Consultado respecto a si no sería oportuno dar una tercera dosis también a la población en general, más teniendo en cuenta la llegada de estas variantes riesgosas, el especialista reconoció que hacerlo sería positivo porque de esa forma se “aumenta la efectividad”, dado que se incrementa la posibilidad de prevenir casos de síntomas leves o moderados, y también disminuye la chance de que el covid-19 se disperse en la sociedad. En su opinión, el primer punto de la campaña de vacunación debería apuntar a que la población esté inmunizada para, posteriormente, dar un paso más, que podría centrarse en vacunar con una tercera dosis. La estrategia en este camino tendría que ser la de inocular, en primer lugar, a los inmunodeprimidos, luego a personas con comorbilidades o adultos mayores -habría que establecer cuál sería el criterio de dónde se pone el foco primero para intentar mantener con buena inmunidad a las personas más susceptibles-, y por último al público en general.Sobre la posibilidad de dar una tercera dosis de Pfizer a la población en general, Fajardo afirmó que sería positivo porque “aumentaría la efectividad”.