Para incrementar la inversión, el gobierno entrante deberá encarar importantes desafíos en materia de innovación

ANII > Aún no se ha reunido con autoridades del MEC, pero “está a la espera”

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Atraer más ingenieros, mejorar el ambiente regulatorio, facilitar la creación de patentes y propiedad intelectual en el país, crear un fondo de capital de riesgo y promover la innovación abierta, son los cinco retos que Fernando Brum, presidente saliente de la ANII, resaltó para darle más peso al sector y, de esa forma, incrementar la inversión.

El pasado martes, el gobierno de Luis Lacalle Pou designó algunos de los cargos que faltaban en su gabinete. Ancap, UTE, y Antel fueron solo algunos de los entes que recibieron nuevas autoridades.

Entre los organismos que siguen a la espera de un líder multicolor, sin embargo, se encuentra la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

En diálogo con CRÓNICAS, su actual (y saliente) presidente, Fernando Brum, expresó que por el momento no se han reunido con las nuevas autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), cartera a cargo de la Agencia. En esta línea, el jerarca comentó que está a la espera de que les llegue la información de quiénes serán los próximos titulares. “Estamos a disposición, por supuesto, y vamos a hacer el camino que corresponda”, puntualizó.

Asimismo, Brum se refirió a los principales desafíos del sector de la innovación de cara al futuro -para que tenga más peso del que actualmente tiene y se incremente la inversión- tarea que, señaló, es una decisión que corresponde al gobierno entrante.

Los retos

El primero se trata del capital humano, es decir, la falta de ingenieros. Ante esta carencia, Brum argumentó que se deben tomar medidas, tanto para facilitar la llegada de ingenieros extranjeros, como para invertir más en apoyar las carreras vinculadas a la ingeniería en Uruguay.

El jerarca reconoció que fomentar exclusivamente esta carrera “suena raro” para el país, ya que “hay una especie de sensación de que lo fantástico es llegar al consenso”. Pero si tratamos a todos por igual y tenemos en un tema una escasez muy grande, no la vamos a estar resolviendo”, argumentó.

El segundo desafío que azota a los temas de investigación y desarrollo es el del ambiente regulatorio que hay en Uruguay, el cual, según el entrevistado, en algunas ramas, es muy hostil a la innovación. A modo de ejemplo, nombró tres sectores en particular: lo vinculado a la tecnología incorporada al sector financiero –fintech-; lo relacionado a la salud; y en la regulación aérea, que afecta a dispositivos como los drones.

“Hay que pensar bien el tema de las regulaciones; hay muchas dimensiones, hay diversas facetas, pero ahí hay un área importante para trabajar”, apuntó.

En tercer lugar, está el tema de la propiedad intelectual. Según explicó, “Uruguay es una isla rebelde y absurda en un mundo integrado”, ya que no se acopló al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT, por sus siglas en inglés). Este instrumento unifica las patentes alrededor del mundo; es decir, “como Uruguay no reconoce las patentes del resto del mundo, tampoco el resto del mundo reconoce las nuestras”, explicó.

Es por esta razón que patentar algo en el país “es lo peor que podés hacer”, según el especialista.

Para enmendar esta situación, se deberían hacer dos cosas: por un lado, firmar el PCT -según Brum, quedó “empantanado” en el Parlamento en el período pasado-, y además, tener un servicio de valorización potente que puede asesorar a instituciones y empresas a identificar la propiedad intelectual.

Como cuarto punto, hizo hincapié en la importancia de crear un fondo de capital de riesgo, que es algo que el país carece. “Sería muy bueno contar con un fondo de capital de riesgo local que asocie inversión pública con inversión privada para invertir en las empresas cuando pasa los niveles para los cuales la ANII opera”, explicó al respecto.

Por último, pero no menos importante, apeló a la promoción de la innovación abierta.

“El mundo es tan complicado y los problemas son tan sofisticados que es bastante irreal pensar que dentro de una institución o una empresa vamos a tener todo el capital técnico para resolver todos los problemas”, indicó. Entonces, se debe salir a buscar soluciones fuera de la propia empresa.

“Es decir, (innovación abierta) es un programa de matchmaking, alguien tiene un problema, le salimos a buscar quién se lo pueda solucionar”, indicó. De esta manera, promover este mecanismo es importante para que start-ups, además de resolver problemas, se acerquen a empresas grandes y tengan una mayor red de contactos.