Uruguay lidera en innovación y apuesta a crear una escuela de investigación e innovación en Montevideo

El director de la ANII> sostuvo que el país se destaca en la región

La OCDE presentó los resultados del Índice de Políticas PYME. Según la OCDE, Uruguay se desempeña relativamente bien en su primera evaluación del Índice, superando el promedio de los siete países de la región involucrados en las dimensiones de evaluación de servicios de desarrollo empresarial y acceso al mercado y la internacionalización. En este marco, el director de la ANII, Jorge Moleri, sostuvo que por su liderazgo en la región, Uruguay apuesta a crear su propia escuela de innovación e investigación.

Representantes de la Cámara de Industrias del Uruguay y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación realizaron sus comentarios sobre la participación de Uruguay en el desarrollo empresarial y el apoyo a la innovación para pymes, en un evento llevado a cabo el pasado jueves en el edificio CAF. En este contexto, el economista de Relaciones Globales de OCDE, Jorge Gálvez, fue el encargado de romper el hielo en el bloque referido a los servicios de desarrollo empresarial.

En esta línea, se refirió a la importancia de potenciar a los emprendedores por medio de servicios de desarrollo empresarial a través de la herramienta Transforma Uruguay.

El objetivo principal de Transforma Uruguay radica en consolidar la información y aumentar el acceso a los Servicios de Desarrollo Empresarial (SDE) para las pymes y los empresarios. Asimismo, se encarga de dar mayor coherencia a la rica oferta de SDE que ya existe en Uruguay y que es proporcionada por varias instituciones como MIEM, ANDE, ANII, Uruguay XXI, Inefop e Inacoop.

El representante de OCDE destacó que Uruguay obtuvo buenos resultados en relación con la región en cuanto a desarrollo de las pymes y el impulso al emprendedurismo.

En este sentido se refirió, entre otros temas, a la inclusión de las pequeñas y medianas empresas en las compras públicas e hizo referencia al programa de compras públicas para el desarrollo. Un instrumento diseñado en Uruguay que garantiza a las pymes la posibilidad de formar consorcios que permitan una mayor solidez en su propuesta y, a la vez, una herramienta de márgenes de preferencia que las favorece en caso de que exista, por ejemplo, un empate en una licitación.

Innovación y tecnología

Durante su alocución, Gálvez hizo referencia a Transforma Uruguay, el plan que tiene también entre sus cometidos proponer al Poder Ejecutivo objetivos, políticas y estrategias en relación con el desarrollo económico productivo sustentable, orientados a la transformación productiva nacional y a la mejora de la competitividad, incluidos los relativos a ciencia, tecnología e innovación aplicada a la producción y a la inserción económica internacional. El economista cuestionó el organigrama de Transforma Uruguay y reafirmó que no queda clara la participación de universidades privadas y centros de investigación dentro de los participantes del programa y dejó en claro la necesidad de establecer un trabajo cooperativo con las instituciones participantes.

Además, sostuvo que no queda claro tampoco el vínculo entre el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Pencti)  planteado en 2010 y Transforma Uruguay.

Asimismo, el representante de OCDE destacó la importancia de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) como actor clave para el cambio y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

El director de la ANII, Jorge Moleri, quien también fuera en su momento uno de los diseñadores del Pencti, respondió a Gálvez al respecto a la relación entre ambos planes y destacó:»Necesitamos dinamismo en nuestros instrumentos, eso es lo que propone la ANII».

Capital de riesgo, la clave para marcar la diferencia

Para Moleri, Empresas, investigadores, pymes e inversores deben generar un espiral de confianza que les permita trabajar en conjunto. Hoy en día, la ANII pone al servicio de las organizaciones más innovadoras unos 60 u 80 instrumentos que apuestan a su promoción.

Moleri marcó la diferencia entre las empresas que se desarrollan bajo su ala y las que trabajan en la órbita de ANDE. “ANII apuesta a las más dinámicas y que tienen una potencialidad mayor de crecimiento”, enfatizó.

El director lo graficó con un claro ejemplo: “Hubo una start-up a que le prestamos US$ 25.000 y pensamos que era tirar el dinero. Hoy es PedidosYa”.

Moleri explicó que en el mundo desarrollado, la tasa de supervivencia de las empresas más innovadoras ronda el 5%. En Uruguay esta cifra se ubica en el 55%, lo que para el director es negativo ya que no llegan a financiarse los emprendimientos más desafiantes. “Nos estamos perdiendo esos proyectos que parecen locos, que dan la sensación de que nunca podrían andar y luego generan un cambio disruptivo, y eso no se da por falta de capital de riesgo que los abarque”, reconoció y agregó: “Uruguay no cuenta con esto y esta barrera golpea muy fuerte a los que requieren una rápida inserción al mercado internacional”, comentó y agregó que a esos emprendedores «se les pasan las oportunidades».

A mediados de abril se conformó la Red Latinoamericana de Agencias de Innovación (Relai), organización integrada por 11 agencias del área de nueve países e impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo. La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) presidirá este espacio durante su primer año por ser considerada como una institución modelo en la región, según explicó Moleri.

De esta buena imagen en la región se desprende, además, la posibilidad de crear una escuela de investigación e innovación en Montevideo. «Queremos generar un terremoto», señaló Moleri.

Otra de las barreras reconocidas por el director de la ANII es la reticencia a la participación en innovación abierta tanto en actores privados como  públicos, algo que se da por la aversión de las empresas e instituciones a poner sobre la mesa los problemas propios.

Trabajo en equipo

Por su parte, la representante de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Carola Saavedra, señaló que desde la institución se ha desarrollado desde el origen el apoyo a las empresas. Este apoyo se fundamenta en generar servicios que responden a las demandas de las empresas, a vincularlas con el resto del ecosistema institucional público y privado, a aprovechar las ventajas institucionales de la asociatividad, el acceso a redes y al financiamiento y aportar a la construcción de nuevos mercados de información y conocimiento.

A este respecto, para construir los servicios de apoyo empresarial, la CIU propone esfuerzos permanentes para el fortalecimiento de mercados de información y conocimiento, mirada de mediano y largo plazo, relevancia de las instituciones intermedias y desarrollo de las capacidades técnicas.

En contraparte, de la política pública se espera, por ejemplo, financiamiento. En este sentido Saavedra comparó Uruguay con el financiamiento otorgado a centros tecnológicos europeos y señaló que siguen invirtiendo al desarrollo de las empresas. «No siempre fueron ricos, estuvieron como nosotros o peor», indicó y señaló que se debe hacer una apuesta para alcanzar grandes resultados. «No se puede hablar de desarrollo productivo si no hay cooperación pública-privada», puntualizó.

Resultados

Según la OCDE, Uruguay se desempeña relativamente bien en su primera evaluación del Índice, superando el promedio de los siete países de la región involucrados en las dimensiones de evaluación de servicios de desarrollo empresarial y acceso al mercado y la internacionalización.

De cara al futuro, Uruguay podría esperar que sus puntajes en esta evaluación mejoren, especialmente en las áreas de Marco Institucional, Innovación y Tecnología, y Transformación Productiva, a medida que el sistema de Transforma Uruguay se consolide, incluyendo sus mecanismos de M&E y consulta. En esta evaluación, Uruguay no alcanza el mayor puntaje sobre los siete países participantes de la región en ninguna de las dimensiones de política analizadas, lo que demuestra que existe margen para aprender de países similares.