Política salarial “prudente” y presupuesto equilibrado para evitar subas de impuestos

Designación de Juan Castillo como ministro de Trabajo “ha generado preocupación en el sector privado”

El regreso del Frente Amplio al Gobierno tendrá por delante “dos hitos clave” que permitirán evidenciar el rumbo económico de las nuevas autoridades: la ronda de negociación salarial y la presentación del presupuesto quinquenal. Así lo analiza la firma Grant Thornton en su último Informe de Coyuntura, en el que valora que “la política salarial deberá ser prudente dado que el empleo se encuentra en niveles históricamente altos”. En cuanto al presupuesto, señala que deberá “equilibrar las demandas de gasto con los compromisos electorales, evitando incrementos de impuestos que afecten la inversión y el consumo”.

Al analizar la coyuntura económica local, el informe de Grant Thornton concentra su análisis respecto a las señales que se han dado a través del nombramiento de figuras clave del gabinete y las primeras medidas económicas.

Desde una perspectiva política, se menciona la oficialización de todas las designaciones ministeriales, y se destacan las confirmaciones de Gabriel Oddone al frente del Ministerio de Economía y Finanzas, de Guillermo Tolosa presidiendo el Banco Central, y de Rodrigo Arim al frente de la OPP. Asimismo, “se reconoce la designación de Juan Castillo como Ministro de Trabajo, que ha generado preocupación en el sector privado debido a su pasado como referente sindical”.

Más allá de esa preocupación, se subraya que “las declaraciones gubernamentales enfatizan un firme compromiso con la responsabilidad fiscal y destacan el uso de la tasa de política monetaria como el principal instrumento de política económica”.

Para 2025, el informe identifica “dos hitos clave” que proporcionarán una visión más clara sobre la dirección económica del país. El primero corresponde a la undécima ronda de negociaciones salariales que tendrá lugar en el mes de julio, donde “la política salarial deberá ser prudente dado que el empleo se encuentra en niveles históricamente altos”.

El segundo se refiere a la presentación del presupuesto quinquenal en agosto, donde “será crucial equilibrar las demandas de gasto con los compromisos electorales, evitando incrementos de impuestos que afecten la inversión y el consumo”.

Dudas en el horizonte

En cuanto a las perspectivas, se advierte por la persistencia de incertidumbres respecto a posibles reformas en el IVA, el impuesto que más impacto tiene en la recaudación de la DGI, con debates sobre un sistema personalizado. En este aspecto, señala que la nueva administración enfrentará un déficit fiscal similar al de 2019, lo que limitará cualquier aumento significativo en el gasto público, ahora más constreñido por la regla fiscal.

En términos económicos, se proyecta que la economía uruguaya crezca un 3,2% en 2024 según la Encuesta de Expectativas y  apoyada en lo que ha sido la evolución del IMAE, la recaudación y las exportaciones que han mostrado incrementos en los últimos meses.

Para 2025, las expectativas de crecimiento se sitúan en el 3%, un crecimiento económico cercano al potencial estimado, aunque “condicionado por un contexto global desfavorable que podría imponer restricciones adicionales en la política económica”.

La inflación mensual en diciembre aumentó 0,34%, lo que deja una tasa anual de 5,5% que se encuentra por debajo del rango meta del BCU. Aún así, el ente decidió aumentar en 0,25% la Tasa de Política Monetaria situándose en 8,75% basándose en el contexto internacional incierto y la intención de converger la inflación al 4,5% en el mediano plazo.

En lo que respecta a las finanzas públicas, el déficit a noviembre de 2024 es de 4,2% del PIB mientras que la deuda continúa en aumento significando el 70,8% del PIB

Por último, señala que el mercado laboral en diciembre mostró robustez, evidenciando crecimiento en la tasa de actividad, estabilidad en la tasa de empleo y una reducción en la tasa de desempleo.