Uruguay no puede responder a la crisis restringiendo los recursos para la educación de los más vulnerables, según Arim

Udelar > quintuplicó su matrícula de ingreso de estudiantes del interior desde principios de siglo

En diálogo con CRÓNICAS, el rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arim, se refirió a la brecha educativa a nivel terciario según el nivel socioeconómico en el país y afirmó que en 2020 se dio un incremento sustancial de las solicitudes de becas que brinda la institución. Según señaló el rector, la Udelar no ha logrado responder a ese incremento en la demanda por falta de recursos. “El Parlamento nos votó un incremento de $20 millones que es insuficiente”, declaró Arim. De esta manera, insistió en que Uruguay no puede responder a la crisis actual restringiendo los recursos destinados a los hogares más vulnerables para que puedan desarrollar su educación.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

El rector de la Udelar, Rodrigo Arim aseguró, en diálogo con CRÓNICAS, que la institución académica “no tuvo un nivel de deserción mayor” en 2020 en comparación con años anteriores. En cambio, en 2021 ingresaron más estudiantes que en el 2020, y en cantidades importantes.

Consultado respecto al comportamiento de la matrícula de la Universidad, Arim expresó que ha venido creciendo en forma sostenida desde hace un período muy prolongado. Según precisó, en 2021 el salto fue de 18.000 a 21.000 nuevos alumnos; si bien todavía se desconoce el origen de este aumento en la cantidad de matriculados, el rector reconoció que es una “excelente noticia”. “Uruguay está atrasado en la cantidad de estudiantes universitarios que tiene en la comparación internacional, y ni hablemos de egresados de educación terciaria”, argumentó.

De esta manera, el docente del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FCEA) estimó que actualmente hay unos 160.000 estudiantes en la Udelar en todo el territorio nacional. Esto, enfatizó, marca una clara diferencia respecto a lo que ocurría algunos años atrás: la Universidad no solo está presente en la capital del país, sino que hoy existen centros universitarios regionales operativos en diversos puntos del país.

Así, se cubren las regiones noreste -Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo-, el litoral -Paysandú y Salto- y el este -Maldonado y Rocha-, indicó. “Eso ha cambiado la geografía del conocimiento avanzado en el país, gracias a esa estrategia que tuvimos”, manifestó el rector.

A principios de siglo, rememoró, un 3% de todos los estudiantes que ingresan a la Universidad lo hacían en localidades del Interior del país. Hoy esa cifra se quintuplicó y llega al 15%. En este contexto, Arim reconoció que “el horizonte no es un punto fijo” y agregó que “queda mucho camino por recorrer”.

A este respecto el rector hizo explícita su intención de crear otras carreras adicionales y más centros universitarios en el país.

“Hay espacios que no logramos cubrir todavía”, apuntó.  Se refiere a la zona suroeste -Soriano, Colonia y San José-, el centro -Durazno, Flores y Florida- “y algunos desarrollos menores que están incorporados en centros universitarios regionales pero que todavía tienen desarrollos propios escasos o pocos conectados”, detalló Arim. Asimismo, explicó que “la idea no es tener una universidad en cada ciudad del interior”, ya que es imposible pensarlo con las características demográficas de Uruguay.

Lo que se debe tener, insistió, es un foco regional; “o sea, construir ofertas regionales en redes, donde estudiantes de Rivera tomen cursos en Tacuarembó” y viceversa, ejemplificó.

Además, recalcó que estos centros no serán solo de enseñanza, sino también de investigación. “Uno no puede concebir educación universitaria de calidad sin que haya docentes radicados investigando, generando conocimiento y en contacto con la sociedad. La educación terciaria se construye radicando recursos humanos y construyendo infraestructura universitaria de primera calidad en el Interior”, subrayó.

Cortos de fondo

Por otro lado, el rector discursó también sobre la brecha educativa a nivel terciario según el nivel socioeconómico en el país.

A su entender, hay una cuestión que precede a la Udelar: el ingreso a la educación secundaria “sigue estando muy atrasado, todavía no llegamos a un 50% de estudiantes de cada generación de jóvenes” que termine secundaria. En ese caso, “por supuesto que hay inequidades”, reconoció, aunque “también quienes han incrementado su ingreso en la Udelar en los últimos años son estudiantes provenientes de hogares más vulnerables”, señaló.

Además, el 20% de quienes egresan de la Udelar fueron beneficiados, en algún momento, de las becas del Fondo de Solidaridad, informó Arim, lo que indica que son estudiantes provenientes de un contexto de “cierta vulnerabilidad” al ingresar. No obstante, un dato que calificó como “preocupante” revela que, en 2020, se dio un “incremento sustancial” de las solicitudes de becas que brinda la institución: de alimentación, transporte, alojamiento, económicas y de material de estudio.

“Veníamos con un crecimiento muy moderado, y el año pasado se disparó, producto de que los hogares de los estudiantes tienen más dificultades económicas. Lo cierto es que la Udelar no ha logrado responder a ese incremento de la demanda porque no tenemos los recursos. El Parlamento nos votó el año pasado un incremento de $20 millones, que es importante, pero es claramente insuficiente para atender a la población estudiantil que tiene necesidades claras de un apoyo para poder seguir estudiando”, declaró el rector.

El rector se autodenominó un “convencido” de que el país debe “generar políticas públicas anticíclicas” que “sostengan a la educación pública y al sistema de ciencia y tecnología”.

En este sentido, hizo hincapié en que Uruguay “no puede” responder a la crisis actual restringiendo los recursos destinados a los hogares más vulnerables para que estos puedan desarrollar su educación. Hacerlo, remarcó, generará “heridas de largo plazo”.

Por eso, Arim se autodefinió como “convencido” de que Uruguay debe “generar políticas claramente anticíclicas que sostengan a la educación pública y al sistema de ciencia y tecnología”.