“Todos podemos hacer algo para preservar nuestro entorno natural para las generaciones presentes y futuras”

Silvana Romero, presidenta de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea)


Además de ser la entidad reguladora y fiscalizadora de los servicios de energía y agua en todo el país, la Ursea también trabaja por la protección del medio ambiente. Entre sus responsabilidades directas se destaca el control de la calidad del agua que se suministra a la población y los servicios de saneamiento. En conversación con CRÓNICAS, su presidenta remarcó que las “acciones individuales y colectivas tienen un impacto significativo en el medio ambiente”, por lo cual cada elección que uno hace “puede contribuir positivamente o agravar los problemas ambientales”.

-¿Cuál es el rol de la Ursea en materia de medio ambiente?

-La Ursea es la entidad reguladora y fiscalizadora de los servicios de energía y agua en todo nuestro país y que también trabaja por la protección del medio ambiente. En primer lugar, no perdemos de vista los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, asumidos por el Estado uruguayo en 2015, que subrayan la necesidad apremiante de adoptar prácticas responsables para abordar el cambio climático y combatir las desigualdades tanto a nivel nacional como global.

La regulación de los sectores de competencia de la Ursea es clave para asegurar el cumplimiento de los objetivos y compromisos adquiridos, por lo que Ursea contribuye activamente al bienestar y la salud de la población y al cuidado de nuestro preciado hábitat.

-¿En qué ha trabajado la unidad reguladora por el cuidado del medio ambiente? ¿Cuáles han sido los compromisos en esta área y los objetivos planteados?

-Al reflexionar sobre las responsabilidades directas de la unidad se destaca el control de la calidad del agua que se suministra a la población y los servicios de saneamiento. En ese sentido, desde 2004, la Ursea lleva adelante el Programa de Vigilancia de la Calidad del Agua Potable, por el cual se realiza un monitoreo exhaustivo de los parámetros físicos, químicos y microbiológicos del agua en todas las localidades del país con más de 1.500 habitantes, con el fin de asegurarnos que se mantengan los estándares de calidad establecidos, en todo el territorio nacional. En este momento de extrema sequía y contemplando la excepcionalidad de las medidas de contingencia adoptadas, hemos incrementado los controles que se realizan en la zona metropolitana para poder determinar si el agua que se distribuye, dadas las circunstancias, sigue siendo apta para el consumo humano.

En lo que refiere a la distribución de combustibles, la Ursea ha puesto en vigencia en el año 2020 el reglamento de seguridad para las estaciones de servicio (expendedoras de combustibles). Este reglamento es un paso importante en términos de regulación, y en él se incluyen consideraciones medioambientales significativas, regulándose en particular la instalación y mantenimiento de los tanques de combustibles. Asimismo, la Ursea tiene la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de los estándares establecidos en cuanto a la calidad de los combustibles suministrados en todas las estaciones de servicio del país, garantizando de esta forma que se distribuyan combustibles que permitan una adecuada combustión en motores de los vehículos.

Además, con el objetivo de promover la protección ambiental y fomentar el uso de energías renovables, la Ursea colabora activamente en la promoción de la energía solar a nivel residencial y empresarial. En este sentido, se destaca la Ley Solar (Ley 18.585, año 2009), que declara de interés nacional la investigación, desarrollo y formación en el uso de la energía solar térmica. Esta legislación tiene como propósito diversificar la matriz energética del país y fomentar el aprovechamiento de la energía solar como fuente sostenible. La Ursea trabaja en conjunto con diversas instituciones y actores del sector para impulsar la implementación de esta ley y promover el uso responsable y eficiente de la energía solar.

También comenzamos a trabajar en la implementación del control del etiquetado de eficiencia energética para los vehículos eléctricos, ambos aspectos fundamentales en la transición hacia energías y combustibles sustentables.

Por otro lado, nos encontramos estudiando el mercado de regulación de la producción de hidrógeno verde y los nuevos combustibles derivados que reducen las emisiones de CO2.

-¿Qué reflexión hace en este Día Mundial de Medio Ambiente? ¿Cuál es la importancia de tomar conciencia de los cuidados ambientales?

-Creo que este día nos convoca a meditar sobre la importancia de tomar acción no solamente como país sino también desde lo individual. La realidad es que el planeta está experimentando desafíos ambientales sin precedentes, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación generalizada. Estos problemas impactan directamente en nuestra calidad de vida, así como en la salud de los ecosistemas que sustentan nuestra existencia.

Tomar conciencia de los cuidados ambientales implica comprender que nuestras acciones individuales y colectivas no son indiferentes, tienen un impacto significativo en el medio ambiente y por lo tanto somos responsables. Cada elección que hacemos, desde cómo consumimos energía hasta cómo gestionamos nuestros desechos, puede contribuir positivamente o agravar los problemas ambientales existentes.

En ese sentido, creo que es importante entender que todos podemos hacer algo para proteger y preservar nuestro entorno natural para las generaciones presentes y futuras. Podemos y debemos adoptar medidas concretas para reducir nuestra huella ecológica, desde pequeñas prácticas como clasificar residuos hasta grandes políticas medioambientales. 

Además, tomar conciencia de los cuidados ambientales nos permite apreciar la belleza y la importancia de la naturaleza. Nos conecta con la necesidad de proteger los ecosistemas nacionales frágiles y valiosos, así como de trabajar juntos para encontrar soluciones innovadoras a los desafíos ambientales globales. Ya somos referencia en el mundo por la transformación de nuestra matriz energética, debemos seguir en ese camino y no desviarnos.

Solo a través de la acción individual y colectiva, basada en la conciencia y el compromiso, podremos preservar nuestro planeta, garantizar un equilibrio entre la prosperidad humana y la conservación de la naturaleza, y asegurar un futuro sostenible.