“Con factores a favor, la desindexación puede recuperar salarios bajos y sostener los más altos”

Silvia Rodríguez Collazo, economista e investigadora del Cinve

De cara a la elaboración de la Ley de Presupuesto y de las pautas salariales, Rodríguez Collazo considera que será necesario que los lineamientos de estas últimas sean coherentes con la situación actual de la economía. En entrevista con CRÓNICAS, la economista dijo que hubo una “necesidad” de que este gobierno saliera a hacer un listado de anuncios y explicó que se puede tener una política de recuperación salarial y que eso “no implique una reducción del empleo”. Por otro lado, argumentó que la desindexación, “con una buena combinación de factores a favor”, puede favorecer a los salarios.

-¿Cómo interpreta los anuncios económicos que ha dado este gobierno en sus primeros meses? 

-Tengo una interpretación buena, no me parece que hayan sido tan pocos los anuncios. Me parece que hubo una necesidad de que este gobierno saliera a hacer un listado de los anuncios, pero en términos económicos yo creo que se han tomado algunas iniciativas muy interesantes, se están preparando otras y sobre todo yo creo que se utilizó un tiempo muy precioso en poder realmente conocer cuál era la situación fiscal en la que había quedado la economía en este momento. Eso llevó mucho tiempo, podría haberse simplificado, no fue fácil y ese tiempo que podía haberse destinado a trabajar en propuestas o directamente ya en las acciones a seguir, se destinó a esa tarea que era absolutamente fundamental. Hay que tener en cuenta también que en este período todavía estamos con el presupuesto anterior. Entonces, considerar la situación que ya se presuponía que era delicada y las novedades respecto a cuál es la verdadera situación fiscal, genera que haya algunas restricciones, por lo que el gobierno va a tener que manejarse y dedicar tiempo justamente a eso en lugar de hacer otras cosas. Se han realizado anuncios en términos de lo que se va a incorporar en la Ley de Presupuesto, sobre todo con los cambios institucionales, con la lógica de poder mejorar la institucionalidad fiscal. Eso se está procesando y se está trabajando en ese tema. De alguna manera, se vislumbró por dónde podrían venir esos cambios en la institucionalidad fiscal, también se dio a conocer la importancia que va a tener el crecimiento de la economía y el magro crecimiento que tuvo en los últimos 10 años. Es importante pensar en cómo poder avanzar para poder incrementar un factor clave como la inversión.

-En la campaña electoral el Frente Amplio planteó una recuperación salarial y se comprometió a subir las jubilaciones más bajas. ¿Cree que hay margen para efectuar esas promesas? 

-Por un lado, está en consideración el tema de la convergencia a una nueva meta de inflación, que ya no es más un rango, sino que es una meta puntual. Por otro lado, seguramente haya que considerar ciertos niveles de recuperación salarial, pero también se puso sobre la mesa que va a haber una política diferencial entre los salarios más sumergidos y los salarios más altos. Entonces, yo imagino que esta consideración va a estar dentro de las pautas salariales, y la posibilidad de poder obtener una recuperación salarial seguramente tenga umbrales distintos para diferentes niveles de salario. Otro de los puntos que podría haber generado cierta controversia es la idea del ministro de Economía, Gabriel Oddone, de ver una oportunidad en este momento, en un contexto donde la inflación viene bajando, para poder iniciar un camino de desindexación. Eso no refiere solo a los salarios y a la desindexación salarial, aunque la incorporemos en este momento en la conversación, pero que puede abarcar otros aspectos. En esa desindexación, que no necesariamente significa una pérdida salarial, con una buena combinación de factores a favor, puede llegar a aproximar esa recuperación salarial para los salarios más sumergidos y una no pérdida en términos reales para los salarios más altos. Las pautas salariales tienen que ser coherentes con la situación actual y con el diseño del presupuesto. 

-Algunos economistas han manifestado que un aumento voluntarista de los salarios puede erosionar el empleo creado. ¿Usted cree que eso es posible?

-Capaz que sí. Si se está pensando en un incremento voluntarista que efectivamente pueda, de alguna manera, no permitir un crecimiento del empleo, puede ocurrir. Ahora, lo que quiero decir es, no necesariamente todos los aumentos de salarios reales implican una reducción del empleo. Yo creo que se puede implementar una política de recuperación salarial y que no necesariamente eso implique una reducción del empleo. Es un equilibrio que no es sencillo, pero creo que es posible.

-El gobierno ya ha dicho que tendrá como prioridad la situación de la pobreza infantil, la pobreza en general y los salarios sumergidos. En ese contexto, ¿qué se puede esperar de la Ley de Presupuesto para este año? 

-Parte de los anuncios que se realizaron en varias oportunidades, tienen que ver con una propuesta de modificaciones en lo que sería la institucionalidad fiscal. Se está haciendo una propuesta, un diseño de modificaciones en lo que tiene que ver con la propia regla fiscal, que se relaciona con las experiencias de otros países. En ese sentido, según lo que se ha publicado en la Rendición de Cuentas, se puede decir que se está avanzando en una mejora de la institucionalidad fiscal. También se está pensando en fortalecer la figura de lo que ahora es el Consejo Fiscal Asesor, para que de alguna manera pueda migrar a un Consejo Fiscal Autónomo, con una serie de atribuciones que lo acerquen a trabajar con autonomía y con independencia, y no con las limitaciones que tiene en este momento. Todos estos cambios yo los leo como una muy buena señal para fortalecer la función de vigilancia que usualmente tienen esos comités, justamente, para poder tener un seguimiento de las metas que se fija el gobierno. Hay que ver también la vocación de poder encontrar un camino mejor o mejorado al que claramente tuvo fallas, porque tuvimos algunos cumplimientos de las reglas establecidas, pero en el último año de gobierno no se cumplió ninguna regla y hubo muchísimas dificultades como para poder lidiar con el ciclo electoral. En definitiva, hubo realmente un incremento en el gasto y un déficit que se fue de los límites anteriores. Se está trabajando para poder fortalecer esa institucionalidad y que efectivamente pueda ser un instrumento útil a la hora de encontrar una trayectoria viable de la deuda. Vamos a tener, además, tal y como fue declarado en la Rendición de Cuentas, un incremento y un escalón en la deuda, que va a motivar que se requiera un nuevo tope de deuda. En definitiva, estos anuncios los leo como algo importante, porque el frente fiscal es delicado y todas estas acciones que están incluidas en el presupuesto no están en una ley expresa, pero estarán en el presupuesto.

-¿Cree que este gobierno maneja tiempos distintos al anterior?

-Me parece que los tiempos que se manejan en el gobierno son distintos a los tiempos que se manejaban en el gobierno anterior, pero creo que lo que hay que hacer es leer el fondo del asunto, no la velocidad a la que esas propuestas salen. Dos meses más, dos meses menos, y la propuesta sale en mejores condiciones y se refleja en el presupuesto. Eso a mi entender es una buena señal. El presupuesto tiene un desafío muy grande que es compatibilizar una situación fiscal delicada y poder, de alguna manera, cumplir con los compromisos de campaña y con las expectativas de los votantes.


“Concretar mejores niveles de crecimiento va a posibilitar bajar los niveles de riesgo del frente fiscal”

-Uruguay tiene el desafío de que su economía crezca a niveles más altos de los que ha crecido durante los últimos 10 años. ¿Qué habría que hacer para que ello sucediera?

-Todo lo que hablamos está apoyado sobre la base de que se posibilite un cambio en la trayectoria de tan magro crecimiento que tuvimos en el período anterior. El papel que pueda jugar el concretar mejores niveles de crecimiento, me parece que va a posibilitar desactivar un poco o bajar los niveles de riesgo que pueda haber en el frente fiscal y posibilitar, con mayor holgura, que se concreten compromisos de campaña que se vayan a instrumentar en el presupuesto. Entonces, ese es un punto que me parece que puede debilitar o fortalecer el cumplimiento, en tiempo y en forma, de todas las metas que se pueda fijar este nuevo gobierno.


“Está claro que el déficit del Gobierno Central-BPS que fue anunciado en febrero de 3,3%, no era una cifra adecuada”

-Parece haber un “relato” contrapuesto en torno a la situación fiscal del país. ¿Cómo lee los números de déficit fiscal? 

-Somos economistas, y por tanto la información se procesa, está en la mesa y es la que hay que tener en cuenta. En este momento, y con los detalles que se publicaron a partir de distintas intervenciones del ministro, y sobre todo en la Rendición de Cuentas, está muy claro que el déficit del Gobierno Central-BPS que fue anunciado en febrero, de 3,3%, no era una cifra adecuada. Después de un arduo trabajo, como se pudo observar, se vislumbró que había medio punto más del Producto Interno Bruto (PIB), lo que implicó postergaciones de gastos y obligaciones, y adelantos de impuestos. Se trata de postergaciones de gastos y obligaciones de aproximadamente 0,4% del PIB y adelantos de impuestos de 0,1% del PIB.