Expertos consideran que el auge de Uruguay como destino en la producción audiovisual es una buena noticia para la economía y el mercado laboral

Industria en crecimiento

En medio del éxito internacional de la película “La sociedad de la nieve”, la industria audiovisual uruguaya parece emerger como una oportunidad inesperada para atraer al mercado extranjero. No obstante, la distribución de las obras luego de su estreno continúan siendo un gran desafío. CRÓNICAS reunió diversas perspectivas sobre el tema, consultando a Facundo Ponce de León, presidente de ACAU; Diego Robino, director de Oriental Films/Cimarrón Cine y presidente de Ceppu; Omaira Rodríguez, especialista en Industrias Creativas de Uruguay XXI; y a Pablo Mieres, ministro de Trabajo y Seguridad Social. 

Por: Catalina Misson

Facundo Ponce de León, en diálogo con CRÓNICAS, se refirió al primer año de la Agencia del Cine y el Audiovisual (ACAU), institución que dejó el Instituto del Cine y Audiovisual Nacional como herencia. Aseguró que tanto él como quienes participan en la Agencia, están “muy contentos” de poder consolidar una institucionalidad más ágil, “con más instancias de ida y vuelta con el sector” que ya está dando frutos. También destacó la creación del Observatorio de ACAU, la integración de “una nueva mirada” sobre los fondos y el desarrollo de las obras una vez creadas. El próximo 2 de febrero comenzará el viaje de “La Ruta del Cine” de la mano de la Agencia, una gira que acercará el cine nacional a múltiples localidades del país en 40 funciones distintas, como signo de esfuerzo en el proceso de distribución del cine uruguayo. 

Oportunidades 

Durante este 2024 hay posibilidades de grabar 54 películas en el país, es decir, el doble que el año pasado. Ponce de León entiende que esto se da por películas que “quedaron para atrás en la pandemia”, pero también como un resultado de la introducción del Programa Uruguay Audiovisual (PUA), que reforzó los esfuerzos del Fondo de Fomento Cinematográfico y Audiovisual. El crecimiento exponencial de la industria audiovisual uruguaya es explicado comúnmente a raíz de la atracción del mercado extranjero durante la emergencia sanitaria, ya que Uruguay fue un destino más flexible en las normativas de cuarentena. Pero para Diego Robino, uno de los directores de Oriental Films y Cimarrón Cine y además presidente de la Cámara Empresarial de Productoras Publicitarias, el crecimiento “ha sido un camino de varios años de preparación de la industria” que tuvo su primer auge con los servicios de publicidad. A su entender, las políticas público privadas como el PUA, sumado a la rapidez en el aprovechamiento de oportunidades, lograron atraer clientes “que quedaron instalados en la capacidad de poder producir en Uruguay”, por lo que “la industria “comenzó a crecer y estabilizarse, con proyectos más importantes”. 

Robino aseguró que la producción de contenido audiovisual en Uruguay, “es totalmente una industria de exportación”. El tamaño del mercado y posibilidad de inversión en la producción local, es “incomparable” al del exterior, por lo que lo más rentable es “trabajar para el mundo”, y eso “se ve en los grandes proyectos que nos ponen en el mapa”. Ponce de León agregó que para el incentivo de la participación extranjera, se agregó en las bases de PUA 2023 una herramienta que beneficia económicamente a las empresas del exterior, en el caso de que contraten trabajadores del sector uruguayo para la producción. Ponce de León piensa que el sector del cine audiovisual “ya no es Hollywood dependiente” y hoy es más diversificado, por lo que hay tierra fértil para la consolidación de una industria audiovisual latinoamericana, capaz de competir con las grandes industrias del norte.  

Algunos datos 

Omaira Rodríguez, especialista en Industrias Creativas en el Instituto de promoción de inversiones, exportaciones e imagen país de Uruguay XXI, remarcó que la presencia de plataformas y productoras que llegan al país filmar sus proyectos, es constante. “Estuvimos junto a la ACAU en el American Film Market y nos reunimos con Amazon y Netflix. Ambas plataformas tienen la intención de continuar en Uruguay debido a las ventajas que presenta el país”, contó Rodríguez. Las principales ventajas son las variadas locaciones a distancias cortas, y los beneficios del IVA 0 a las producciones audiovisuales, así como el “Cash Rebate”, que reembolsa hasta un 25% del monto total de las actividades de preproducción, producción y/o posproducción de los rodajes, con un tope máximo de US$ 1.000.000.

Rodríguez también aportó que a través de las líneas internacionales de PUA, sólo en su última convocatoria se realizaron 22 servicios para producciones publicitarias y 16 servicios para películas y series internacionales, que incluyeron la célebre película “La sociedad de la nieve”. En 2023, de acuerdo a los datos presentados por ACAU, se realizaron 72 coproducciones, de las cuales un 55% fueron con Argentina. La especialista aseguró que “el éxito de Uruguay como destino en la producción audiovisual puede leerse como una buena noticia para la economía y la creación de puestos de trabajo de cara al futuro.” Agregó que “hay una muy buena señal de diversificación en nuestras exportaciones”, y que también  existen aportes en términos de promoción de la cultura uruguaya en el ámbito internacional, a través del arte. En el contexto del desarrollo acelerado de la Inteligencia Artificial (IA), Rodríguez entiende que el sector audiovisual “está menos expuesto a la robotización en comparación con algunas áreas más técnicas o rutinarias”, ya que se centran en la generación de ideas originales, la creatividad y la expresión artística, que requiere un alto nivel de habilidades humanas, intuición y pensamiento no lineal. 

La industria audiovisual también se caracteriza por tener un importante nivel de encadenamientos con otros sectores de la economía. Robino cree que se trata de “un derrame bastante horizontal”, ya que no sólo se benefician los participantes directos en la industria -como de técnicos o empresas de equipamiento específico- sino que también se involucran los servicios de transporte, hotelería, locaciones privadas, intendencias, restaurantes. Rodríguez aportó que, para el caso de estos sectores particularmente golpeados en la pandemia, “la exportación de servicios audiovisuales permitió, en muchos casos, continuar trabajando”. Esto se desprende, según la especialista, a partir del dato de que el 30% de los presupuestos de proyectos audiovisuales corresponden a otros sectores de la economía, ajenos al sector audiovisual. 

A mejorar 

Ponce de León está convencido de que es posible redoblar los esfuerzos para mejorar la etapa de distribución de las películas después de su estreno. “Uruguay tiene un desafío ineludible que es el acceso a las obras. La agencia tiene como objetivo en 2024 mejorar esta situación. Es como nuestro desvelo este año. La creación ya funciona muy bien, pero luego hay que saber cómo distribuir, exhibir y archivar. La Ruta del Cine es en respuesta a eso”, concluyó. 

Diego Robino expresó que también hay aspectos a mejorar en el mercado laboral de esta industria. Si bien “se ha mejorado mucho”, el productor de cine entiende que todavía hay mucho camino por recorrer, como buscar mejoras en la capacitación y las posibilidades de trabajo, encontrar un sistema laboral más específico para la industria que le dé más seguridades a algunos integrantes, y una mayor integración de técnicos y de trabajadores a la industria. A pesar de ello, mencionó que hay acuerdos a nivel gremial con las empresas, y que las mejoras “van de la mano” con una consolidación de la industria que “te lo da el tiempo”. CRÓNICAS consultó sobre el tema a Pablo Mieres, ministro de Trabajo y Seguridad Social: “Hay que hacer un esfuerzo grande para mantener los niveles de formalidad y de atracción de capital extranjero, porque el Uruguay tiene una capacidad muy limitada de producción nacional. Entonces, la Agencia del Cine, donde ahora está Ponce de León, va a ser un impulso importante. Hay que ayudar, porque Uruguay tiene recursos humanos muy calificados y características favorables. La prueba de esto es ‘La sociedad de la nieve’, que es una cosa fantástica; nos va a venir muy bien para poner al Uruguay en el mapa”, aseguró el jerarca.


El cine uruguayo como tal, según Facundo Ponce de León. 

– ¿Por qué al uruguayo frecuentemente se lo compra con el recurso de tocar su identidad nacional?

– Creo que lo que nos conmueve es siempre algo universal. Llamémosle amor, dolor, injusticia o miedo, son sensaciones humanas. Ahora bien, el arte para llegar a esa catarsis se encarna en historias específicas. Lo identitario es importante porque toca una fibra tuya. Todas las buenas películas tienen esa ambigüedad, lo más lo más lindo de los Andes es que es tan uruguaya como universal porque trasciende. Es la humanidad ante la adversidad, la solidaridad de la vida y la muerte.

– ¿Cuál es la génesis del mito del cine uruguayo como aburrido, lento, gris?

– Probablemente tiene que ver con el reconocimiento a ciertas obras icónicas. Por ejemplo, “Whisky” es una obra maravillosa, reconocida mundialmente como una obra maestra que soporta el paso del tiempo, pero que tiene una cadencia de cine autoral que parecería que define a todo nuestro cine, y no es así.

– ¿Le parece que el cine uruguayo se destaca?

– Tiene momentos fulgurantes, pero no se sostiene en el tiempo. Tampoco lo tenemos que ver como un defecto o una falla, puede ser la condición natural del crecimiento como tal del sector. Hace poco, conversando con gente de la Asociación de Críticos Cinematográficos del Uruguay, me decían que no hace tanto tiempo que podemos hacer esto, porque recién ahora hay un volumen de películas para decir “mejor fotografía, mejor actriz, mejor guion” Entonces uno tiene que tener siempre esta dimensión histórica de un sector que va creciendo. Un día podría pasar que el cine uruguayo se sostenga como tal. Lo que sí estoy seguro, es que somos gente talentosa.