Aprender en el camino y volverse protagonistas en esta industria

Diego Aramendía, director general de Berkes

Si bien el trabajo de Berkes en UPM Paso de los Toros -con una participación en el área civil, mecánica y eléctrica- comenzó en el 2019, la historia de esta empresa con las plantas de celulosa se remonta al inicio de la ex Botnia. En el camino, explicó el ejecutivo, la empresa pasó de tener pocos contratos directos y ser subcontratada para ciertas tareas a desarrollar por sí misma y con mano de obra uruguaya proyectos de gran entidad y complejidad técnica, como la chimenea de 130 metros de altura que realizó en Paso de los Toros.

¿Qué enseñanzas dejó para la empresa la participación en este proyecto?

Para nosotros fue un hito, ya que nos marcó un fuerte crecimiento en la participación de la compañía en lo que fueron las plantas de celulosa.

Nosotros participamos en todas. Trabajamos en la primera, en lo que fue Botnia, con una participación bastante menor que en esta última- Berkes era una empresa más chica en aquellos años- trabajamos en algún contrato directo y como subcontrato de varios.

En la segunda planta de celulosa, que fue la de Montes del Plata, ya trabajamos, bastante más, tuvimos mucho más gente involucrada, más contratos, más facturación, una presencia mucho más relevante; y en esta última tuvimos una participación muy fuerte.

Algunos de esos proyectos que nosotros originalmente hacíamos como subcontratos de empresas extranjeras, hoy los hacemos como contratistas principales, siendo una empresa uruguaya. Esto denota un desarrollo en general de la industria; cosas que antes había que hacerlas con empresas extranjeras, hoy, por suerte, se hacen con empresas uruguayas.

En este tipo de proyectos todos hemos ido aprendiendo mucho. Ha sido un gran desafío y estamos muy contentos de haber participado y de ser una parte importante de las empresas que trabajaron allí.

En lo que refiere a la obra civil, ¿cuál creen que fue la parte más destacada en la que participaron?

En la obra civil tuvimos varios contratos, pero el más emblemático fue el de la chimenea de hormigón, de casi 130 metros de altura. Fue de los primeros en realizarse, en abril del 2020, con un desafío técnico fuerte, porque se utiliza una técnica que se llama deslizado, que es un llenado continuo de hormigón, en este caso de unos casi dieciséis metros de diámetro y 130 metros de altura.

Este contrato ejemplifica la evolución que mencionaba, ya que en la primera planta de celulosa nosotros trabajamos haciendo alguna tarea subcontratada para una empresa extranjera, que  realizó este trabajo mientras que en esta planta de UPM Paso de los Toros lo hicimos nosotros directamente como empresa uruguaya, con nuestros técnicos y mano de obra local.

También hicimos mucho hormigón armado, llevamos a cabo un llenado masivo de las bases de la caldera de unos 7.200 metros cúbicos, una obra también súper desafiante.

¿Y en lo que tiene que ver con la obra eléctrica?

Después de la parte mecánica entran los trabajos eléctricos, y ahí hemos trabajado en muchas de las áreas. Montamos más de 700 km de cable en diversos sectores de la planta, haciendo eléctrica de potencia y de instrumentación y control, con casi 400 personas involucradas en esos trabajos.

¿Cuántos contratos alcanzó la empresa con UPM Paso de los Toros?

Hemos llegado a trabajar con más de 1.000 trabajadores en simultáneo, con trabajos en obras civiles, obras mecánicas y obras eléctricas. Ejecutamos unos 35 contratos en total en estas especialidades.

Todavía tenemos más de 100 personas haciendo diversos trabajos de diferentes terminaciones, porque sigue habiendo algún trabajo menor.

En total, entre las tres especialidades, superamos las tres millones de horas de trabajo.

Cabe destacar que en nuestra empresa dentro de la planta tuvimos muy baja siniestralidad, no tuvimos accidentes de entidad.