Ajuste fiscal en 2020 y 2021 y perspectiva concentradora y desestatizadora

Por Daniel Olesker (*) | @DanielOlesker

1. El contexto

La Rendición de Cuentas se da en una economía en crecimiento, que volvió a los niveles de la prepandemia, donde las exportaciones del último año han sido récord y donde las perspectivas de crecimiento a 2024, según el informe de la rendición, son buenas.

Pero los salarios que cayeron en 2020 cuando la economía cayó, volvieron a caer en 2021. Los niveles de empleo se recuperaron al nivel de 2019, pero sobre la base de muy bajos salarios, con la influencia de los jornales solidarios y el peso de obras que culminan en breve.

En una economía con PBI creciendo, salarios en caída y empleos similares a 2019, la masa salarial (ingreso de la clase trabajadora) cae en relación a 2019 (cuadro 1).

Ídem la pobreza y la desigualdad. En 2021 hay 66 mil personas pobres más que en 2019. La baja en 2021 respecto a 2020, solo logró compensar un tercio del aumento en 2020.

En el segundo trimestre de 2022, el promedio del ingreso de los hogares es 4,8% inferior al mismo período de 2019, lo que provoca una reducción del gasto en el mercado interno y afecta especialmente a pequeñas y medianas empresas.

2. Los datos Macro de la rendición

El gasto del gobierno en la suma de 2020 y 2021 ha sido a la baja, o sea: ajuste fiscal (cuadro 2).

El gasto presupuestal de 2021, con respecto a 2019, tuvo una reducción acumulada en los dos años del orden de los 450 millones de dólares, lo cual hace que el ratio de gasto público sobre PBI haya caído de 27,2% a 26,5.

Pero además hay un dato “curioso”. Y es que, en el año 2021, la subejecución es del orden de 470 millones de dólares, como muestra el cuadro 3.

Los ministerios productivos (Ganadería, Industria y Turismo) tuvieron una subejecución de más del 20% en un contexto de crisis productiva, en particular en los sectores vinculados al turismo. INAU y Poder Judicial dentro de los organismos del 220, tuvieron en 2021 5% de subejecución. ¡Cuántas políticas de infancia se pudieron haber hecho con los 17 millones de dólares que devolvió INAU a Rentas Generales y cuántas mejoras en el Poder Judicial, en especial en los temas de violencia de género, se podrían haber hecho con los 8 y medio millones de dólares que no se ejecutaron!

3. La Rendición de Cuentas propiamente dicha

¿En qué se ha manifestado dicho ajuste fiscal?

En la reducción de gastos sociales, en salarios e inversión pública (cuadro 4).

ANEP solo acumuló una pérdida sumada en 2020 y 2021 de casi 150 millones de dólares, Udelar 37 millones, INAU/Inisa 45 millones, ASSE 67 millones, el Poder Judicial 45 millones y el Fonavi casi 40 millones de dólares.

El cuadro 5 nos lo muestra en relación al PBI.

Entre ANEP y Udelar pasamos en 2019 4,13% del PBI a 3,88% en 2021.

Si miramos por rubro veremos una caída de mayor peso en salarios y también en inversión pública (cuadros 6 y 7).

4. Los aspectos del futuro

Esta rendición asigna un gasto extra de 226 millones de dólares para 2023, que se destina al pago de la recuperación salarial para los funcionarios públicos (70 millones de dólares) y para ampliar recursos en otros rubros como en educación (45 millones de dólares), seguridad (27 millones de dólares), salud pública (26 millones de dólares) y 4 millones de dólares para la ANII.

En el caso de la educación hay 30 millones para ANEP y este pedía 49 millones, y hasta ahora no hay recursos adicionales previstos para la Udelar. Esta ha estimado que su presupuesto real caerá 7,6% al final del período si no tiene partidas incrementales. Y se pondrán en juego programas como el incremento de matrícula estudiantil, el desarrollo en el interior, el Hospital de Clínicas, la construcción de nuevas sedes y el financiamiento de más becas.

Está claro además que en 2020 y 2021 el ahorro acumulado es muy superior, como mostró el cuadro 2, a lo que se va a compensar ahora.

5. El Fondo Covid

También se rinde el Fondo Covid. El cuadro 8 nos muestra lo gastado en 2020 y 2021.

El “gasto covid” social y laboral fue del orden de 28 mil millones de pesos tanto en 2020 como en 2021 (más laboral en 2020 y más social en 2021), lo cual representó una minucia de aporte en la comparación internacional, En total, no llega al 2% del PBI y nos ubica en los países del final de la tabla mundial.

Aquí se presenta una preocupación adicional. La rendición ha confirmado que el Fondo Covid amortiguó la caída de gastos permanentes en el presupuesto como trabajadores en ASSE, gasto de apoyo social en Mides o tobilleras en el Ministerio del Interior. Ninguno de estos gastos está previsto y por ende no están asegurados para 2023.

6. El futuro de la economía

El gobierno en esta rendición ha modificado la proyección de crecimiento del PBI. Considerando la caída en 2020 y el crecimiento en 2021, en los cinco años el incremento del PIB sería del 8,78%.

Si consideramos que en el mejor de los casos el salario real va a tener el mismo nivel al final del período que al comienzo, que el empleo aumentará en un orden de 4%, la masa salarial crecerá un orden de 4% y el PBI 9%, como muestra el gráfico 1. Ello genera una apropiación del crecimiento por parte de los sectores empresariales, sin derrame.

Es verdad que el objetivo del gobierno era aún peor y no preveía la recuperación salarial total al final del quinquenio. El cambio de esa pauta ha sido un gran logro de la COFE quebrando la pauta salarial del gobierno.

Al mismo tiempo, es necesario tener en cuenta que volver al punto de partida cinco años después genera una gran renta inflacionaria que nadie compensará, que el gráfico 2 lo muestra claramente.

Dos ejemplos de esa pérdida en los tres años que van de gobierno para ver la magnitud de esa renta inflacionaria: Un cajero de supermercado que en enero de 2020 ganaba 24.317 pesos comparando mes a mes su salario verdadero con el ajuste semestral por IPC completo, al final de los tres años, perderá 58.584 pesos. O sea, más de los dos aguinaldos. Con igual metodología, un trabajador público que ganaba 30.000 pesos en enero de 2020, perderá 41.041 pesos, un aguinaldo y pico, en dos años, ya que el primero cuyo ajuste fue por la ley de presupuesto del FA y por ende por toda la inflación no perdió. Es mucha plata.

No hay derrame directo del gran capital (distribución primaria) y no hay derrame indirecto a través del Estado. Gran concentración empresarial será el resultado del lustro y esta Rendición de Cuentas es un factor de contribución a dicha concentración.

(*) Senador del Frente Amplio.