Presidente de República AFAP: “Con solo subir la edad de retiro no alcanza”

EN PANINI'S

Luis Costa, presidente de República AFAP


Con 12 años al frente de República AFAP, Luis Costa, es el líder de la institución que administra US$ 16.000 millones de los aportes jubilatorios de cuya rentabilidad depende una mayor jubilación para sus afiliados. Con una población cada vez más envejecida, el sistema de solidaridad intergeneracional que encabeza el BPS cae por su propio peso y las cuentas individuales de las AFAP parecen ser un respaldo clave para garantizar la jubilación, aunque, según Costa, la reforma en el sistema previsional es indispensable: “El sistema tradicional de solo BPS no alcanza; es imposible volver para atrás. Incluso con el complemento de las AFAP habrá que tomar medidas”, apuntó Costa y añadió: “Va a haber que darle más importancia a las cuentas individuales”.


 Menú  En la cálida cava de Panini’s, el presidente de República AFAP degustó como entrada bocatta. A la hora del plato principal optó por la clásica lasagna y para el postre eligió helado.


Por María Noel Durán | @MNoelDuran

 -República AFAP es líder en el sector, ¿cuántos afiliados tienen? ¿Cómo es actualmente su rentabilidad?

-República AFAP fue creada porque la propia ley de reforma de 1996 exigía la existencia de una AFAP que tuviera capitales estatales y no dejaba funcionar a las demás hasta que estuviera República AFAP. Y así fue constituida por el BROU, el BPS y el BSE.

República AFAP hizo los deberes, hizo las cosas bien, desde el inicio se preocupó por dar un buen servicio y estar presente  en todos los departamentos, lo que generó una adhesión muy importante.

En la actualidad entre todas las AFAP hay más de 1.400.000 afiliados y República AFAP tiene en torno al 40% de los afiliados, la que la sigue tiene 23%, la siguiente 21% y la que tiene menos afiliados cuenta con un 16% (N de R: AFAP Sura, Unión Capital AFAP e Integración AFAP, respectivamente).

República AFAP administra el 57% del fondo de ahorro previsional, ya que tenemos aquellos afiliados que tienen más aportes y cotizan más seguido, a pesar de tener el 40% de los afiliados.

Una forma de ver el liderazgo se traduce en el traspaso entre una AFAP y otra. Los traspasos son libres luego de realizados seis aportes, y el 99% de los traspasos son hacia República AFAP. A su vez, tenemos 22 centros de atención mientras que nuestra competencia tiene cinco o seis.

La otra diferencia importante es que las AFAP por el trabajo de invertir y hacer crecer los aportes del afiliado cobran una comisión. La comisión de República AFAP es 60% más baja que la de la competencia.

Todos los meses a los trabajadores uruguayos nos descuentan un 15% para nuestra jubilación, si estoy afiliado a una AFAP una parte de ese aporte va a mi cuenta individual y es en ese momento que se cobra la comisión por lo que, obviamente, si la comisión es más baja, entra más plata a mi cuenta.

Llevamos hechas 16 rebajas en la Comisión en los últimos 12 años, creo que ese ha sido uno de los diferenciales importantes en relación con nuestra competencia.

-Recientemente la AFAP implementó el Código de Administrador de Activos de CFA que garantiza aún mayor transparencia en las inversiones. ¿Qué otros temas los ocupan actualmente?

– Sí, el CFA da más tranquilidad y seguridad a nuestros afiliados porque estamos invirtiendo US$ 16.000 millones todo el tiempo y esa es una responsabilidad muy importante. Tener los criterios de CFA ayuda al mercado a estar tranquilos de que hacemos las cosas bien. Ya hemos ganado tres veces el Premio Nacional de Calidad y dos veces el Premio Iberoamericano de Calidad. Son auditorías que permiten tener la tranquilidad de que todo está funcionando bien.

Lo que nos ocupa diariamente es la inversión del fondo. Por suerte, las noticias en ese sentido son buenas porque hemos logrado desarrollar un mercado de inversión muy interesante.

Vamos 22 años en mercado pero ya hemos radicado inversiones en los 19 departamentos del Uruguay de forma muy diversificada. Ahora ya no son solo bonos de Tesorería sino que se ha logrado un flujo de inversiones muy interesante que nos permite diversificar el riesgo, por aquello de no tener todos los huevos en la misma canasta.

Estamos muy contentos de cómo evoluciona este incipiente mercado de capitales en Uruguay, que sabemos que es muy limitado a nivel de acciones.

Fue gracias a los fideicomisos que logramos diversificar mucho las inversiones.

Hemos invertido mucho en infraestructura y nos gusta ese tipo de inversión, no solo porque da muy buena rentabilidad al trabajador sino también porque ayuda al país a desarrollarse.

Financiamos el Hotel Conrad de Punta del Este, el Aeropuerto Internacional de Carrasco, la Terminal de Ómnibus de Tres Cruces. Hemos colaborado de forma muy importante con el cambio en la matriz energética; financiamos parques eólicos en toda la República. Todas esas cosas fueron posibles porque había un ahorro previsional importante, de hecho, esos US$ 16.000 millones que manejamos representan el 25% del PIB.

Asimismo, trabajamos activamente en los proyectos de participación pública privado, el primero de ellos, lo hicimos en forma directa que fue el financiamiento de la construcción de una cárcel (Punta de Rieles). A raíz de los aprendizajes de esa experiencia, nos pareció mejor hacer un fondo bien importante, para eso nos juntamos con CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) e hicimos el fondo de inversiones CAF 1, un fondo de infraestructura que contó con US$ 350 millones y ya está comprometido, en su mayor parte, por todas las PPP que están en proceso. Además, estamos por lanzar el segundo fondo de infraestructura que va a financiar a las PPP relacionadas con la educación, como centros CAIF, escuelas, y UTU en todo el país.

“El sistema mixto será sustentable pero está lejos de poder dar lo que la gente espera”

-¿Cuáles son los sectores que les ofrecen mayor rentabilidad?  ¿Los fideicomisos les han dado los mejores resultados?

-Sin dudas porque han sido muy buenos para los afiliados. El único ingreso que tenemos es esa comisión que se cobra sobre el sueldo por el que se aporta; ahora es de 0.71% en el caso de República AFAP. Por lo tanto, todo lo que resulta de las inversiones va para la cuenta del trabajador y han sido inversiones muy buenas.

Sobre todo hay una serie de inversiones que hemos hecho en el sector productivo que son fondos de tierra que se ponen a trabajar en la forestación o en la ganadería. Y el trabajador obtiene no solo el producto del trabajo de la tierra sino también el aumento del valor de la tierra.

Desde el inicio del sistema nuestra rentabilidad ha sido más del 10% anual en los 22 años. Es una rentabilidad espectacular. Si uno lo mira sobre la inflación, en todos los años, en promedio, hemos tenido más de 7% por encima de la inflación.

 -Las AFAP privadas propusieron crear un nuevo sub-fondo que permitiera invertir con un poco más de volatilidad y así poder obtener también mayor rentabilidad. ¿Qué piensa de esta iniciativa?

-Yo creo que la propuesta es razonable. Durante todos estos gobiernos hemos tenido ampliaciones de nuestras posibilidades de invertir y creo que hay que darle su tiempo a los cambios. Entiendo que pueda resultar difícil para algunas personas que este nuevo subfondo de las AFAP privadas implicaría salir a invertir en el exterior porque nuestro mercado de acciones no permite más riesgo. Puede ser difícil que la gente entienda que vayamos a invertir en el exterior con las necesidades de financiamiento que hay en Uruguay.

Por eso hay que dar un tiempo para que se logre entender. Al principio se nos autorizó a invertir en organismos multilaterales de los que Uruguay formaba parte, después en bonos de gobierno de alta calificación u otras instituciones. Con el crecimiento que tiene el fondo, obviamente se nos tendrá que habilitar para invertir más en el exterior, pero todo tiene su tiempo.

-Hoy en día ¿cuánto se invierte en el exterior en relación con lo que se queda en Uruguay?

-La mayor parte se invierte acá, en el exterior habrá US$ 400 o US$ 500 millones que no impacta en los US$ 16.000. Pero es una salida interesante y aporta mucho a la diversificación.

-¿Hay posibilidades de que República AFAP imite la iniciativa de ANAFAP y cree un subfondo más volátil para los aportantes que están más lejos de la edad de retiro?

-Tiene que ser una decisión legal. Nosotros administramos los fondos que nos son definidos por la ley.

Lo que se plantea por parte de las AFAP privadas y que nosotros entendemos que en el futuro se va a dar, es el hecho de diferenciar a los que están al principio del proceso que pueden tener más riesgo y rentabilidad porque después tienen más tiempo para recuperar.

Aquellos aportes que se hacen al principio son los que más pesan porque están más tiempo capitalizándose. Siempre decimos que los aportes del trabajador cuando era cadete de la empresa pesan más que los que hace al ser gerente porque estuvieron 30 años invirtiéndose. La jubilación depende mucho de los aportes que se hagan al inicio de la vida laboral.

Teníamos miedo de que el tema de los cincuentones y las campañas para desprestigiar a las AFAP llevaran a que los jóvenes no se afiliaran, que es lo peor que pueden hacer porque en Uruguay tenés la opción si ganas menos de $53.000. Si se afilia, después cuando tenga entre 40 y 50 años podrá ir a revisar a ver si tomó una buena decisión en el BPS. Pero si no se afilia no tendrá esa opción. Por suerte los jóvenes se siguen afiliando, pero el mensaje para ellos es que se afilien y que cuando tengan 40 vayan al BPS y revisen la opción, pero lo peor es no tener opción.

 -Acerca de los cincuentones, ¿Cuántos se han desafiliado? ¿Qué consecuencias puede tener para el futuro del sistema previsional?

-Ellos representaban un universo de 200.000 personas. La ley que se aprobó es para una minoría de ellos, a unos 40.000 les serviría pasar al régimen anterior. En más de 1 millón de afiliados, esa cifra no afecta a nuestra actividad.

La última información que tenemos es que se asesoraron a 23.400 cincuentones activos o jubilados y, de ellos, 8.000 se desafiliaron; eso coincide con nuestros cálculos. También se confirma que esta ley beneficiaba a los que tenían remuneraciones más altas.

-Al momento de establecerse los topes, el ministro Ernesto Murro aseguró: “Las AFAP uruguayas son de las que tienen las mayores ganancias como sociedades anónimas en América Latina, entre otras cosas, porque la gran mayoría del trabajo se los hace gratis el BPS”. ¿Qué opina de este enunciado?

-Nosotros estamos capacitados para hacer la recolección de los aportes que nos corresponden sin ningún problema y con un costo sumamente razonable porque así lo permite la tecnología.

El tema es que cuando se hizo la reforma se quiso mantener la centralidad de la seguridad social en el BPS y se dijo que las AFAP venían a complementar al BPS y que el Banco de Previsión Social se iba a quedar con el 75% de los recursos. No le dieron la posibilidad a las AFAP de que cobren su parte, el BPS decide cuando alguien se jubila o se invalida, porque los legisladores uruguayos quisieron eso.

No comparto para nada la frase. Me parece que Uruguay hizo bien la reforma, se hizo bien a la uruguaya, mantuvo la solidaridad intergeneracional y se agregó esta otra forma de financiar la seguridad social que está buena para que sea más sustentable.

Quizás en el caso de las AFAP privadas dado que tienen una comisión mucho más alta que la nuestra, la utilidad es más grande y quizás allí el comentario sea más ajustado.

-¿Cómo afecta el envejecimiento poblacional al futuro del sistema?

-La tasa de natalidad ha descendido de forma muy importante. Tenemos la buena noticia de que estamos viviendo más tiempo pero es un desafío muy importante para los sistemas de previsión social. Seguimos siendo 3 millones y medio pero cada vez son más viejos y menos jóvenes.

Los uruguayos aportan 7 puntos del IVA, impuestos como el IASS, otras partidas compensatorias del BPS e incluso dinero de Rentas Generales porque los aportes de los jóvenes no alcanzan a cubrir las jubilaciones.

¿Qué va a pasar cuando llegue la siguiente generación? Van a ser todavía menos jóvenes, para más jubilados que vivirán más tiempo.

Por eso el sistema mixto es más sustentable. Una parte de la jubilación se la autofinancia el trabajador, no depende todo de la solidaridad.

A la gente que ataca al sistema le decimos, no importa quién administre pero la cuenta individual, el ahorro, tiene que estar, porque el sistema tradicional de solo BPS no alcanza; es imposible volver para atrás. Incluso con el complemento de las AFAP habrá que tomar medidas. 

-¿Es indispensable que se haga una reforma en el sistema previsional?

-Sin dudas. Ya los trabajadores no se jubilan a los 60 años porque el sistema mixto ya estimula a jubilarse más tarde y un 30% se jubila a los 60, pero el promedio es de 63 años.

Con subir la edad solo no alcanza, hay que ajustar otros parámetros. Con 60 años de edad y 30 años de aportes, el BPS calcula un 45% del promedio de sueldos, a los 65 con 30 años de aportes, un 50%. Se van a tener que pedir 65 años y 35 de aportes.

Obviamente va a haber que pensar otras cosas porque la gran reforma de 1996 no fue solo incorporar las cuentas individuales para complementar el sistema de solidaridad intergeneracional sino el registro de la historia laboral.

Acá gran parte de las personas mayores tienen jubilaciones o pensiones, cosa que no pasa en otros países, pero muchos de ellos se conseguían a través de testigos, armando la jugada todo el mundo se jubilaba.

Además, estamos teniendo un boom de las jubilaciones por incapacidad, una cada cinco personas se jubila por incapacidad, cuando antes era uno de cada diez. Eso genera un costo impresionante y se debe a que se flexibilizaron las condiciones para jubilarse y la gente no es boba, busca la forma de hacerlo.

Dentro de unos años quienes no hicieron los aportes- aproximadamente un 20%- y no aportan permanentemente, eso quedará en la historia laboral y habrá que buscar otro mecanismo.

Yo creo que se podría pensar en que la persona pueda hacer aportes a su cuenta individual, u otros mecanismos para que se puedan sostener las jubilaciones.

Es muy voluntarista pensar que el sistema inter-generacional solo pueda atender al futuro. El sistema mixto será sustentable pero está lejos de poder dar lo que la gente espera, la gente se va a llevar una amargura cuando vea las posibilidades de jubilación que hay en un sistema tan envejecido.

-¿Sería bueno que tomaran más protagonismo las cuentas individuales con respecto al sistema de solidaridad del BPS?

-Como está la situación actual, un 75% está administrado por el BPS y solo el 25% por las cuentas individuales que son solo un complemento.

En el futuro va a haber que darle más importancia a las cuentas individuales. Son desafíos que tenemos para el futuro porque es un proceso irreversible. Solo Grecia tenía la edad jubilatoria que tiene Uruguay y tuvo una crisis tremenda, los demás tienen edades más avanzadas que nosotros.

Son cosas horribles de decir pero yo no quiero presentarme a ningún cargo electivo, soy un técnico, pero un político que haga una campaña diciendo “voy a aumentar la edad de jubilación, voy a exigir más años de trabajo, voy a recortar los beneficios”, está liquidado.

Pasa acá con la Caja Militar, cuando es muy pequeño en relación con lo que se necesita. Las reformas acontecen por la crisis pero lo ideal sería hacer los cambios con calma y tranquilidad.

-¿La ola migratoria puede ser una solución a futuro a pesar de la baja tasa de natalidad de los uruguayos?

-Sí, sin dudas. Es difícil que mueva la aguja pero es una mejora impresionante, es un punto a favor. Por eso los europeos aceptan la cantidad de inmigrantes que aceptan.


Con respaldo

En respuesta a los detractores de las AFAP que las acusan de lucrar de forma desmedida, el presidente de República AFAP, Luis Costa, explicó el por qué de las utilidades.

“La ley exige a las AFAP tener un fondo de garantía por si no cumplen con la rentabilidad mínima”, apuntó. Según lo que determina la normativa, si alguna institución se aparta de la rentabilidad mínima, se debe compensar al trabajador. De hecho, en dos oportunidades esto se aplicó y las AFAP tuvieron que poner dinero de ese fondo en las cuentas de sus afiliados.

“Entonces cuando vemos el estado de resultado de una AFAP vemos el resultado de la operativa de las AFAP y el resultado es de reserva que como se invierte al igual que los fondos tiene mucha utilidad”, apuntó Costa. “Parecería muy alta pero la rentabilidad que está en el Fondo de Garantía tenemos que dejarlo porque si el fondo crece también debe crecer la reserva para mantenerse en los mismos porcentajes”, comentó.

En el año 2017, por ejemplo, la utilidad de República AFAP fue de US$ 500 millones, de estos, solo US$ 195 millones fueron distribuidos ya que el resto correspondía al fondo de reserva mencionado por Costa.