- ¿Qué país debería tomar Uruguay como ejemplo de comercio exterior? ¿Cuánto falta para llegar a eso?- Nuestro horizonte deben ser nuestros competidores. Uruguay ha perdido en esta década demasiado tiempo. Entonces, el horizonte son nuestros competidores y además ser proactivos, tener una agenda bastante armada.- ¿Cuáles serían nuestros competidores? ¿Qué países o mercados los constituyen?- Nueva Zelanda y Australia, países con una agenda, con una estructura productiva muy similar y hasta una cierta lógica climática comparable.Yo me focalizaría en Oceanía. De hecho, hay un número concreto por del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), dónde venimos trabajando en el IVC (Índice de Vulnerabilidad Comercial). Los datos de 2020 mostraban que el 63% de nuestras exportaciones pagan aranceles al entrar. Mientras tanto, en Nueva Zelanda esto es el 30% y en Australia el 25%. Entonces, en términos deportivos, estamos saliendo a la cancha varios goles abajo.- Durante varios años se ha hablado de la posibilidad de un TLC entre Uruguay y China. Además, el Mercosur tiene en agenda a países como Corea del Sur, Líbano, Canadá y Singapur. ¿Con qué otros países cree que Uruguay podría, o debería, profundizar sus relaciones comerciales?- Si queremos una lógica más bilateral (si se habilita), yo creo que los países de mayor complementariedad y de escalas negociables con Uruguay serían una buena estrategia. Con esto me refiero concretamente a Singapur, Corea, países de complementariedad y escalas similares o cercanas.Yo no sé si la lógica bilateral es empezar con grandes. Países como Estados Unidos (EEUU), China, o un bloque como la Unión Europea (UE) cuestan. Si mañana surge una lógica de flexibilización, no me inclinaría hacia economías grandes, sino más bien hacia economías complementarias y después sí, ir a un segundo nivel, mientras el Mercosur se termina de discernir cómo va a lidiar con las economías grandes y las flexibilizaciones.- ¿Cómo ve el acuerdo con la UE? ¿En qué momento está, cómo estamos parados?- En un momento de enorme incertidumbre. Cuando se ponen temas sobre la mesa tan abstractos como tener políticas medioambientales buenas es muy complejo continuar; y lo digo desde el aprecio a la UE. Yo creo que es uno de los bloques con quien deberíamos seguir profundizando mucho más porque tiene valores muy similares y cercanos a los nuestros.Pero yo creo que hoy el momento es de enorme incertidumbre porque el escollo es un tema muy difícil de cuantificar, de enorme importancia para los dos, pero de enorme dificultad para medir.- Uruguay proyecta grandes avances en materia de impacto ambiental. ¿Puede ser un punto a favor para construir nuevas alianzas?- Hay una agenda en términos de servicios, economía digital, en aspectos medioambientales en las que Uruguay cuando quiera puede salir a la cancha. Nadie lo puede limitar. Entonces, yo creo que nuestro país hasta podría ser un actor protagónico en el mundo, y así como se generó un TISA para servicios, tener un papel destacado en el mundo del comercio y las reglas medioambientales, y nos puede poner en agenda. Un acuerdo plurilateral de consensos intermedios en temas ambientales en donde Uruguay sea un actor protagónico creo que sería una buena idea.No hay que dar portazos, un ‘Uruexit’ nos puede costar muy caro. El escenario de ‘Uruexit’ es casi imposible”.
- A partir de julio, Brasil tomará la presidencia pro témpore del bloque. ¿Qué puede esperarse del mandato? ¿Brasil puede ser un gran aliado para Uruguay en sus objetivos?- Si hay un poco de oxígeno a todo lo que estamos hablando en cuanto a modernización del bloque, va a ser en el segundo semestre. No diría que vamos a encontrar más oxígeno posterior a eso; empezamos con una bola electoral en América Latina que va a llevar su tiempo.Efectivamente, la ventana de oportunidad que tenemos para la modernización es esa; para la modernización o para el second best que hablábamos también, que es reducirlo a una estrategia de contingencia post crisis. Sí, yo creo que puede haber oxígeno, que no quiere decir que se va a resolver nada, pero es la última bocanada de aire que tenemos para una posible modernización en el corto plazo del Mercosur.- ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades para Uruguay hoy? Entre la región, Latinoamérica en general, EEUU, Europa y China.- El tema de la agenda número uno debe ser tener un concepto claro de dónde estamos parados en el Mercosur. Uruguay tiene que ver cuál va a ser la estrategia ahí.Después depende, porque se abren como dos escenarios. ¿Qué pasa si el Mercosur se moderniza, o si no pasa? Imaginemos un escenario intermedio, un Mercosur que va a mostrar alguna posibilidad de flexibilización… Yo creo que ahí tendríamos que reverdecer la lógica con Asia. Hay países de Asia con mucha complementariedad -aparece Vietnam, Corea, Singapur-, y yo creo que hay lógicas muy similares para sentarnos a la mesa con una agenda muy complementaria.En tercer lugar, claramente, pienso que deberíamos poner el oído en lo que está pasando en Oceanía y empezar a acercarnos un poquito más.- Pertenece al sector Acción País dentro del Partido Colorado. ¿Le gustaría integrar un equipo, por ejemplo, en Cancillería?Hoy mi visión de la política no pasa por candidaturas. Lo que me desvela es la búsqueda de acuerdos que nos permitan avanzar hacia el desarrollo. En esa batalla siempre me van a encontrar.“La presidencia de Brasil del Mercosur en el segundo semestre es la última bocanada de oxígeno que tenemos para una posible modernización en corto plazo del Mercosur”.