Los municipios: un campo fundamental para la política del próximo período

Por Pablo Anzalone | @PabloAnzalone

Es obvio que las próximas elecciones municipales y departamentales van a ser un nuevo escenario de confrontación entre los dos grandes bloques políticos que existen en el país. Resuelta la conformación del Parlamento y del Poder Ejecutivo, los gobiernos locales serán un espacio relevante.

Sin embargo, hay muchos otros motivos para jerarquizar los municipios como campo de acción política. Son un espacio reciente en términos institucionales (apenas 10 años) que no ha sido priorizado hasta el momento. Y debería serlo.

Desarrollaremos acá argumentaciones referidas a salud y educación, a cuenta de muchos otros planos a tener en consideración.

La estrategia de “Municipios y Comunidades Saludables” es, a nivel internacional, uno de los principales lineamientos para desarrollar la promoción de salud. La dimensión local, la perspectiva territorial tiene un conjunto de fortalezas para las políticas de salud.

En primer lugar, brinda la posibilidad de un diagnóstico local, identificando prioridades sanitarias. Cada territorio tiene problemas de salud específicos, aunque algunos sean comunes, y la determinación de prioridades debe considerar las realidades locales.

En segundo lugar, permite una acción sobre los determinantes de salud, que dependen de los contextos socio-económico-ambientales y los hábitos. El sistema de salud no puede generar intervenciones efectivas sobre estos determinantes sin alianzas con los gobiernos y demás actores locales. Esa intersectorialidad es imprescindible para un abordaje integral de los problemas de salud y el municipal es un escenario clave para construirla.

En tercer lugar, la dimensión territorial es un plano especialmente idóneo para promover la participación social en las políticas públicas. La existencia de Redes de Salud articuladas con Redes de Infancia, Redes de Adultos Mayores, entre otras, es una experiencia de larga data en algunas zonas del país. De esta forma, se van creando vínculos que hacen posible la construcción de objetivos y metas comunes. El entramado comunitario es una de las formas principales de la participación social y ciudadana. El involucramiento de múltiples actores locales enriquece dichas políticas y las acerca a la gente, aumentando la capacidad de escucha, empoderando.

La estrategia de APS (Atención Primaria de Salud) renovada que planteó el SNIS (Sistema Nacional Integrado de Salud) exige un primer nivel de atención descentralizado, arraigado en los territorios. Los avances en este plano han sido interesantes en el sector público, pero insuficientes en el conjunto del SNIS. Se crearon organismos territoriales como las Juntas Departamentales y Locales de Salud, que son una construcción a fortalecer mucho más.

También para la educación son importantes los municipios. Los centros educativos son grandes agentes integradores en los territorios. Al mismo tiempo, sus logros pedagógicos dependen mucho de la capacidad de la comunidad para hacer sinergias entre los actores locales. El modelo Sacude (Salud, Cultura y Deporte) es de las mejores experiencias de articulación entre Salud, Cultura, Deporte y Educación en cada barrio. El “Proyecto Educativo Metas 2021: La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”, aprobado en 2010 por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, propone 11 metas generales y 28 metas específicas. La primera meta general es “reforzar y ampliar la participación de la sociedad en la acción educadora”, y la meta específica número uno es “elevar la participación de los diferentes sectores sociales y su coordinación en proyectos educativos: familias, universidades y organizaciones públicas y privadas, sobre todo de aquellas relacionadas con servicios de salud y promoción del desarrollo económico, social y cultural”. La relación entre escuela y comunidad ha sido analizada (José Darío Herrera, 2015), señalando tres tipos de experiencias entre los modelos extremos de “escuela clausurada” y “escuela abierta”:

  1. a) La participación de la comunidad en la construcción de una agenda de política pública que incida en las problemáticas educativas del territorio.
  2. b) El fortalecimiento de las instituciones escolares.
  3. c) La apertura y cualificación de ambientes educativos en las comunidades.

Las experiencias innovadoras de la historia educativa uruguaya como las escuelas experimentales de Las Piedras y Malvín, Villa García, el Núcleo de La Mina, se apoyaron en la participación de la comunidad. La Ley General de Educación Nº 18.437 establece en su artículo 76, Consejos de Participación en todo centro educativo público integrado por “estudiantes o participantes, educadores o docentes, madres, padres o responsables y representantes de la comunidad”.

La Ley de Descentralización y Participación Ciudadana y sus modificaciones posteriores expresan una voluntad política descentralizadora. En la actualidad, los municipios son 112, pero tres departamentos concentran 46 municipios y el 69% del territorio no está municipalizado. Es interesante remarcar el carácter colegiado de los gobiernos municipales y pensar cómo resolver el hecho de que solo los alcaldes son remunerados y la necesaria transferencia de poder y recursos para su fortalecimiento.

El Partido Nacional obtuvo en anteriores elecciones la mayoría de los gobiernos municipales, utilizando el arraigo de sus caudillos locales y mecanismos clientelares de la política tradicional. Los gobiernos municipales dirigidos por el Frente Amplio han realizado una experiencia valiosa que no ha sido sistematizada ni transformada aún en saberes colectivos.

Para el Frente Amplio, el trabajo a nivel territorial y el espacio municipal son una forma de reencontrarse con la “acción política permanente”, que fue su seña de identidad, debilitada en este período por la concentración de la política en la labor del gobierno nacional. La institucionalización de la política dejó a la militancia frenteamplista en un rol de apoyo y, a lo sumo, difusión de los logros del gobierno, sin un papel proactivo propio hacia su base social y la población en general.

Pensando en la descentralización participativa como proyecto político y social, y en el desarrollo de políticas públicas con fuerte involucramiento de la sociedad, el ámbito municipal es una de las grandes prioridades.

(*) Licenciado en Ciencias de la Educación. Doctorando en Ciencias Sociales.