El periodista Leonardo Haberkorn se refirió a los dichos de Topolansky en el libro Los indomables, calificándolos como genéricos y causantes de dudas sobre los crímenes de lesa humanidad que ocurrieron en la última dictadura cívico-militar. Agregó que ella, al igual que Mujica, siendo “protagonistas”, no han ayudado lo suficiente a la reconstrucción del pasado reciente. También mencionó que sus discursos responden a la idea “de no creer que debería haber militares presos por delitos de la dictadura” e indirectamente, al acuerdo entre militares y tupamaros que comenzó con una tregua armada en 1972.
Por Delfina Blanco
Hace un mes, las declaraciones de Lucía Topolansky, integrante del Movimiento de Participación Popular (MPP) y exvicepresidenta de la República, en el libro de Pablo Cohen Los indomables, generaron gran polémica. Allí, expresó que los desaparecidos en la última dictadura cívico-militar fueron “un puñadito” y que algunas personas mintieron al Poder Judicial sobre los delitos de lesa humanidad en pos de condenar a militares.
En este contexto, CRÓNICAS conversó el pasado miércoles 8 de enero con Leonardo Haberkorn, periodista y escritor uruguayo que ha publicado varios libros referidos a la historia del pasado reciente, como “Milicos y Tupas”, donde aborda la relación entre las fuerzas militares y el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T).
Su pobre contribución a la “verdad histórica”
En primer lugar, Haberkorn mencionó que los dichos de Topolansky se alinean con la posición que también ha sostenido Mujica a lo largo de los años, que es “la de no creer que debería haber militares presos por delitos de la dictadura”. Explicó que, si la intención hubiese sido favorecer a la búsqueda de la verdad histórica y la justicia, habría dicho en qué casos concretos “se faltó a la verdad”. Al no haber ocurrido de esta forma, y optar por hablar de forma genérica, el periodista sostuvo que lo que se logró fue “generar dudas y manchas sobre todo ese universo”.
Sin embargo, recordó que los dichos de la exvicepresidenta no reflejan una postura extendida dentro del Frente Amplio sobre el tema. Cabe mencionar que, luego de que la asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos manifestara su repudio, la fuerza política de izquierda emitió un comunicado apoyando la lucha de dicha organización. De todas formas, Haberkorn dijo que la visión de Topolansky y Mujica “en el MLN quizás represente a algunos más”.
Agregó que “es un hecho” que ambos han sido poco contribuyentes a la causa de la “verdad histórica” y explicó que han tenido muchas oportunidades, al ser personas recurrentemente entrevistadas, para contribuir a la reconstrucción del pasado reciente, siendo además “protagonistas” de ella.
“No se han abierto a contar a fondo sobre sus propios actos y a reflexionar sobre lo que ello significó. Mujica siempre habla sobre todo lo que significó para sí mismo, siempre dice que él se fue haciendo mejor persona a lo largo de todo su recorrido, incluyendo los años de cárcel, con lo cual le da a toda su peripecia un sentido positivo. Pero sus actos también tuvieron víctimas y un efecto sobre la gente que reclutó, porque no fue uno más, sino que fue uno de los líderes”, remarcó.
La tregua entre los militares y el MLN-T
En este sentido, para el escritor, el accionar de los Tupamaros fue un elemento importante en la dictadura, si bien no lo identifica como su único causante. Por ello, identifica que la actitud y discurso de ambos responden a una forma de eludir su propia responsabilidad y evadir una “introspección verdadera” sobre las consecuencias de su forma de actuar.
En el libro del autor, “Milicos y Tupas”, aborda una tregua armada entre los militares y el MLN-T que se dio en 1972. En dicho período, aún no se habían disuelto las cámaras, pero “la democracia estaba muy deteriorada y muchos líderes del Ejército, en conjunto con líderes tupamaros, pactaron perseguir juntos a los corruptos, trataron de hacer planes por si lograban tomar el poder, cosa que no ocurrió porque, cuando los militares toman el poder, no son estos mandos medios que habían simpatizado con el MLN”.
En esta línea, subrayó que la postura de Topolansky no responde directamente a este acuerdo, pero sí lo identifica como el primer acercamiento entre los integrantes del MLN y el ejército. “Es ahí donde acordaron por primera vez, y han seguido dialogando, acordando, en una hermandad de combatientes, que en algunos otros momentos históricos han mostrado desprecio por aquellos que no combatieron, por la sociedad que no fue ni militar ni tupamara”.
El uso de las declaraciones para minimizar los crímenes de la dictadura
Con respecto a las posteriores expresiones del líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, el entrevistado afirmó que no tiene dudas de que este tipo de declaraciones pueden ser y de hecho ya fueron utilizadas por sectores, como Cabildo Abierto, para minimizar los crímenes de la dictadura. Haberkorn sostuvo que las palabras de Topolansky responden a un contexto político particular en el que “el tema está instalado hace muchos meses por una parte de la población vinculada a la gente que está presa, que viene insistiendo con que son presos políticos y que la justicia está actuando con un ánimo de venganza”.