Confianza del consumidor se mantuvo, pese a que empeoró la percepción de la situación económica

Guerra entre Rusia y Ucrania puede explicar el deterioro de las expectativas

>>El Índice de Confianza del Consumidor se mantuvo sin cambios en el mes de febrero y se afianza en la zona de moderado optimismo, aunque al interior del indicador se observaron comportamientos contrapuestos. Mientras que mejoró la predisposición a la compra de bienes durables, los indicadores relacionados a la percepción de la situación económica personal y del país mostraron un deterioro. Ello puede deberse a la tensión e incertidumbre internacional provocada por la invasión de Rusia a Ucrania.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se mantuvo sin cambios en febrero, manteniendo el puntaje de 51,1 que había registrado en enero, y afianzándose dentro del nivel de moderado optimismo (más de 50 puntos), zona en la que se encuentra por quinto mes consecutivo, según informó la Cátedra de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores. 

Si se lo mide contra febrero de 2021, el ICC es 1,9 puntos más alto, y si se considera el promedio del año móvil cerrado a febrero de 2022, el aumento es de 2,7%, en relación a los doce meses cerrados en febrero de 2021.

Subíndices

Pese a la estabilidad del mes, al interior de los indicadores se observaron comportamientos contrapuestos, ya que dos de tres subíndices mostraron caídas. Los subíndices con desempeño negativo fueron los relacionados a la percepción de la situación económica (personal y país), lo que pudo deberse a la tensión e incertidumbre internacional que están presentes desde el 24 de febrero con el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania. Según se explica en el informe, el conflicto ha derivado en un aumento del precio del petróleo y otros productos, además de cambios en los patrones de comercio, en especial los que involucran a estos países. 

La percepción sobre la Situación Económica Personal fue el subíndice que más descendió, abandonando el puntaje del mes anterior, que fue el mayor puntaje desde febrero de 2020. Ambos componentes (situación actual y a un año) disminuyeron, pero la desmejora fue impulsada principalmente por el segundo componente. El factor que refleja la situación económica personal futura, movido por expectativas de carácter a corto/mediano plazo, demuestra la preocupación de la población por el impacto que podría llegar a tener el conflicto internacional en la economía de los hogares. 

Por su parte, la percepción sobre la Situación Económica del País descendió por segundo mes consecutivo. Observando la evolución de los dos componentes que conforman el subíndice (situación económica del país a uno y tres años), fue el primero el causante de la caída, debido a que el segundo aumentó levemente. Este comportamiento, según el informe, puede estar reafirmando lo observado en la situación económica personal, donde la mayor preocupación se encuentra en el horizonte temporal de corto/mediano plazo.

Por último, la Predisposición a la Compra de Bienes Durables fue el único subíndice que mejoró su desempeño respecto al mes anterior aumentando 5 puntos y contrarrestando el impacto de la caída de los otros subíndices. Ambos componentes del subíndice aumentaron (electrodomésticos y automóviles y viviendas), aunque los primeros fueron los de mayor variación, lo que pudo deberse a la baja cotización del dólar observada durante febrero.

Los otros 

En cuanto a los denominados “otros indicadores” de confianza que no están incluidos en la evolución del ICC, mostraron movimientos dispares: cuatro de ellos empeoraron y los otros dos mejoraron.

Dentro de los más pesimistas se ubicaron las expectativas de ingresos, capacidad de ahorro, preferencia por la moneda nacional y preferencias por depósitos en el país. Por otro lado, mejoraron las variables de expectativas de inflación y expectativas de desempleo. En el primer caso se modera el aumento de las expectativas que se dio en enero, lo cual se acercaba al peor puntaje registrado en la serie. Por su parte, las expectativas de desempleo logran una mejoría luego de cuatro meses consecutivos de deterioro.