Para expertos, el país debe continuar planteándose si quiere seguir buscando la modernización del Mercosur o hacer su propio camino

No existen > consensos en el bloque, y son necesarios para la toma de decisiones, coincidieron

En diálogo con CRÓNICAS, Gonzalo Oleggini, investigador en negocios internacionales, comentó que Uruguay debe tener dos estrategias en materia internacional. El plan A, dijo, es seguir negociando la flexibilización dentro del bloque, con fecha límite hasta finales de 2021; mientras que el plan B consiste en “tomar decisiones” para definir su camino por fuera del bloque. Por su parte, Damián Rodríguez, investigador del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, coincidió en la búsqueda de consensos para la flexibilización entre los países miembros, y la segunda opción también implica que Uruguay abandone el Mercosur. Sin embargo, se cuestionó qué es lo que pretende hacer el país si se va del bloque.

La semana pasada se anunció desde el sector industrial de Brasil la petición para retirar la propuesta de ese país para reducir el arancel del Mercosur, ya que traería aparejado una mayor competitividad. A esto se le suma la propuesta de flexibilización realizada por Uruguay —y respaldada por el país norteño— de flexibilización del bloque, pero que se encuentra con la negativa por parte de Argentina, actual presidente pro témpore del bloque.

Esa es la realidad del bloque al día de hoy: entre la modernización y la baja del arancel externo común. A esto se le suma, de acuerdo con Damián Rodríguez, que existe a nivel global un “marco de incertidumbre” al cual el Mercosur “no es ajeno”. En diálogo con CRÓNICAS, el docente e investigador del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (FCS-Udelar) expresó que, justamente, “hay algunas desavenencias” entre los socios respecto a cuál es el mejor modelo de inserción internacional que corresponde adoptar, “y en ese sentido cuál es el modelo de desarrollo que debe perseguir”.

De esta manera, Rodríguez se refirió a que no hay consensos dentro del bloque. Al respecto, Gonzalo Oleggini, investigador en negocios internacionales, comentó en diálogo con CRÓNICAS que en el Mercosur las decisiones se toman con la aprobación de los cuatro países miembros, por lo tanto, no existe la posibilidad de obtener una mayoría sobre un tema, por ejemplo, el pedido de flexibilización hecho por Uruguay y  que Argentina no comparte.

A su vez, para Rodríguez, la flexibilización propuesta se compara con una inserción internacional que “hoy en día ya no se está practicando”. A su juicio, esto se debe a que el mundo está transitando hacia nuevos modelos de producción, acompasado de un desacople de las cadenas globales de valor y un uso del proteccionismo como instrumento de política en los países desarrollados; tendencias que la pandemia “reforzó o aceleró”, indicó.

Los caminos de la vida

Dentro de algunas semanas, Argentina pasará la posta de la presidencia del Mercosur a Brasil. Para el investigador internacional, esto está cargado de expectativas sobre qué hará el país liderado por Jair Bolsonaro sobre la flexibilización y la rebaja del arancel externo común. Según opinó, “los caminos están completamente cerrados” en ambos temas. Además, para Oleggini, la presidencia de Brasil es “la última bala de plata”. Si en estos próximos seis meses no hay avances, “yo creo que Uruguay va a tener que definir otra estrategia”, proyectó.

Por su parte, Rodríguez consideró que la cumbre venidera no va a augurar buenos resultados, lo que genera “preocupación”.

Así, esto le abre el camino a Uruguay a dos opciones distintas, aunque ambos expertos expusieron rutas variadas.

El plan A, puntualizó Oleggini, consiste en intentar seguir negociando la estrategia de búsqueda de una modernización del bloque dentro de la presidencia pro témpore de Brasil, con el 31 de diciembre de 2021 como fecha límite. “Después tenemos que entrar a pensar en un plan B que, obviamente, ya es tomar decisiones por parte de Uruguay”, concretó. Esta última medida debe realizarse independientemente del plan A, para lograr determinar cuál va a ser la estrategia del país en el Mercosur. “Ahí el país se va a tener que replantear qué caminos no dan resultado en el Mercosur (…) Uruguay no se puede quedar sin acuerdos comerciales, y los acuerdos con el Mercosur no van a venir”, declaró el investigador.

En tanto, Rodríguez manifestó que una primera opción es negociar por consenso y buscar la alternativa para que los cuatro estados miembros del bloque “queden conformes” con la decisión de flexibilización del Mercosur. El escenario opuesto, sin embargo, conlleva a una “salida unilateral” de Uruguay (mediante una denuncia al Tratado de Asunción) para dejar de formar parte del bloque regional.

“Quedarte y flexibilizar no es más que un eufemismo para no querer hablar de la ruptura, y la ruptura significa derogar una norma —que es la 32/00— que obliga a que las negociaciones extra Mercosur sean en bloque, como la que se logró con la Unión Europea. Eso dejaría muy mal parado al bloque respecto a lo que ha logrado en estos años en negociaciones comerciales”, reflexionó el investigador de la FCS.

A su vez, Rodríguez insistió que si Uruguay abandonara el bloque, “habría que ser serios y presentar un informe de evaluación de lo que se pretende hacer”. El experto reconoció que “desconoce” hacia dónde quiere ir el país en materia de política de inserción internacional. Esto debe llevar a una discusión respecto al tema, para preguntarse: “Si nos vamos del Mercosur, ¿quién va a venir a golpearnos la puerta?, ¿qué hay afuera?”.


Opinión que respalda

El doctor en Economía, Marcel Vaillant, también estudió la situación actual del Mercosur. En diálogo con CRÓNICAS, se refirió al alineamiento entre Lula y Fernando Henrique Cardoso (dos históricos rivales políticos) en respaldo al presidente argentino por resistir la iniciativa de Brasil de reducir las tarifas de importación dentro del bloque. A su entender, la conjunción entre ambos expresidentes “le da centralidad al tema” en la medida que “lo pone en la arena de disputa política interna” en Brasil.

El profesor titular de Comercio Internacional del departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar) afirmó que “trasciende el hecho en sí aunque claramente lo contamina”. Indicó, además, que es “llamativo” ese nivel de intromisión en la política de otro país actuando desde la oposición contra la postura oficial del propio gobierno brasilero.

Dicho esto, consideró que el alineamiento entre ambos exmandatarios “le da momento y tensión” al tema.

En tanto, Vaillant indicó que el respaldo de los dos líderes a la postura argentina no echa por tierra las aspiraciones de Uruguay de flexibilizar el bloque, “pero sí revela que la ventana de oportunidad para generar hechos es ahora, este año”. Expresó que esto aplica para Uruguay pero también para Brasil, “y eso es bueno para nosotros”.

Así, el experto entiende que hay cambios a promover que, de instalarse, “no se van revertir incluso por quienes hoy de forma oportunista declaran en contra de ellos”.