No estaría entre las prioridades de Europa el tratado con el Mercosur, según expertos

Lacalle Pou > actúa de mediador, con necesidad de dialogar con la UE, Brasil y Argentina

Según los analistas internacionales Ignacio Bartesaghi y Gonzalo Oleggini, el tratado entre el Mercosur y la Unión Europea no está dentro de las prioridades del bloque del viejo continente. Esto se debe a que Europa tiene otras cosas en mente, como el Brexit, el Covid-19 y el presupuesto del 2021 a 2027. Además, los aspectos económicos y comerciales no son de interés para Europa, sino que apuntan más por los valores geopolíticos del acuerdo.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

El pasado lunes 31, el presidente Luis Lacalle Pou mantuvo una conversación por teléfono con la canciller alemana Angela Merkel sobre el tratado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). Ambos jerarcas se encuentran presidiendo sus respectivos bloques durante este semestre.

Tras el encuentro, el presidente twitteó que el acuerdo “avanza aunque no con la velocidad esperada”, y detalló que “quedan por resolver” temas ambientales y de procedimiento, además de la pandemia. “Convenimos en hacer un seguimiento con nuestros equipos y evaluar resultados”, añadió el mandatario. Por su parte, el canciller Francisco Bustillo indicó que el tratado seguramente se suscriba en 2021, aunque sin ninguna fecha estipulada.

En diálogo con CRÓNICAS, expertos en análisis internacional se refirieron a la realidad a la que se enfrenta el acuerdo y las intenciones de la Unión Europea de concretarlo.

Agenda de prioridades

Tanto Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales, como Gonzalo Oleggini, investigador en negocios internacionales, coincidieron en un aspecto crucial para el desenlace del acuerdo: no configura una prioridad para Europa.

El contexto que el viejo continente atraviesa influye mucho en esta falta de interés. Actualmente, el bloque lidia con la salida del Reino Unido -si se da en el marco de un acuerdo o no, con fecha límite antes de fin de año-, un paquete de ayuda económica frente al Covid-19 de más de 800.000 millones de euros, y el presupuesto para el período 2021-2027, con toda la complejidad que lleva negociarlo.

Si bien Alemania era una de las naciones más proclives hacia la concreción del tratado con el Mercosur, Europa hoy puede dividirse en dos, según Oleggini. Por un lado, los países más agrícolas que están en contra del acuerdo, y por otro, los países más industrializados, que están a favor.

“Todo eso está arriba de la mesa. Mirando ese escenario, puede verse qué tanta importancia le puede dar la UE a un acuerdo con el Mercosur”, sostuvo el investigador.

Asimismo, Bartesaghi también opinó que de los tres pilares que conforman el pacto -económico y comercial, cooperación y político-, el primero es el menos relevante para Europa. A su vez, expresó que el pilar político en un contexto internacional tan convulsionado, donde Europa está “perdida” en la guerra comercial entre China y Estados Unidos y además ha perdido influencia en Latinoamérica -que se la ha quitado el gigante asiático-, es importante. 

Europa necesita un acuerdo con el Mercosur porque esto le abre la puerta a casi todos los países de Latinoamérica y el Caribe, argumentó el analista. 


 Falta de comunicación

Por otro lado, desde esta parte del mundo las cosas tampoco marchan viento en popa.

Según analizó Bartesaghi, ni Brasil ni Argentina están ansiosos de que el acuerdo se concrete. Desde el lado de la potencia sudamericana, el analista internacional recordó que el vicepresidente Hamilton Mourao recientemente señaló que el acuerdo “comienza a naufragar”. A esto se le suma que el propio mandatario, Jair Bolsonaro, ha sido criticado por autoridades europeas debido a la deforestación y quemas de la Amazonia, ya que las cuestiones ambientales tienen gran peso político para el viejo continente.

Argentina, en tanto, “ha dado también señales muy malas en cuanto a este acuerdo”, expresó el analista. A su juicio, el país “es clarísimo que volvió para atrás” en materia de apertura comercial, cuando es necesario no solo firmar este acuerdo, sino también defenderlo en el Congreso, lo cual no está pasando.

Ante esta realidad de los vecinos, con el poco margen de acción que Uruguay tiene, Lacalle Pou tiene un rol más de mediador, apuntó Bartesaghi. “Lo que puede hacer el presidente es lo que está haciendo. Primero, hablar con Merkel, y tener información de primera mano de lo que está ocurriendo. Ahora lo que resta es intentar mantener un diálogo con la región de que en estos meses no se generen conflictos adicionales a los que ya tenemos para el proceso de cooperación”, expresó el experto.

Por su parte, Oleggini se cuestionó si es posible firmar el acuerdo en el primer semestre del año próximo, como habían coincidido Lacalle Pou y Merkel en su llamada. En este sentido, insistió en que Uruguay debe aprovechar la presidencia pro témpore tanto de él como de Alemania para tratar de avanzar.

“El tema es que, en la definición de si el acuerdo avanza o no del lado del Mercosur la tiene como siempre el líder, que es Brasil. No la tiene Uruguay”, advirtió Oleggini.