Unos 34 empleados de la IM limpiarán las playas junto a voluntarios umbandistas luego de Iemanjá

Playas del Este > EL PERSONAL ES CASI EL DOBLE QUE EN DÍA NORMAL DE TEMPORADA

La naturaleza es a quien representa Iemanjá, diosa del mar para los umbandistas. Las ofrendas que sus creyentes le regalan al mar cada 2 de febrero, con sus mejores intenciones, pueden ser, sin embargo, muy dañinas para el agua y la naturaleza. Barcas de espuma plast, paquetes de celofán, plásticos y vidrios son algunos de los materiales contaminantes que utilizan los fieles a Iemanjá para sus ofrendas. Por eso, este año piden «perdón a la naturaleza».

Por Federica Chiarino | @FedeChiarino

«Les invito a la fiesta de Iemanjá Orixá africana Madre de las Aguas. Con tambores sagrados y ofrendas no contaminantes, vamos a la playa bajo la consigna ‘Perdón Naturaleza’; ritual de agradecimiento y reconciliación, haciendo un llamado público a cuidar el ecosistema cada día». Así comienza la publicación de la diputada afroumbandista Susana Andrade en el portal entornointeligente.com, donde habla de la fiesta de Iemanjá, su significado, y sobre la importancia de utilizar solo materiales naturales para cuidar la naturaleza.

Llega el 2 de febrero y todo es alegría, música y festejos para los umbandistas. El mar recibe las ofrendas de todos hasta que termina la fiesta y las playas vuelven a quedar vacías. Al día siguiente, el panorama es otro. El mar devuelve lo que no ha podido retener y en las playas quedan restos de ofrendas, algunos contaminantes.

Frente a esta realidad, en 2011, el Equipo Técnico de Educación Ambiental (ETEA) de la Intendencia de Montevideo (IM), estableció un convenio con organizaciones umbandistas y Matriz Afro, con el fin de capacitar y concientizar sobre temas ambientales, generar compromisos e ir dejando de utilizar materiales contaminantes en sus ofrendas. En diálogo con empresas y negocios, Carlos Mikolic, responsable del ETEA, dijo que ya «se ven muchos resultados». Además, contó que distintas asociaciones y federaciones de religiones umbandistas han convocado, este año, a utilizar materiales naturales.

Según Mikolic, a la IM no le genera «grandes inconvenientes» la fiesta de Iemanjá porque, al realizarse una vez por año, se prevé y se planifica con tiempo. El único inconveniente estaría en que «se necesitan mucho más recursos» que en un día normal de temporada. Mientras que en días corrientes la Intendencia dispone de unas 18 personas para las playas del Este (desde la Ramírez hasta Miramar) y 16 para el Oeste, la operativa de Iemanjá consta de aproximadamente 33 para las playas del Este y el mismo número para las del Oeste. Es decir que, en las playas del Este, el personal es casi el doble tras Iemanjá.

Al personal de limpieza de playas de la Intendencia se suman unos 30 voluntarios pertenecientes a las religiones Umbanda y Matriz Afro que colaboran con las actividades de limpieza por Iemanjá. Para Mikolic, esto es «un buen indicio de que el trabajo conjunto está dando sus resultados».


Playas certificadas

Según Mikolic, Montevideo es la primera capital del mundo en tener playas certificadas bajo la norma ISO 14.001. Este es un elemento diferenciador y que atrae a turistas que entienden el valor de tener playas certificadas por una norma internacional.

Cada año, la auditoría externa del ETEA se realiza en fechas muy próximas a la fiesta de Iemanjá. Mikolic contó que en años anteriores se ha realizado entre el 5 y 6 de febrero y, aun así, las playas han obtenido la mencionada certificación. Este año, la auditoría se realizará el 13 y 14 de este mes. «Como la operativa está planificada, no genera inconvenientes a la gestión ambiental», afirmó el responsable del ETEA.

Por otro lado, la Intendencia realiza trabajos de recuperación de playas por causa de la erosión costera. Al ETEA le preocupa la pérdida de arena y la destrucción de dunas. Tras las obras de construcción del hotel Sofitel en Carrasco, en la playa de Buceo se repusieron 33.000 metros cúbicos de arena. «Estamos hablando de 6.600 viajes de camión de ida y vuelta», ilustró Mikolic. Finalmente, adelantó que se están construyendo pasarelas de madera en esa misma playa, y ya se han construido en la de Malvín, con el objetivo de evitar la destrucción de las dunas por las pisadas de la gente.