Azucena Arbeleche: “Hay margen para innovar en el campo de las finanzas sostenibles”

"Grandes esfuerzos” > Metas ambientales requieren de apoyo del sector público, financiero y empresarial

 El cumplimiento de políticas ambientales está incidiendo en el acceso y los costos de financiamiento de la deuda soberana, y se busca que los organismos internacionales comiencen a incluir estos aspectos para facilitar financiamiento a los países. Así lo explicó la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, quien resaltó el trabajo del Gobierno en esa dirección, pero agregó que esos esfuerzos también deben incluir al sector financiero y al empresarial privado.  “Creemos que hay margen para innovar en el campo de las finanzas sostenibles y estamos totalmente comprometidos a avanzar en esa dirección”, aseguró.

La ministra participó ayer jueves de la reunión de lanzamiento para la conformación de la Mesa de Finanzas Sostenibles (MFS), que se realizó con el objetivo de iniciar el diálogo respecto de la Agenda para impulsar las Finanzas Sostenibles en Uruguay. Se trata de un espacio permanente de diálogo para definir e implementar en conjunto acciones concretas para una agenda de finanzas sostenibles en el país.

En la instancia también participaron el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat, el representante del BID en Uruguay, Matías Bendersky, y el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Stefan Liller.

La ministra destacó la importancia que tiene para el gobierno este tema y resaltó la voluntad de las entidades firmantes del sector financiero de este acuerdo para “impulsar las finanzas sostenibles en Uruguay”.

Vamos a innovar

Recordó que el país se encuentra en “un punto de inflexión”, en el cual la economía muestra “indicios claros de recuperación”. En ese sentido, argumentó que el objetivo del gobierno es lograr que esa recuperación sea “generalizada y sostenible”, lo que implica conjugar el crecimiento económico con la creación de empleos y mejoras en las condiciones de vida, a través de “inversiones que tengan un impacto positivo y medible en indicadores sociales y ambientales”.

Destacó que la formación de la MFS contribuirá, fundamentalmente, al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. “Desde el gobierno creemos firmemente en la necesidad de transitar hacia una economía carbono-neutral y resiliente, sin comprometer nuestro potencial de crecimiento y competitividad”, subrayó.

Fundamentó que “los criterios de desarrollo sostenible tienen una importancia creciente en las decisiones de portafolio de la comunidad inversora global”, donde el cumplimiento de las políticas ambientales inciden crecientemente en el acceso y los costos de financiamiento. “Por ello estamos trabajando junto a otros ministerios en el diseño de un bono soberano, que tenga relacionado su pago de interés a indicadores ambientales”, recordó.

También resaltó que en su rol como presidenta del Comité de Desarrollo del FMI y el Banco Mundial, donde se apunta a que los préstamos de estas instituciones multilaterales también vinculen el costo de financiamiento al logro de objetivos ambientales. “Creemos que hay margen para innovar en el campo de las finanzas sostenibles y estamos totalmente comprometidos a avanzar en esa dirección”, explicó la ministra.

La unión hace la fuerza

Arbeleche afirmó que el cumplimiento de los compromisos asumidos por Uruguay en la agenda de los ODS 2030, conllevarán “grandes esfuerzos” no solo del gobierno, sino también del sector financiero y empresarial. “Será necesario movilizar recursos financieros públicos y privados hacia inversiones que permitan transitar hacia una economía justa e inclusiva, una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero y resiliente a los efectos del cambio climático”.

Por último, Arbeleche reflexionó que la pandemia trajo consigo “cambios profundos en las modalidades de trabajo y en el mundo de los negocios, y una revalorización de la huella sostenible en las decisiones de consumo, producción e inversión”. En ese sentido, estimó que Uruguay tiene por delante “grandes oportunidades para generar una reactivación económica ambiental y socialmente responsable, canalizando recursos hacia aquellos sectores y actividades económicas capaces de impactar de manera positiva en la generación de empleo, de cuidado del medio ambiente y el bienestar de nuestra sociedad”.