“El Mercosur tiene muchas cosas que resolver antes que preocuparse por lo que decida Uruguay para mejorar su acceso al mercado”

Marcel Vaillant, especialista en comercio internacional

El presidente Luis Lacalle Pou anunció la culminación del estudio de factibilidad para un TLC con China, que arrojó un resultado positivo, abriendo ahora una nueva etapa de negociación. El experto en comercio internacional, Marcel Vaillant, dijo a CRÓNICAS que el proceso “demoró un poco”, lo que creó incertidumbre, pero evaluó que va en el sentido correcto y puede potenciar la apertura comercial de Mercosur. Si bien estimó que puede haber rispideces a la interna del bloque, señaló que hay otros focos de tensión que se deben resolver. 

El pasado miércoles 13 se anunció en conferencia de prensa la culminación del estudio de factibilidad que estaba en marcha para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. El encargado del anuncio fue el propio presidente de la República, Luis Lacalle Pou, quien destacó que el estudio fue “positivo” y que ahora comenzarán a negociar con la potencia asiática.

El mandatario comentó, además, que las novedades fueron informadas a los líderes chinos, y desde cancillería se informó a los miembros del Mercosur.

“Lo comenzado en setiembre de 2021, que fue el acuerdo de factibilidad en conjunto con la República Popular de China, ha concluido y, con satisfacción, podemos decir que esa conclusión es positiva, que hemos llegado a un acuerdo que es beneficioso para ambos países y ahora sí, empezar formalmente la negociación para un Tratado de Libre Comercio (TLC)”, declaró el presidente.

En conferencia, se le consultó al mandatario por el contenido del estudio y este respondió que no serán públicos argumentando que es por falta de tiempo y no por cuestiones de “confidencialidad”.

Para analizar el contexto y las consecuencias de este hito, CRÓNICAS consultó al doctor en economía y comercio internacional, Marcel Vaillant.

“Era lo esperable, se demoró un poco y eso creó incertidumbre al proceso. Está bien que haya ocurrido y no haya quedado en una ambigüedad. Lo que ocurra este año es muy importante porque va a marcar un hecho de inicio de la apertura del bloque, pero no en los términos que se señala, como la ‘defunción del Mercosur’. Las relaciones comunes con terceros son la esencia de este bloque, lo anterior es un equívoco, no es verdad”, diagnosticó el especialista.

Además, recordó que desde febrero del año pasado, cuando Lacalle Pou comenzó una ronda bilateral con presidentes del Mercosur, en particular con Jair Bolsonaro en Brasil -pasando por la cumbre el 26 de marzo con relación al aniversario del Tratado de Asunción-, el canciller Javier Bustillo anunció que Uruguay empezaba el proceso de negociación, en virtud de que el bloque no había logrado establecer ninguna decisión.

“Está desafiando a volver a poner la agenda sobre el comercio internacional y enfatizar que cuanto más nos abramos con terceros, más nos vamos a abrir entre nosotros. Parte del mal desempeño del Mercosur está referido justamente a eso: no han podido tener una agenda externa dinámica”, analizó el experto. 

Jugá callado

Hasta el momento no hubo pronunciamientos oficiales por parte del gobierno argentino, quienes habían sido muy críticos tras el primer anuncio de que Uruguay se embarcaba en este camino.

“Quizás implique que no quiere abrir otro frente de conflicto o que se esté preparando para armar uno más fuerte. Muchas veces nos ha tocado ocupar el lugar del chivo expiatorio; tenemos que tratar de salir de ese lugar”, advirtió Vaillant.

Asimismo, evaluó que aunque se puedan anticipar tensiones en las próximas cumbres, no estarán solamente referidos a este tema. 

“Está en agenda la reducción del Arancel Externo Común (AEC) en un 20%, hecho que Brasil ya concretó. Y va a estar la iniciativa de este país de retomar su política comercial con terceros como está haciendo Uruguay en este caso. Está claro que el Mercosur tiene muchas cosas que resolver antes que preocuparse por lo que Uruguay haga para mejorar su acceso al mercado”, defendió el analista.


Separar la paja del trigo

Por otra parte, hay quienes se cuestionan la pertinencia de un acuerdo comercial con China considerando la tensión geopolítica internacional que ha generado la guerra en Ucrania, donde el gigante asiático aparece como uno de los principales socios comerciales de Rusia.

Sin embargo, según el entrevistado, el mundo ha sabido separar los intereses económicos de los principios sociales. “No podemos hacernos cargo de algo que en todo el mundo no se ha hecho y hay motivos sustanciales para que eso no ocurra. Los vínculos de la economía china con el mundo son enormes, y la interdependencia económica con ese país sustantivamente no ha cambiado”, desglosó Vaillant.

En ese sentido, consideró que el enfoque conceptual tomado por el presidente en la conferencia de prensa fue “el adecuado”.

“Es un TLC, no una adhesión incondicional a la geopolítica ni de China ni de ningún otro eventual socio en un acuerdo comercial. Lo que sería diferente es con la Unión Europea, que tiene un acuerdo marco de cooperación política de lineamientos, y aunque no está ratificado, está planteado así”, concluyó.