por supuesto que hay que transmitirle esperanza a la gente, es una de las cosas que necesitamos, pero no desde la cuestión netamente electoral.

Creo que no hay que poner la carreta delante de los bueyes, esto es, primero marquemos qué queremos hacer y por qué queremos ser alternativa. La gente está preocupada por los temas que nos preocupan a todos a diario: el problema de la educación, el problema de la seguridad, que son los dos temas más importantes.

Desviar esos temas en cuestiones electorales me parece una falta de respeto a la ciudadanía. A mí no me ha pasado que me hagan pedidos, la gente me pregunta qué vamos a hacer, cómo resuelve mañana que le robaron su bicicleta o su moto, qué hace con su hijo de dos años que no puede entrar a un CAIF porque en Casavalle no dan a basto. A mí me plantean esas cosas, no si les puedo conseguir un carguito.

-¿Qué opina de los movimientos que se han dado en el PN, sobre todo de dirigentes que se han alejado de Alianza Nacional supuestamente para formar otro grupo político? ¿Cómo interpreta eso?

-¿Hacia adentro o hacia afuera del partido?

-Hacia adentro, como el movimiento de intendentes del que tanto se ha hablado.

-Todos los movimientos que se generen que hagan crecer al partido, que lo dinamicen, bienvenidos sean. Yo creo en el movimiento de los intendentes en el Interior, me parece que está bien, ellos tienen una identidad común porque comulgan muchos de los temas que viven y que tienen que resolver a diario.

Para mí es importante cómo uno toma esas decisiones, cuánto lo conversa con el líder, pero mientras se mantengan las formas y esos movimientos permitan hacer crecer al PN pensando en que sea la alternativa para adelante, bienvenidos sean.

-¿Y los movimientos hacia afuera? Está el caso de Daniel Peña, que se fue con Edgardo Novick.

-Me dio mucha lástima que Daniel Peña tomara la decisión que tomó, pero lo respeto. Le deseé mucha suerte en el camino que emprendió, sobre todo si entendía que era la forma de ayudar a su departamento –Canelones-, pero no me pone contenta indudablemente.

-¿Cree que esto va a seguir pasando?

-Depende de nosotros, del trabajo que hagamos dentro del partido para contener a aquellos que puedan estar desilusionados o pensando en irse. Espero que Daniel sea el primero y el último.

-¿Cómo ve el tema de las candidaturas dentro del PN?

-Muy lejos. Una de las cosas que no hay que hacer es anticiparse, esto va a venir de la mano del apoyo popular, de lo que la gente decida. Hoy está claro que en el PN hay dos líderes, pero hay que ver si esos dos líderes son los candidatos.

-¿Está dispuesta a ser candidata? ¿De qué depende esa decisión?

-Depende del apoyo popular. Esas decisiones tienen que venir de abajo hacia arriba, no creo en las decisiones de cúpulas entre cuatro paredes, que resuelven quién es el candidato o la candidata. Estoy convencida de que eso viene del apoyo de la gente, y por supuesto, con el respaldo del partido.

-Pero no lo descarta.

-Si eso viene de esa manera, sería una gran responsabilidad, un honor y un orgullo. Yo no le escapo a esa responsabilidad, pero primero lo primero.

“Quienes tenían que estar en la Comisión Multipartidaria sobre Seguridad eran Larrañaga y Lacalle Pou”

-Como integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, ¿qué opina de la política exterior que lleva a cabo la actual administración de Vázquez, del TLC con Chile, del viaje a China?

-Primero, la política internacional durante el gobierno de Mujica fue definitivamente de las más dañinas porque estuvo enfocada –hago este anticipo porque tiene que ver con cómo se enfocó en este período de Vázquez- en las cercanías ideológicas por encima del interés nacional y la defensa de nuestra producción; el foco estuvo en los amiguismos ideológicos.

Iniciado el gobierno de Vázquez hubo un cambio positivo, dado por cambiar el enfoque especialmente con el canciller [Rodolfo] Nin Novoa, con quien pensamos parecido en muchos temas. El problema es que en el trayecto se desviaron, por varias razones.

En primer lugar porque las decisiones del gobierno en política internacional no las resuelve el presidente ni el canciller, sino el Plenario del FA. Lo que ocurrió con el TISA es un caso clarísimo, un acuerdo de servicios positivo para Uruguay, que era necesario y que hacía mucho tiempo que se venía negociando, y sin embargo la decisión no la tomó Vázquez sino el Plenario del FA, fue una decisión de un sector radical.

El TLC con Chile es positivo. Nuestro país necesita abrirse al mundo y Chile es una buena instancia, pero ya tenemos un acuerdo comercial con ese país, veremos cuánto más podemos mejorar.

China es el principal socio comercial del país, necesitamos un acuerdo de estas características, pero en los dos casos tenemos un problema: que tienen que venir al Parlamento a ser ratificados, por lo cual ahí veremos cuál es la resistencia que genera esto, y si finalmente termina mandando Vázquez o el Plenario del FA. Esas son las incertidumbres que tenemos.

Yo creo que en política internacional empezamos a encauzar la mirada ideológica de Mujica, pero de todas formas, creo que terminan pesando los radicales del FA en varios de estos temas y no debería ser así, sobre todo por el perjuicio que le generan al país.

En política internacional, además, hay un tema que me da vergüenza: que nuestro país no denuncie con fuerza y determinación lo que pasa en Venezuela. Uruguay ha hecho un silencio cómplice a las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, y acá no hay dos opiniones.

Cuando hay presos políticos, cuando se coarta la libertad de expresión, cuando hay hambre, cuando hay crisis humanitaria en un país, Uruguay no debería tener dos opiniones, y sin embargo ha sido muy tímido, especialmente en estos últimos tiempos, en la postura con respecto a eso.

Está bien que nuestro país no debe inmiscuirse en los asuntos internos, esa es una de las bases de la política internacional, pero cuando hay violación a los derechos humanos hay que levantar la voz. Venezuela albergó a uruguayos durante nuestras épocas más tristes, sin embargo nosotros tenemos posturas que dejan mucho que desear.

-¿Cuál piensa que puede ser la razón? ¿Un tema ideológico o comercial?

-Yo creo que es una deuda que tiene Uruguay, producto de los acuerdos o las cercanías no tan transparentes del período de Mujica. Este es un paquete de Mujica –uno más de todos los que nos dejó-, y yo creo que Vázquez queda en una situación un tanto condicionada. Yo estoy segura de que Vázquez opina lo mismo que nosotros sobre este tema, pero está condicionado por el MPP.

“Vázquez opina lo mismo que nosotros sobre Venezuela, pero está condicionado por el MPP”

-El año pasado dijo a CRÓNICAS que “Vázquez tiene un problema en el Parlamento, donde indudablemente las fuerzas del FA no juegan a su favor”. ¿El panorama sigue siendo el mismo?

-Sí, lo sigo pensando. Más allá de que puedan tratar de negociar y avanzar en algunos temas, yo considero que Mujica actúa en muchos casos con una gran mezquindad. En el Parlamento es el que manda, y muchas veces las decisiones quedan trancadas por eso.


“Sería un análisis muy simple decir que con la renuncia de Bonomi se solucionarían los problemas”

-¿Cómo es el diálogo entre el gobierno y la oposición hoy?

-Muy poco, mucho menos de lo que me gustaría. Este es un tema que lo hemos conversado con todos los compañeros del partido, con algunos tenemos posturas distintas. Estoy de acuerdo con que no hay que dialogar para la foto, sino dialogar en serio, para hacer cosas que la gente está esperando, pero siento que hay muy poco diálogo, que se necesita mucho más.

Yo siento que la ciudadanía está esperando mucha más madurez política. Está claro que el gobierno tiene una responsabilidad y la oposición tiene otra, pero este es un momento en que el país necesita soluciones en determinados temas.

-¿Por ejemplo?

-En seguridad y en educación, que son los dos temas en los que estamos en el debe y que no admiten demoras. No podemos dejar que la educación siga siendo ese botín electoral que solamente se analiza mirando si tiene un rédito político para uno o para otro.

Uruguay es un país que tiene problemas solucionables, y me cuesta creer que en el sistema político estemos jugando a ver quién saca más rédito si no se resuelven determinados temas. Además de voluntad necesitamos madurez política, y acá también involucro a todos los partidos.

En el tema seguridad, cuando el presidente convocó a la Comisión Multipartidaria, yo fui de las convencidas, y se lo trasladé a los dos líderes del PN, de que tenían que ir los dos. Por supuesto que los compañeros que fueron son muy buenos y tienen la confianza y la preparación para estar allí, pero quienes tenían que estar eran [Jorge] Larrañaga y [Luis] Lacalle Pou. No se logró, y no sé si el resultado hubiera sido diferente, pero estoy convencida de que eso es lo que había que hacer.

El PN llevó 28 propuestas sobre distintos temas que tienen que ver con mejorar el proceso judicial, con los antecedentes de los infractores, con el aumento de penas.

“A mí la gente me pregunta cómo resolver sus problemas, no si le puedo conseguir un carguito”

-¿Se trataron lo suficiente?

-No se trataron lo suficiente porque se empezó a bajar el tono de la importancia que tenía este tema, porque no estaban allí los principales interlocutores, ese es uno de los factores. También dentro de la propia fuerza política de gobierno se pasan facturas por cuestiones de cuotas de poder. Incluso yo creo que el ministro [del Interior, Eduardo] Bonomi está allí por cuotas de poder, entonces es muy difícil resolver el tema de fondo.

-¿Es necesaria la remoción de Bonomi, como han expresado otros dirigentes de la oposición?

-Yo no creo que la renuncia de Bonomi solucione los problemas de fondo que tenemos, esto es un problema mucho más grave, es un problema social y por el cual hemos ido perdiendo valores. Quizás lo que está detrás de todo esto es la crisis educativa que tenemos en el país, y tenemos que hacer una transformación mucho más profunda.

Sería un análisis muy simple decir que con la renuncia de Bonomi se solucionarían los problemas, le estaríamos mintiendo a la sociedad y eso no está bien. Lo que queda claro es que no ha dado resultados al frente del Ministerio del Interior.

La ida de Bonomi parece necesaria si queremos de verdad empezar a cambiar. Los resultados hablan por sí solos. Si en el año 2002, en plena crisis económica, política y social que vivía el país teníamos 8.000 rapiñas en un año, y ahora tenemos 25.000, algo no está funcionando bien.

Yo no le adjudico toda la responsabilidad a Bonomi, pero él es el principal, el que tiene que dirigir, y para mí hay un tema conceptual que está detrás de esto. Hay sectores del FA, como el MPP, que tienen una concepción de que los delincuentes son víctimas de la sociedad, y por lo tanto se cuida más al delincuente que a la víctima.

Para mí tiene que haber un cambio, y no sé si empieza por Bonomi, pero indudablemente no debería estar, no debería ser un capricho mantenerlo ni mucho menos mantenerlo para ganar tranquilidad dentro de la fuerza política.

-¿Se refiere a que Vázquez no se quiere comprar un problema con Mujica y por eso lo mantiene?

-Sí, para mantener el equilibrio de poder interno de la fuerza política. Eso tiene que ver con algunos enojos de Mujica porque Vázquez resolvió los ministerios y los cargos enseguida que asumió, sin consultar, y eso generó desequilibrios. Mujica dijo: “Me dejás a Bonomi, me dejás a Netto”, que es un factor indudable de desestabilización en el tema educativo, y es tremendamente nocivo.


“Si los corporativismos docentes siguen presionando, no va a cambiar la educación”

-¿Por dónde cree que habría que buscar una solución al tema educativo? Hace dos semanas participó del lanzamiento de la fundación EDUY21, que busca dar respuestas a los problemas de la educación. ¿Qué piensa al respecto?

-La educación no admite más demoras, no podemos seguir haciendo diagnósticos. O generamos una transformación educativa, o el país sigue perdiendo oportunidades. Todas aquellas fundaciones u organizaciones que generen pienso y que analicen el tema, bienvenidas sean.

EDUY21 está dirigida por técnicos que han querido incidir desde las políticas públicas como Fernando Filgueira y Juan Pedro Mir, y lamentablemente, ellos que eran los dos promotores para cambiar el ADN de la educación, terminaron con esa posibilidad frustrada, producto de las decisiones que tomó la ministra María Julia Muñoz y que el gobierno apoyó.

Una de las cosas que dice Filgueira y yo coincido plenamente, es que la educación puede empezar a cambiar siempre y cuando no sea un botín electoral. Acá está en juego demasiado, hoy la educación pública es una máquina de producir desigualdad, y esa es una realidad que nos duele, que nos tiene que hacer cuestionar a todos, todos los días.

Propuestas hay muchas, pero si los corporativismos docentes siguen presionando y dirigiendo esto, no va a cambiar, y allí hay algunos personajes que le siguen haciendo mucho daño a la educación, porque solamente piensan en la chacrita.

Esto no significa no defender a los docentes, que sin duda alguna son los principales actores. Hay que mejorar el tema salarial, pero también hay que buscar resultados, y hay que motivar al que hace las cosas bien, porque hoy parece que todo vale lo mismo.

Yo creo que EDUY21 es positivo, porque de distintos partidos políticos se va a buscar interpelar a los propios políticos, y el objetivo es elaborar políticas públicas que apunten a terminar con ese corporativismo docente, con esa chacra de la que hoy está presa la educación.

“Me da vergüenza que nuestro país no denuncie con fuerza y determinación lo que pasa en Venezuela”

-¿Debe tratarse en forma multipartidaria este tema?

-Definitivamente. Esto o es entre todos o no sale.

-¿A través de una política de Estado?

-Sin ninguna duda, las políticas educativas deben ser políticas de Estado.

-El tema del alcohol venía con esa intención de ser una política de Estado. ¿En qué quedó?

-Viene despacio, pero increíblemente quien pone el palo en la rueda es el propio partido de gobierno, como pasa también en otros temas. Yo defiendo al presidente Vázquez en varios temas, este es uno, porque me preocupa como madre, como legisladora y como ciudadana.

El freno en algunas de las iniciativas que estamos elaborando para llevar adelante una política nacional de alcohol, que es mucho más que una ley, está dado por los sectores radicales del FA. El MPP en particular, desde la Comisión de Adicciones, viene amenazando con que no va a apoyar algunas iniciativas si entran al Parlamento.

-¿Por qué motivos? ¿Hay intereses en juego?

-Por cuestiones conceptuales en algunos casos, por mezquindades en otros, y el tema del alcohol tiene distintas aristas y varios intereses. Para empezar, el Estado es productor de alcohol. Y un tema que sigue en el debe es que el Estado sigue subsidiando a la cerveza, cuando estamos hablando de una multinacional.