Más de 500.000 uruguayos estaban en condiciones de pobreza y vulnerabilidad social previo al Covid-19, según Ceres

Representa > un 14,7% de la población total del país

Al finalizar 2019, y previo a la crisis económica y social que la pandemia de Covid-19 causó en el país, más de medio millón de personas se encontraban en condiciones de pobreza y vulnerabilidad social, según Ceres. En un informe elaborado por el Centro, se recabaron datos del INE y se creó un nuevo indicador, el Índice de Similitud por Carencias Socioeconómicas (ISCS), para determinar la magnitud de personas que están en una situación de pobreza, computando no solo el nivel de ingreso sino las carencias de necesidades básicas.

El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) publicó su último informe de “Ceres analiza”, titulado “La delgada línea de la pobreza”. Allí, el instituto se cuestiona cuántos uruguayos vivían en condiciones de pobreza antes del inicio de la recesión y la crisis del Covid-19.

“La medición de pobreza por ingreso separa a pobres de no pobres con una ‘delgada línea’ que no permite ver la compleja realidad de muchas familias. Se trata de los que están ‘por encima de la línea’ pero viven igual que los que están ‘por debajo’”, se redacta en el documento. De esta manera, se creó un nuevo indicador especialmente desarrollado para medir la cantidad de personas en situación de carencia social.

El Índice de Similitud por Carencias Socioeconómicas (ISCS) fue construido tomando en cuenta el acceso o exclusión de servicios fundamentales y utilizando datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este sentido, permite estimar la incidencia de la pobreza desde una perspectiva complementaria a la de la medida tradicional por ingreso; además, se utilizó para determinar la magnitud de personas que están en una situación de pobreza, computando no solo el nivel de ingreso sino las carencias de necesidades básicas.

El flamante indicador se basa en cinco categorías: empleo -sin trabajo, subempleo e informalidad-, educación -asistencia a la educación media y años de educación-, vivienda -precariedad, hacinamiento, espacio para cocinar y servicio higiénico-, artefactos de confort -calefacción, conservación de la comida y calentador de agua- y conectividad -conexión a internet-.

Así, se indicó que más de medio millón de personas -515.728- se encontraban en condiciones de pobreza y vulnerabilidad social en 2019, previo al impacto económico de la pandemia. “Esto se vio agravado en 2020 por la paralización económica forzada por medidas de control sanitario”, se expresó.

De acuerdo con los datos del INE, al analizar únicamente por ingresos, dicha cantidad es algo más de 300.000, lo que representa un 8,8% del total de la población. Sin embargo, al poner sobre la balanza también los factores observados por el ISCS, se llega a la cifra mayor, totalizando un 14,7% de la sociedad uruguaya.

Análisis geográfico

Al observar por regiones y considerar tanto los datos del INE como del ISCS, Ceres encontró que el Noreste -que comprende los departamentos de Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo- presenta la tasa más alta (20,6%). En segundo lugar, se encuentra la capital del país, con 18,6%; se resalta, además, que las posiciones se revierten en comparación con la medida por ingreso.

Si se entra aún más en detalle, el Centro analizó la realidad montevideana por municipios. El podio lo conforman el F -Manga, Maroñas, Piedras Blancas y Punta de Rieles-, D -Casavalle, La Unión, Villa Española, Cerrito- y A -Cerro y La Teja-, con tasas por encima del 30%.