Gobierno espera que el acuerdo Mercosur-UE “tenga una rápida aprobación” para evitar dificultades

Csukasi > “Es esperable” que pase al Parlamento en la segunda mitad de 2020

El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, dijo a CRÓNICAS que Uruguay puede aprobar el tratado para que entre en vigencia más rápidamente. Sin embargo, ante las recientes tensiones entre Brasil y Francia, el doctor en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi opinó que podrían actuar como trabas para la ratificación de Europa.

Desde el gobierno uruguayo se sigue celebrando como un hito de suma importancia el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, tras una discusión que tomó más de dos décadas. La aprobación de otro acuerdo entre el bloque regional y la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio, por sus siglas en inglés) constituye también un logro importante (ver nota página 3) pero lo cierto es que el logrado con la UE marca un antes y un después para el Mercosur y en particular para las aspiraciones de nuestro país.

Las negociaciones entre ambos bloques finalizaron formalmente el pasado 28 de junio y ahora se encuentran en el proceso de revisión legal, según explicó a CRÓNICAS Valeria Csukasi, embajadora y directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de la Cancillería de Uruguay. Este trámite llevará entre seis y ocho meses, y no implicará modificaciones a la sustancia de lo acordado, sino “una revisión de estilo y de consistencia terminológica entre los diferentes capítulos”, señaló.

Una vez finalizada esta revisión, el acuerdo deberá ser traducido a los idiomas oficiales, y recién allí podrá remitirse a los parlamentos para su aprobación. En cuanto a esto último, la diplomática afirmó que “es esperable” que ello suceda en la segunda mitad de 2020.

No tan rápido…

Sin embargo, la coyuntura regional puede amenazar a que la firma del acuerdo efectivamente se concrete.

A un lado de Uruguay, en Argentina, el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones primarias generó gran incertidumbre sobre el rumbo futuro de ese país, aunque el candidato ha remarcado que no cerrará la economía de su país de llegar a la Casa Rosada. Estas declaraciones son “una buena noticia” al entender de Ferreri.

Al otro lado, en Brasil, la Presidencia de Jair Bolsonaro sigue demostrando que nunca se sabe para dónde puede ir. A la polémica con el argentino Fernández, se le sumó ahora la polémica global por los incendios en la zona de la Amazonia. Por si faltaba algo, Bolsonaro entró en una discusión pública con el mandatario francés, Emanuelle Macron, que amenaza con dilapidar el acuerdo alcanzado entre ambo bloques.

Respecto al relacionamiento entre Argentina y Brasil, Ferreri dijo a CRÓNICAS que Uruguay “siempre juega un rol bisagra entre los grandes y es probable que pueda contribuir para que las cosas fluyan de la mejor manera”. Asimismo, evaluó que el Mercosur “no es una estación final sino una plataforma de lanzamiento al mundo” para Uruguay.

Al entender de Ferreri, “sería deseable” que  el acuerdo con la UE “tenga una rápida aprobación” en el Parlamento uruguayo para evitar posibles dificultades futuras.

Se quemó todo

Uno de los puntos que puede poner en jaque el acuerdo, fue la mencionada polémica entre Bolsonaro y Macron, quien amenazó con retirar la firma del acuerdo si su par brasileño no tomaba una medida al respecto.

Bolsonaro respondió negando la ayuda de US$ 20 millones del G-7 para luchar contra la crisis medioambiental. Sólo la aceptaría si Macron se disculpa con él por llamarlo “mentiroso”.

Este escenario hace que suenen las alarmas para la eventual ratificación del acuerdo. Csukasi negó que el conflicto entre Bolsonaro y Macron pueda hacer caer el acuerdo, pero hay quienes tienen sus dudas.

Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales,  sostuvo que “el problema” es que en el Parlamento europeo “el asunto medioambiental es muy relevante”. Por ello, si Bolsonaro “sigue demostrando que no le interesa” el medio ambiente, puede existir el problema que no se apruebe el acuerdo, analizó.

El presidente francés puede, por ejemplo, presionar a Donald Tusk -presidente del Consejo Europeo- de que no firme el acuerdo si Bolsonaro se desvía mucho de su política medioambiental. Además, el propio Tusk advirtió vía Twitter que -si bien la UE aún defiende el acuerdo- “es difícil imaginar una ratificación armoniosa” mientras el gobierno brasilero permita los incendios en la Amazonia.

De esta manera, si no hay unificación en el viejo continente y el Parlamento no lo aprueba, “olvídate, el acuerdo no va a entrar en vigencia”, sentenció el experto.

Así, por más que Uruguay apure la ratificación en su Parlamento -“y debe hacerlo”-, “no va a cambiar el suceder de la historia”, apuntó Bartesaghi. Por Brasil, por Francia, o porque la UE en sí pueden trabar su concreción; es decir, “el asunto no corre porque Uruguay adelante su tratamiento parlamentario”, sino que depende más de cómo evolucionan sus vecinos y Europa.