Según la CIU, la ley de Residuos va contra las tendencias mundiales

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La Cámara de Industrias del Uruguay emitió un comunicado en el que manifestó sus discrepancias con el proyecto de Ley de Gestión Integral de Residuos. Jorge Pereyra, integrante de la agremiación, explicó a CRÓNICAS que se trata de una “ley apresurada” ya que “se deben contemplar” los éxitos internacionales en el asunto, en los que se regula aplica la Responsabilidad Extendida del Productor y no la aplicación de impuestos.

Por Jessica Vázquez | @jessvazquezl

El mundo se dirige hacia un cambio de conciencia en cuanto al cuidado medioambiental, pero no se trata únicamente de decisiones entre personas, sino que también implica la aplicación de reglamentaciones para ciudadanos y empresas públicas y privadas. Uruguay va en esa línea, y es por eso que se encuentra en tratamiento un proyecto de ley de gestión de residuos. El mismo está generando acuerdos y desacuerdos, y la CIU, a pesar de proclamarse a favor de la promulgación, mantiene diferencias con el enfoque.

“La Cámara de Industrias del Uruguay manifiesta sus profundas discrepancias con el proyecto de ley de Gestión Integral de Residuos, en tratamiento en el Parlamento. Entiende que en el mismo se prioriza el fin recaudador por sobre el ambiental, yendo en sentido contrario a las experiencias del resto del mundo en materia de gestión de residuos y búsqueda de la sostenibilidad”, así comienza el comunicado publicado por la CIU.

El entrevistado comentó que desde que se incrementó el consumo en general mundialmente, la única solución para la gestión ambiental adecuada de los residuos es ir por el procedimiento de la economía circular. “En este proyecto uruguayo, desafortunadamente, para determinados residuos se va por un camino opuesto que es el de la imposición de un tributo selectivo a determinadas corrientes de residuos”, detalló.

En esa línea, sostuvo que la CIU está profundamente comprometida con el medio ambiente y trabaja desde hace más de 12 años en diferentes experiencias en conjunto con el Estado, como ser el Plan de Gestión de Residuos de Envases, así como otros temas vinculados a diferentes tipos de residuos. “Creemos que la solución pasa por la gestión responsable, a cargo de quien lo genera, a través de un mecanismo que permita su reciclaje. El impuesto no generará de por sí un mejoramiento ambiental, sino que simplemente generará inflación y al consumidor final, sin distinción, un aumento de precios”.

Medidas exitosas

Existe una corriente que se ha dedicado a promover todas las acciones que tienen que ver con el reciclaje y valorización de los residuos. La agenda ambiental para 2030, los apoyos de la Organización de las Naciones Unidas en ese sentido, y de organismos privados y públicos. Pereyra señaló que estas corrientes “conducen a un compromiso entre el productor y la sociedad directamente, para que ese elemento descartado por su primer uso pueda volver al mercado de otra forma”.

Respecto a eso, en el país se halla el ejemplo de los envases pet, que se reciclan y vuelven a ser materia prima. También están los que se valorizan en el programa de campo limpio; el polietileno expandido, que puede volver en artículos didácticos o en otras bandejas, comentó el representante. Y añadió: “Hay un sinnúmero de ejemplos donde el residuo deja de serlo para ser valor. A partir de allí, aunque los valores no sean suficientes como para solventar toda la cadena, se cuida el medio ambiente y se justifica el gasto incluido en esa operativa”.

El comunicado resume que la CIU entiende que la ciudadanía no puede ni debe cargar con más impuestos al consumo. Esta medida “generará un incremento de precios de productos de uso diario e indispensable, aumentando así el costo de vida de los uruguayos y afectando negativamente la ya delicada competitividad de las empresas nacionales”.


De espaldas al tratado

Uno de los puntos del comunicado publicado, indica que “abundan los ejemplos de programas que promueven la Responsabilidad Extendida del Productor por sobre la aplicación de un impuesto”, destacándose el ejemplo de la Unión Europea (UE), con quien Uruguay acaba de firmar un acuerdo histórico dentro del Mercosur.

En ese sentido, Pereyra explicó que es un punto a tomar en cuenta si se quiere mirar hacia adelante. “Este acuerdo tiene características muy especiales, puesto que la UE es el segundo cliente para las exportaciones uruguayas, y ellos fomentan especial cuidado en lo que hace al residuo y la gestión del mismo”, resaltó.

Explico que actualmente se observa que no necesitarían ser los propios gobiernos quienes se encarguen de esto, sino las empresas que son internacionales y multinacionales porque están recibiendo de sus accionistas e inversores una preocupación mayúscula sobre el cuidado del medio ambiente, dijo.

“Los empresarios saben que los descuidos no solo afectan el valor de la empresa, sino que la carga de indemnizaciones puede ser gigantesca. Entonces, están alerta y buscan las mejores soluciones”, indicó.

Por eso entienden “apresurado e inoportuno” generar un marco que potencialmente pueda no coincidir en su diseño con el acuerdo.