Empresarios redujeron juicios positivos sobre seguridad pública, desempleo y pobreza

Salvo la educación y seguridad social, no se espera que se concreten otras reformas

>>Los gerentes y ejecutivos de empresas grandes y medianas que operan en Uruguay muestran una opinión excepcionalmente buena del clima de negocios, aunque se moderaron las expectativas respecto a que la situación económica y el clima de inversiones sigan mejorando el próximo año, según la última encuesta de Exante. Si bien tienen una opinión ampliamente favorable respecto a la gestión del gobierno y el saldo es positivo en la mayoría de las áreas analizadas, hubo una reducción de los juicios positivos en temas como seguridad pública, desempleo y pobreza. 

Aunque hay una percepción excepcionalmente buena del clima de negocios en Uruguay, hay una moderación en las valoraciones, con un aumento de las posiciones neutrales, según se constató en la última edición de la Encuesta de Expectativas Empresariales de la consultora Exante, realizada en octubre entre gerentes y altos ejecutivos de empresas grandes y medianas que operan en Uruguay.

Un 88% de los más de 300 ejecutivos consultados califican el clima de negocios como “bueno” o “muy bueno”. Sin embargo, se moderaron las expectativas respecto a que la situación económica y el clima de inversiones sigan mejorando el próximo año.

De acuerdo al informe, en esta edición del sondeo “predominan las respuestas neutras”. Aun así, el saldo neto de respuestas respecto a las perspectivas en ambas dimensiones es más favorable que el previo a la pandemia.

En diálogo con CRÓNICAS, Alicia Corcoll, gerente de Exante, reconoció la moderación del optimismo sobre el clima de negocios respecto a ediciones previas, pero subrayó que siguen siendo “mayormente favorables”. A su entender, esta moderación era “bastante previsible”, puesto que las respuestas venían siendo “sumamente excepcionales”, seguramente explicado por encontrarse la economía en la fase de recuperación del shock que había generado el covid. “Una vez que la economía volvió a esos niveles tenemos una moderación”, sostuvo.

Añadió que el deterioro del contexto externo en los últimos meses también “pone a Uruguay en una situación bastante más compleja”, lo cual hacía prever un impacto en las expectativas. Asimismo, a nivel doméstico, los negocios vinculados al consumo interno también pueden estar sintiendo la desaceleración, en la medida en que la recuperación del empleo “se fue quedando sin fuerza en estos últimos meses”.

Al pedirle a los empresarios consultados que mencionen libremente los aspectos positivos del clima de negocios, se destacan los conceptos de seguridad jurídica, estabilidad, estabilidad económica, estabilidad política, reglas claras, previsibilidad y promoción de inversiones. Por el contrario, entre los aspectos negativos destacan inflación, costos altos, presión sindical, conflictividad y tamaño del mercado. 

Aprobación del gobierno

La aprobación de la gestión del gobierno de Lacalle Pou disminuyó frente a los relevamientos previos, pero permanece por encima de 75%, un porcentaje notoriamente superior a lo que arrojan los últimos sondeos de opinión pública. Asimismo, la encuesta destaca que el balance es favorable en casi todas las áreas de gestión, aunque hubo una disminución apreciable en los juicios positivos referidos a la seguridad pública, el desempleo y la pobreza. Solamente se vio un aumento de los juicios positivos en el área de desarrollo de infraestructura. 

Corcoll resaltó los resultados, y enfatizó el bajo porcentaje de desaprobación, puesto que solo un 4% de los consultados desaprueba la gestión. Agregó que en la encuesta se consulta específicamente por cómo evalúan los empresarios la gestión del gobierno en un conjunto de dimensiones bastantes amplias, y en casi todas ellas, el balance es favorable. 

“En algunas se destaca -por ejemplo- la valoración en lo que hace el crecimiento económico, promociones de inversiones, situación fiscal, donde las respuestas se mantienen muy altas para lo que es la historia de esta encuesta”, sostuvo.

No obstante, también se marcó una reducción de los juicios positivos en algunas áreas de la gestión, como la seguridad pública, el desempleo y la evaluación de la pobreza. “Realmente hubo caídas significativas, sobre todo en seguridad pública”. 

Entre las políticas que debe priorizar el gobierno, Corcoll explicó que “sistemáticamente los empresarios a lo largo de esta historia, más allá del gobierno que esté en ese momento, marcan mejorar la educación y la seguridad pública en las primeras posiciones. Eso es un clásico”. No obstante, también hubo novedades en esta encuesta, y la necesidad de ampliar la apertura comercial también se coló en las primeras posiciones, así como llevar la inflación al rango meta. “Entonces, más allá de que la aprobación sea positiva, tenemos dentro de los empresarios muchos temas que ellos marcan con una cantidad relevante de menciones que el gobierno tiene que atacar”, reflexionó.

Independientemente de ello, un 70% de los empresarios consultados no espera grandes cambios en materia de política económica, lo que marca “algo menos de optimismo” respecto a la edición anterior. 

Los encuestados muestran una expectativa positiva de que se logren aprobar la reforma de la seguridad social y del sistema educativo. Sin embargo, “no esperan que se concreten avances sustantivos en otras reformas que estuvieron o han estado en el menú de este gobierno”, como la modernización del marco de relaciones laborales, la reforma del mercado de los combustibles, la solicitud de ingreso al Cptpp o la culminación de negociaciones para un TLC con China.


Dólar, inflación y empleo

Pese a la caída del dólar en lo que va del año (a contramano de los movimientos globales), en general las respuestas apuntan a un tipo de cambio más alto para los próximos doce meses. El promedio de respuestas es de un tipo de cambio de $ 44 con un horizonte de un año. 

En materia de inflación, se observa que está siendo más persistente de lo previsto, pero los ejecutivos siguen aguardando que ceda y cierre el año próximo en torno al 8%. No obstante, las expectativas de inflación para el mediano plazo se mantienen en torno a 7%. Menos de 20% de los encuestados consideran que la inflación entrará dentro del rango meta en un horizonte de tres o cuatro años. “El desanclaje de expectativas de inflación sigue siendo un tema bien relevante, el rango meta no está operando como un ancla firme de expectativas de inflación. De hecho, cuando les consultamos cuáles son los aspectos más negativos del clima de negocios, uno de los puntos que marcan es justamente la inflación”, comentó Corcoll.

En materia de empleo, sigue predominando una visión cauta en las decisiones de contratación. “Esto es algo que viene ocurriendo hace bastante tiempo en esta encuesta, sistemáticamente son más extendidas las perspectivas de aumentar la producción que de aumentar la plantilla de personal”, señaló. Además, también hubo una moderación en las perspectivas de contratación respecto a encuesta anteriores.

No obstante, Corcoll destacó que la “nota positiva” es que el saldo neto entre quienes dicen que van a aumentar la dotación de personas respecto a quienes afirman que la van a disminuir, sigue siendo positivo.