Vehículos eléctricos en Uruguay: “hay mucho interés y poca oferta”, según gerente de ACAU

ACAU > trabaja junto al gobierno para la incorporación de más bonificaciones

En un contexto en el que el gobierno apuesta al hidrógeno verde como segunda revolución en materia energética, los vehículos eléctricos se posicionan como una opción cada vez más cercana. En Uruguay, la venta de este tipo de automóviles representa el 1% del total, pero el gobierno trabaja junto con la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) para incrementar las bonificaciones en torno a ellos y promover la adquisición de los autos del futuro en el presente.

Por Ariana Vezoli | @ArianaVezoli

Según datos del rastreador industrial EV-Volumes, los vehículos eléctricos significaron el 4,2% de las ventas de vehículos ligeros en el mundo en 2020, casi el doble que lo que fue en 2019, con 2,5%. Los países nórdicos encabezan la lista de los países con mayor venta de este tipo de vehículos. De hecho, en Noruega el 74,8% de las ventas correspondió a eléctricos, en Islandia la cifra fue de  45%  y en Suecia de 32%.

En América Latina la adopción de la movilidad eléctrica en vehículos particulares va a un paso más lento y las naciones que pican en punta son Chile, Colombia y Costa Rica.

Consultado por CRÓNICAS al respecto, el gerente general de ACAU, Ignacio Paz, sostuvo que el porcentaje de los vehículos eléctricos e híbridos representan solo el 1% y el 8% de las ventas, respectivamente.

Según explicó, esto se debe a que los precios siguen siendo muy elevados en su origen, por más que cuentan con bonificaciones.

Estas “bonificaciones” existen en materia de aranceles, Imesi y patente (entre otras).
En la práctica, mientras que un vehículo eléctrico no abona aranceles, uno a combustión paga un 23% de su valor.

Algo similar sucede con el Imesi que, en vehículos a nafta, varía entre el 23% y el 46% según la cilindrada, y en los diesel llega al 115%. Sin embargo, los vehículos eléctricos tienen vigente un cargo del 5.75% que, según las últimas actualizaciones del Ministerio de Industria, desde el 1° de enero del 2022 pasará al 0%.

En cuanto a patentes, para los vehículos a combustión se calcula en base a un 5% del valor menos el IVA y en los eléctricos en base a un 2.5%.

En la energía también se aprecia una importante diferencia de costos que trasluce el impacto del cambio de la matriz energética del país.

«Si mañana nos despertamos y todos los vehículos son eléctricos, Uruguay está en condiciones de abastecer la electricidad’’, sostuvo el titular de la gremial empresarial.
Por esta línea, al comparar los gastos de electricidad con los de combustible, la ecuación resulta en $1 de energía eléctrica cada $8 de nafta.

Más incentivos

Paz expuso que, desde Acau, se trabaja junto al gobierno para la incorporación de más bonificaciones que promuevan la adquisición de estos vehículos porque entienden que las existentes no significan un incentivo suficiente.

Según explicó a CRÓNICAS, en muchos casos, la compra de un eléctrico se incluye dentro de un proyecto de inversión ya que “la ley de inversiones arma toda una «ingeniería» de puntajes. Esto le da mayor puntaje, en devolución hacia la menor polución que genera y repercute en beneficios tributarios”.

«Uruguay tiene la carga impositiva más fuerte de toda la región y de América. Si por alguna razón las mejoraran el mercado se reavivaría y lograríamos un aggiornamento más rápido”.

A la carga

Uruguay tiene una de las densidades de cargadores para coches eléctricos más altas del mundo. Sin embargo, una de las mayores preocupaciones de los compradores radica en los puntos de carga en largas distancias. A propósito, Paz puntualizó que UTE comenzará a colocar cargadores de corriente continua en rutas nacionales con distancias no mayores a 50 km uno del otro. De todos modos, el dirigente aclaró que “el vehículo eléctrico generalmente se carga de noche, horario en que Uruguay no usa tanta energía, y le sobra. La cual podría sustituirse por la compra de petróleo”. Según las estimaciones, un vehículo eléctrico carga de 0 a 100 en unas 6 horas.

Mucho interés y poca oferta

Hoy existe mucho interés pero aún hay poca oferta” remarcó el representante de ACAU. En este sentido, adelantó que algunas marcas ya instaladas en Uruguay comenzarán a lanzar más modelos haciendo más grande la oferta. Posterior a eso, se podrán esperar modificaciones en los precios, pero estos aún tendrán un peso muy fuerte del precio de las baterías.

Se espera que cuando se consolide la oferta y se visualicen las ayudas tributarias, las ventas crezcan en gran medida. «Uruguay tiene la carga impositiva más fuerte de toda la región y de América. Si por alguna razón las mejoraran el mercado se reavivaría y lograríamos un aggiornamento más rápido”.


El mercado automotor

En los últimos días, ACAU presentó los más recientes datos de venta de automóviles en Uruguay.

Desde su perspectiva, Paz entiende que se está consolidando la recuperación en el sector del comercio automotor. Esto se refleja en los números, que vienen al alza desde noviembre del 2020 -primera vez que se constató un nivel más alto que en el mismo mes del 2019-, lo que significa casi un año sostenido de crecimiento.

Previo al momento en que comenzó la recuperación, es decir, desde marzo a octubre del 2020, se registraron “cifras que no se veían desde 2003” explicó el gerente, cuando hubo caídas sostenidas.

Este último fenómeno -como muchos otros de la economía reciente-, se le atribuye a la inestabilidad y desconfianza que provocó la llegada de la pandemia. “Ni bien se sintieron medianamente confiados, se lanzaron a hacer la compra”, destacó el representante. Y aclaró que el hecho de que el comprador no vacacionara o no saliera a “gastar” tan frecuentemente pudo haber contribuido al estado financiero, impulsando el cambio o la compra del vehículo.

El gerente comentó que las proyecciones para el mercado automotor son buenas y se podrán mantener así siempre y cuando no cambie el escenario.

Paz apuntó que un factor influyente en la economía automotriz es el precio del dólar dado desde el precio del vehículo, los repuestos y hasta algunos servicios se rigen por la moneda norteamericana. En este sentido, Paz remarcó que “el sector automotor es un termómetro, cuando la economía y los índices macro económicos crecen, se ve reflejado casi inmediatamente en el mercado».