En el debate estadounidense ambos obtuvieron “lo que querían”, mientras que en encuestas Biden derrota a Trump

Análisis > del investigador en Relaciones Internacionales, Nicolás Albertoni

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El martes 29 tuvo lugar el primero de tres debates entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos (EEUU), el republicano y actual mandatario, Donald Trump, y el demócrata y exvicepresidente, Joe Biden. En diálogo con CRÓNICAS, el analista internacional de la Universidad del Sur de California, Nicolás Albertoni, estudió la, en su opinión, “lamentable” disputa, que “dejó mucho que desear”, debido a los constantes cruces entre ambos e irrespetuosidad del reglamento por parte de Trump. Además, el experto proyectó cuál de los dos contendientes podrá alcanzar -o retener- el poderío de la Casa Blanca.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

– ¿Qué análisis hace del debate? ¿Qué destaca sobre este primer encuentro entre los candidatos?

– Desde el punto de vista de la institucionalidad y desde la óptica de la herramienta del debate, sin duda, fue lamentable.

Incluso los analistas más americanos que siguen el tema ya hablan de uno de los peores debates de la historia.

La razón central no se da en el contenido solamente; es que nada menos que el presidente del país no respetó las reglas del debate. Hubo seis bloques de 15 minutos, y dentro de esos 15 minutos había dos y dos minutos respectivamente para cada uno de los candidatos de exposición única, sin interrupción. El presidente nunca, en ninguno de esos bloques, respetó a Biden en eso.

– Si tuviera que dar a uno como ganador, ¿cuál sería y por qué?

– Es muy difícil de dar el ganador, porque el evento fue muy malo.

Lamentablemente le dio de servir a las dos partes. Si uno lo mira desde la institucionalidad, quien se mostró un poco más sólido fue Biden, ya que por momentos miró a la cámara y siempre respetó las reglas… Trump, al final del día, jugó lo que él sabe jugar, que es el caos. Lo puso a Biden en el terreno del caos, en el terreno del no respeto a las normas, y ahí el demócrata se vio bastante perdido.

Además, parecería ser que el actual jerarca tuvo un retorno en esto, porque dentro del caos él sobrevive muy bien; lo ha demostrado, y con eso se alimenta ante gran parte del electorado. Por lo menos, Biden podría haber usado este caos para mostrarse más institucional, (pero) no lo hizo, se puso nervioso por momentos, entonces tampoco es que podemos decir que fue un claro ganador.

En un país y un mundo tan polarizados, parece de esos debates que cada uno sacó lo que quería para sí.

El que no ganó es el votante medio, que puede que no esté tan decidido.

– De los seis temas discutidos, ¿cuál cree que es el más relevante de cara a las elecciones?

– Increíblemente fue el de la transparencia detrás de la elección. Pocas veces en EEUU se abrió este tema, y vendiéndose como la democracia más sólida del mundo, no fue un tema menor.

(Trump) estaba hablando abiertamente que en esta elección puede haber un fraude, y dudó de que crea el resultado. Esos eran mensajes que, en la conclusión de un debate tan complejo, a mí fue el que más me sorprendió porque el resto fueron retóricas de un lado para otro. Pero ese tema particularmente me pareció bastante nuevo para la potencia, algo que era inaudito en ese país, por lo menos en el EEUU moderno.

– ¿Cree que es un signo de que se puede estar debilitando la política estadounidense?

– Hay un signo de debilitamiento institucional, sin duda, con estas señales. Yo no hablaría de la democracia en sí misma, pero sí de que hay signos de debilitamiento intencional a través de estas señales de un presidente no afirmando explícitamente que aceptaría el resultado.

– En base a esta primera instancia del martes, ¿qué se puede esperar para los debates que siguen?

– No es menor lo que puede pasar en los dos que vienen. ¡Imaginate si los demócratas deciden bajar a su candidato de los debates! Sería una señal institucional terrible. No creo, porque les costaría más caro, pero es complejo.

Quien va a tomar un rol mucho más importante es el debate vicepresidencial -que va a ser el próximo miércoles 7 de octubre- que siempre pasaba desapercibido. Ahora pasa a tomar un protagonismo interesante. Entonces, de todo este caos, yo creo que los candidatos a vicepresidentes pueden dar algo más de carne a través de su debate.

Dejando de lado un poco el debate en sí, ¿cómo vienen encarando ambos candidatos sus respectivas campañas?

– A los demócratas no se les está haciendo fácil competir con Trump. Porque no es una competencia normal, es una competencia en el medio del caos de pandemia y un caos que está punzando Trump también porque sabe que puede sacar algo de rédito cuando hoy los datos muestran que el presidente efectivamente está en una zona de pérdida.

– ¿Quién cree que saldrá victorioso en las elecciones del 3 de noviembre?

– Las encuestas dan efectivamente victorioso a Biden. Eso es lo que uno ve hoy.

Pero aquí de verdad uno no ve una elección totalmente cerrada y obvia. Primero, por lo que se vio en 2016, que todo parecía tan obvio y no lo fue, pero es verdad que en términos de datos hoy indicaría que los demócratas están más cercanos a la victoria que Trump.


El resto del continente

– ¿Cuál de los dos candidatos cree que es mejor para Latinoamérica?

– Me cuesta darte una respuesta final, pero el punto es que si bien serían más normales los diálogos con Biden -más como la era Obama-, se haría complejo el tiempo que va a llevar que los demócratas acomoden el cuerpo y tengan el espacio necesario que ellos necesitan para reconstruir la política doméstica. Eso va a generar que la política exterior se vea un poco de lado, y ahí es donde aparece América Latina.