En el muy corto plazo tenemos otro desafío, que es sostener el sistema científico nacional. Ahí no hay noticias extremadamente buenas. El 80% de la investigación en Uruguay se desarrolla en la Universidad de la República, y buena parte de esa investigación se sostiene en un régimen de dedicación total que genera cierta tranquilidad con una remuneración austera, pero plausible, para aquellos que tienen vocación para la investigación (y quieren) desarrollar su vida en Uruguay. Eso se logró en 2020; lo que pasa que por delante tenemos el desafío de cómo abrimos espacios para que los jóvenes que se terminan de formar dentro y fuera del país a alto nivel en todas las áreas de la ciencia y la cultura tengan espacios para poder desarrollar su potencialidad en Uruguay.¿Esto quiere decir que es malo que algunos uruguayos quieran ir al extranjero? No. Vivimos en un mundo global, y está bien que haya gente que quiera desarrollar su vida académica fuera del país. El problema es que eso se dé porque Uruguay no genera oportunidades. Creo que estamos al borde de comenzar un ciclo donde eso pueda ser una realidad. Eso lo considero preocupante en el muy corto plazo, y en clave de largo plazo también.“En el muy corto plazo tenemos el desafío de sostener el sistema científico nacional”.