Sanguinetti: “En la primera Presidencia establecimos dos bases de atracción de la inversión: zonas francas y forestación”

EDICIÓN ESPECIAL - A 30 AÑOS DE LA LEY FORESTAL

Julio María Sanguinetti, expresidente de la República – Partido Colorado


Aunque a mediados de los 80’ la prioridad del gobierno era “la salida en paz”, estaban dadas las condiciones para sentar las bases de lo que implicaría un cambio en la matriz productiva en el largo plazo. Entre ellas, la Ley Forestal, que “nació para darle consistencia y seriedad al programa forestal previo”, según recordó en entrevista con Empresas & Negocios quien fuera presidente en ese entonces, Julio María Sanguinetti. Por otra parte, el político colorado destacó la evolución que ha llevado adelante el país en esta materia, y lamentó que durante la bonanza económica de los últimos años no se invirtiera lo necesario en infraestructura.

Escriben: Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-La Ley Forestal de 1987 trajo grandes mejoras para la economía uruguaya. Superó las metas de inversión del sector e hizo que vinieran empresas internacionales a aplicar tecnología y desarrollo. Hoy la actividad es un dinamizador de la economía, donde hay trabajo todo el año. ¿Qué balance hace del rubro, que fue impulsado en su primera Presidencia con una visión a largo plazo?

-En la primera Presidencia teníamos una prioridad excluyente, prácticamente, que era la salida en paz. Sin embargo, pudimos establecer dos bases de largo plazo, que siguen rindiéndole al país como los polos básicos de atracción de la inversión, que son zonas francas y forestación.

La ley en realidad nació para darle consistencia y seriedad al programa forestal previo, o sea, se diseñó un programa forestal con la idea de desarrollar la actividad, y la ley le dio la consolidación del compromiso del Estado, la garantía de que aquellas exoneraciones que ya estábamos dando no se iban a mover o iban a tener otro orden de estabilidad, y fue sin duda un desencadenante.

La gente que estaba en esto estaba muy convencida -la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, el ministro [Pedro] Bonino, los técnicos-, y sonaba todo muy lógico en la mirada de largo plazo. Efectivamente fue así, y yo diría que todavía ese tema está lejos de ser agotado, no solo por la posible inversión de la planta de celulosa, sino por otros aspectos industriales que a veces aparecen. Algunos han tenido más suerte, otros menos, pero en definitiva son todas opciones que están abiertas y que el país tiene.

-Fue una ley incluso reconocida en su programa por el expresidente José Mujica, al igual que la reforma de Germán Rama, que fueron reconocidas junto con la Ley de Zona Franca como grandes hacedoras de lo que vino después en materia económica.

-Estas dos son de la primera Presidencia, y en aquel momento no tenían la significación removedora que pasaron a tener con el tiempo, y ambas tuvieron oposición.

La Ley de Zona Franca tuvo una oposición muy fuerte del Frente Amplio y algunos otros, y la Ley Forestal tuvo bastantes apoyos –la apoyaron [Danilo] Astori, [Alberto] Zumarán-, pero también hubo mucha otra gente opuesta en todos los partidos. Recuerdo una bancada de diputados de Canelones de todos los partidos… estaban indignados porque decían que los eucaliptus iban a traer a la cotorra y ésta iba a matar toda la granja. Por supuesto, no faltaban también algunos planteos de ecologistas que decían que el eucaliptus absorbiendo agua iba a liquidar el país.

Lo cierto es que el país ha hecho una magnífica evolución y que hay que seguir pensándola hacia el futuro porque ha sido realmente un cambio en la matriz productiva.

-Justamente, tanto la Ley Forestal como la Ley de Zonas Francas, generaron un importante marco productivo, por lo que el país empezó a producir muchísima más cantidad, no solo de madera sino de otros productos. En contraparte, no se preparó en materia de infraestructura interna. Así lo planteó a CRÓNICAS el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Carlos Faroppa. ¿Cuál es su punto de vista?

-Son inversiones que tienen que ir paralelas, desde el mismo momento en que la forestación llevaba mucho tiempo, no era algo instantáneo, era algo que tenía que irse desarrollando progresivamente. Eso ha ido ocurriendo, con suerte relativa, pero ha ido ocurriendo.

El tránsito forestal naturalmente es muy depredador desde el punto de vista de las carreteras, pero es un tema del mantenimiento de las mismas también; uno no se puede imaginar una gran producción sin una inversión de infraestructura. Se está viendo ahora que la nueva planta de celulosa está reclamando una serie de medidas de infraestructura que consideran previas y fundamentales a lo que es su propia inversión.

“No se hizo la inversión necesaria en infraestructura, y en los años de la bonanza, del 2003 al 2012, era el gran momento para hacerla porque el país tenía excedente”

-¿No se habían previsto las obras de infraestructura necesarias en el pasado?

-Por supuesto que se habían previsto, todo el plan de obras públicas…

-Porque se trasladaban 4.000.000 de toneladas de graneles en las rutas nacionales, y pasaron a circular 24.000.000 de toneladas.

-Es así, pero lo que se previó fue el ferrocarril en aquel momento –medida muy discutida-, se suprimieron los servicios de pasajeros porque eso evidentemente ya no tenía destino, y se buscó la especialización en carga. La idea era carretera y ferrocarril. No es que no se previó, era una inversión que había que hacer paulatinamente, pero a lo largo de 10-15 años.

-¿Se hizo la inversión necesaria?

-No, está claro que no. Y además, en los años de la bonanza, del 2003 al 2012, era el gran momento para hacer esa inversión porque el país tenía excedente.