Ambiente como política de Estado

Por Walter Cervini (*) | @Wcervini

Desde la creación del Ministerio en este período, el gobierno apuesta al ambiente como una política de Estado. Desde la asunción del ministro Adrián Peña y todo el equipo de la cartera, se viene trabajando fuertemente para generar políticas con objetivos a corto y mediano plazo, pero fundamentalmente pensadas a futuro para que sean transversales a todos los partidos políticos.

Es así que este Ministerio redactó el Reglamento del Aire, que era una obligación de la Ley General del Ambiente Nº 17.283 en su redacción dada por el artículo 17 del año 2000, que no se había reglamentado y se decretó en abril de 2021, 21 años después.

Se viene realizando un gran trabajo en poder medir los efectos que la producción de nuestro país le genera o no al ambiente. De esta manera, se está trabajando en la huella de la ganadería, que mide lo que esta actividad produce de gas metano, una de las causas del calentamiento global.

Esto representa un diferencial para identificar nuestros productos en el mundo, ya que los mismos tendrán información completa, desde su producción hasta el consumidor final, generando valor agregado para los productos uruguayos ante un inmenso mercado mundial que busca artículos con estas características al momento de elegir.

También se viene trabajando en la huella de la producción arrocera y la huella de la producción forestal, con el mismo objetivo de aportar información de todo el proceso de producción.

Se estima que tendremos los primeros resultados de las mediciones de las huellas de producción por junio o julio de este año.

En materia de residuos se decidió aplicar la Ley de Gestión Integral de Residuos, por lo que se implementó el Plan Nacional de Gestión de Residuos que presenta por primera vez una mirada integral y nacional a la gestión de residuos en el país, y que al mismo tiempo es una obligación por ley que no se había cumplido. En este marco se realizan dos resoluciones que apuntan a disminuir lo que tiene que ver con plásticos de un solo uso, aumentando la recuperación. Un ejemplo de esto es la prohibición de los sorbitos, que fue además un reclamo de mucho tiempo. Este plan apunta a la recuperación de envases, que al día de hoy está en un 4% de los envases que se utilizan y que con las resoluciones del Ministerio de Ambiente de abril de 2021 se apunta a que en el año 2023 se recupere el 30% de envases, y al 2025 se recupere un 50% del total de los envases.

Para llegar a este objetivo de recuperación, la Cámara de Industrias ya presentó su Plan de Envases, que es muy importante, ya que con este plan las industrias deberán trabajar en acciones que permitan recuperar los envases que vierten al mercado para poder alcanzar los objetivos planteados.

En lo que corresponde al agua, el Ministerio de Ambiente busca trabajar en mejorar la calidad con un gran proyecto de universalización del saneamiento en nuestro territorio y a su vez mejorar en la extracción y distribución de la misma.

En nuestro país existe una sola toma de agua para la zona metropolitana, que extrae del Río Santa Lucía, siendo Aguas Corrientes la única planta potabilizadora. Esto sin dudas significa un riesgo muy importante ante cualquier problema que allí pueda suceder, ya que no se cuenta con ninguna alternativa, sumado a los problemas de distribución que se generan principalmente en verano, sobre una zona densamente poblada del área metropolitana como es la Costa de Oro y alrededores.

Para brindar una nueva alternativa de extracción y potabilización de agua para la gran zona metropolitana, el Ministerio de Ambiente presenta el proyecto Arazatí.

El proyecto consiste, básicamente, en la toma del Río de la Plata, potabilización en Arazatí y bombeo al Recalque de Melilla. El agua se toma, se potabiliza y se bombea al Recalque de Melilla, donde está el 85% de la red del área metropolitana.

La planta de Aguas Corrientes sobre el Río Santa Lucía abastece de agua potable a parte de Montevideo, Canelones y San José, y tiene una capacidad de producción garantizada de 580.000 m3/día.

Existe un déficit de oferta de agua bruta actualmente de 120.000 m3/d y proyectado de 260.000 m3/d al 2045, valores equivalentes al 20% y 50% respectivamente, de la oferta de agua bruta disponible.

En los estudios que ha realizado la OSE, hay un diagnóstico que dice que necesitamos en materia de cantidad mayor agua. La vulnerabilidad que tiene el actual sistema es que el Río Santa Lucía es la única fuente de agua bruta. Uruguay viene trabajando desde hace mucho tiempo en esto, pero se puede decir que es una fuente de agua comprometida; todavía no se ha logrado una mejora sustantiva en materia de calidad de agua debido a que lleva procesos a realizar.

Tenemos tres líneas aductoras que transportan aproximadamente el 100% del caudal y que salen desde Aguas Corrientes, es un sistema con vulnerabilidades y debilidades.

Desde el Ministerio de Ambiente se decidió avanzar en esta opción y no aún en la de Casupá, porque esta última no soluciona la vulnerabilidad de depender del Río Santa Lucía y de tener una única planta. Lo que sí tendríamos sería más cantidad de agua.

Esto no quiere decir que no haya que hacer el proyecto de Casupá, porque luego de implementado este proyecto, el 70% del abastecimiento de Montevideo y de la zona metropolitana seguirá siendo de Santa Lucía. Por lo tanto, seguirá siendo la cuenca prioritaria del país y es necesario seguir trabajando allí. El embalse será necesario, quizás no de la misma dimensión, pero lo importante es que esa obra no es excluyente de la que se presentó.

Este proyecto es 100% inversión en calidad de vida de las personas. Hay otras inversiones que pueden tener un retorno o una mejora de ingresos, pero esta es una inversión para solucionar un problema que tenemos diagnosticado hace mucho tiempo, que es asegurar el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana porque es la inversión más importante, en 50 años, en agua potable.

Sin dudas que estas son solo algunas de las acciones que el Ministerio de Ambiente viene implementando para mejorar la condición y la calidad de nuestros recursos, pero es fundamental que todas sean con una mirada a largo plazo pensando en el futuro, haciendo del ambiente una política de Estado.

(*) Diputado del Partido Colorado.