En entrevista con CRÓNICAS, el titular de la Cámara de Zonas Francas dijo que, si bien el sector aún aguarda los resultados oficiales de 2023 y 2024, cuenta con múltiples relevamientos que realizó junto a Ceres que mostraron, por ejemplo, que “entre 2014 y 2021 el país recaudó 7,4 dólares en promedio por cada dólar exonerado, con una tendencia al alza ya que en 2021 fue 9,7 dólares”, y que según el último dato disponible realiza una “contribución al PIB de 6,6%”.
Buero también destacó “claras expectativas de crecimiento” entre actores del sector y un “aumento sostenido de la participación de las zonas francas en las exportaciones del país, que en 2022 ya alcanzaban el 34% compuesto por un 50% de servicios, 35% industria y 15% comercio”, un incremento que “es de esperar que siga en aumento” propulsado por la celulosa y por el sector de servicios.
En cuanto al empleo, dijo que el régimen genera unos 66.000 puestos de trabajo, considerando empleo directo e indirecto, con un promedio de remuneración “que triplica el promedio en el resto del territorio nacional” y una buena inserción de jóvenes. Al mismo tiempo, aclaró que el aporte más importante lo generó la evolución del sector servicios, ya que “representa el 60% del empleo total”.
En esa línea, comentó que las obras para construir una nueva zona franca de servicios en Maldonado -el edificio World Trade Center (WTC) en Punta del Este Free Zone, una inversión de aproximadamente US$ 75 millones- muestra avances “importantes y claramente visibles”, además de tener “contacto permanente” con la gremial por integrar la Comisión Directiva. Su inauguración está prevista para el último trimestre del año, aseguró.
Señaló otras novedades como los avances de inversiones como la de Google, la Zona Franca del Plata en Colonia y la ya autorizada Zona Franca Audiovisual en Maldonado, además de inversiones recientes que llevaron adelante Zonamerica y Parque de las Ciencias para potenciar la llegada de inversores logísticos e industriales. “También hubo otros anuncios como la inversión que llevará adelante Corporación Navíos en la Zona Franca de Nueva Palmira y el crecimiento de Aguada Park con la construcción de un nuevo edificio”, comentó.
Según Buero, Uruguay exporta “desde nano satélites hasta servicios profesionales de todo tipo” hacia la región, pero también al mundo, puesto que “hace ya mucho tiempo que Argentina y Brasil descendieron en el ranking de destinos respecto a Estados Unidos, Singapur, México o Suiza”.
Entre las empresas que están instaladas en zonas francas de nuestro país hay un destaque de las provenientes de países europeos y de Estados Unidos, pero también sobresalen inversiones de origen argentino, en particular vinculadas a unicornios tecnológicos. “Los últimos datos oficiales mostraron que las zonas francas representaron una contribución del 15% del total de la inversión en el país en 2021 y del 10% en 2022”, aseguró.
“Tenemos que potenciar otros destinos como Brasil, país con el cual tenemos nuevas herramientas para ofrecer gracias a los acuerdos firmados en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) para el reconocimiento del origen, y también apostar por otros países como China, Japón y países del sudeste asiático”, finalizó.
Desafíos de cara al futuro
Un primer y permanente desafío es “aumentar la capacidad de atraer inversiones que generen empleos y contribuyan a la economía del país”, y la captación se realiza apoyada en los activos que según el jerarca están presentes en Uruguay; “seguridad jurídica, estabilidad, infraestructura, recursos humanos, y también incentivos fiscales y aduaneros, lo que constituye una política de Estado”, además de una “marca registrada”, aseveró.
Otro problema es la competencia. Hay 7.000 zonas francas en más de 140 países y más de 500 solamente en Latinoamérica, y “los temas a mejorar forman parte de una agenda unilateral que claramente afecta nuestra propia competitividad”. La “desburocratización, simplificación y digitalización de los trámites, una actualización regulatoria urgente en organismos vinculados a la concreción de inversiones como lo son el Ministerio de Salud Pública, revisar los costos de la energía y las exigencias a los proyectos, generar más recursos humanos y facilitar la inmigración calificada”, entre otros puntos, forman parte de esa hoja de ruta.
Finalmente, mencionó el contrabando como riesgo asociado al ingreso y egreso de mercaderías, aunque destacó los “buenos resultados” en el control del mismo vinculado a una batería de cambios en la normativa y a que, “contrario a lo que muchas veces se piensa”, en las zonas francas existe un “alto nivel de control aduanero y un trabajo permanente en conjunto con las autoridades”.