La coalición se encuentra “bien de salud”, aunque pueden esperarse “algunos quiebres”, según politólogos

FA > “Se está acostumbrando” a ser oposición, y las interpelaciones son un ejemplo de ello

De acuerdo con Adolfo Garcé, la coalición multicolor que conforma hoy la conducción de gobierno se encuentra “bien de salud” y “sin mayores desencuentros”. No obstante, para Victoria Gadea “es esperable que existan algunos momentos de quiebre”, mientras que Antonio Cardarello considera que Cabildo Abierto, en particular, “ha estado marcando su propio perfil en distintos puntos” y podría distanciarse luego de la votación de la reforma de la seguridad social. En diálogo con CRÓNICAS, los politólogos analizaron la realidad política del país, y profundizaron también en el vínculo entre gobierno y oposición.

La oposición cuestiona al gobierno. Este último se defiende y, a su vez, critica a la oposición por juzgarlo.

Esto es así desde tiempos inmemoriales y en todas partes del globo; sin embargo, en Uruguay parecería que las aguas están más tensas últimamente. El manejo de la pandemia y la economía están en tela de juicio por parte del Frente Amplio (FA), más aún con la inminente interpelación a los ministros de Economía y Salud, a lo que se le suma la recolección de firmas que apoya esta fuerza política para derogar varios artículos de la ley de urgente consideración (LUC) (ver recuadro).

En este contexto, diversos politólogos conversaron con CRÓNICAS para analizar el clima político del país hoy, cómo se posicionan sus distintos actores y qué se puede esperar de los vínculos entre ellos.

Gobierno versus oposición

La relación entre el FA y la coalición multicolor, liderada por el Partido Nacional (PN), es tensa, concordaron los expertos. Además, se caracteriza, por un lado, por un partido que “después de 15 años en el poder vuelve a acostumbrarse a ser oposición”, indicó el politólogo Antonio Cardarello, y por otro, con un gobierno que muestra a un presidente que “parece sentirse muy cómodo en la tarea de estar al frente” de la administración. En este sentido, Victoria Gadea acotó que el FA “se está acostumbrando todavía” a su rol de opositor, ya que “es un desafío para cualquier fuerza política”.

En este sentido, en el debate público “predominan los desencuentros”, añadió Adolfo Garcé. Hay excepciones, indicó, como las reuniones sostenidas entre el mandatario Luis Lacalle Pou y los intendentes frenteamplistas, pero se tratan más bien de “encuentros excepcionales en un clima general de desencuentro”.

A modo de ejemplo, las interpelaciones a Azucena Arbeleche y Daniel Salinas —titulares del Ministerio de Economía (MEF) y Salud Pública (MSP), respectivamente— cumplen este rol para el FA: “(estas instancias) van en el sentido de ser contralor y pedir una rendición de cuentas al gobierno actual”, según expresó Gadea y respaldó Cardarello. Garcé, por su parte, se limitó a opinar que de las interpelaciones en general “no suele salir nada productivo”, a excepción de que el público “se entera un poco mejor de las posiciones” de los partidos políticos.

Gobierno versus gobierno

Por otro lado, los analistas también observaron la realidad a la interna de la coalición multicolor.

Para Garcé, esta fuerza política se encuentra “bien de salud” y “sin mayores desencuentros”, algo que tanto Gadea y Cardarello no consideraron así.

La politóloga, por su parte, indicó que “es esperable que existan algunos momentos de quiebre” a raíz de la competencia de cara a la presidencia. Además, también se puede prever que los partidos que la conforman “quieran marcar su oposición como forma de mantener a su electorado activo y demostrar que no es monolítico”. En tanto, Cardarello fue por la misma línea, analizando la realidad por cada partido político: Cabildo Abierto (CA) “ha estado marcando su propio perfil en distintos puntos” desde que asumió el gobierno y “está jugando a diferenciarse” del resto de los partidos de la administración; el Partido de la Gente tiene una visibilidad “muy escasa”; el Partido Independiente “es el que está más atado” a la coalición debido a la escasa votación en las últimas elecciones; y el Partido Colorado “ha marcado algunas discrepancias y está buscando un liderazgo, entonces hay que ver cuando lo consiga, qué posición toma”.

En el caso particular de CA, profundizó Cardarello, podría tener como un posible punto de quiebre y distanciamiento de la coalición la votación de la reforma de la seguridad social.


LUC: ¿victoria o derrota para el FA?

Respecto a la intención del Frente Amplio de derogar diversos artículos de la LUC, a entender de Garcé “no hay ningún elemento para decir ni que van a llegar al objetivo que se trazaron ni que no lo van a hacer”. Según Gadea, la meta está “lejos”, aunque no es “inalcanzable”.

“Podría ser alcanzable, lo que no necesariamente garantiza que, de ir al acto cívico, efectivamente consigan derogar los artículos de la LUC. Eso es otro desafío posterior luego de conseguir las firmas”, acotó la experta.

En este sentido, los politólogos analizaron distintas consecuencias respecto a qué pasaría si efectivamente se consiguen las firmas.

Garcé sostuvo que se abriría un debate “importante” en el país respecto a los principales contenidos de la ley ómnibus, fundamentados por los dirigentes parlamentarios de la coalición. 

Gadea argumentó que se consignaría “una pequeña victoria” para el FA; y en el caso de perder, sin embargo, puede ser una forma de “reconfigurarse” y “proyectarse a futuro”.

El peor escenario, consideró Cardarello, es que se llegue a las firmas por muy poco margen porque “podría levantar sospechas”. Según detalló, “siempre existe una cantidad de firmas que pueden ser recusadas o invalidadas”, y tanto el gobierno o la oposición pueden verse tentados a utilizar este recurso (si se consiguen las firmas, el gobierno lo haría, y de no conseguirse, la oposición).

El politólogo continuó y dijo que esta derogación fue tomada como “una bandera que llevar adelante para ejercer oposición” por parte del FA, por lo que, de no conseguir su objetivo, igual sería considerado un éxito. “En cualquier caso lo van a tomar como algo positivo”, sentenció.

De todas formas, Gadea insistió en que la discusión trasciende a la LUC. “Quizás el desafío tiene más que ver con poder ocupar más espacios, o demostrar que es un proyecto que es bastante más amplio en cuanto al arco ideológico y poder hacer síntesis en la interna y no solamente tener posturas tan monolíticas en algunos temas; ese es un desafío mucho más grande que lo que representa la LUC hoy”, finalizó la politóloga.