-¿Qué consecuencias tendrán un carácter permanente?-Hay un conjunto de aspectos, culturales, económicos, pero creo que en este contexto hay tres palabras, tres puntos, que son importantes tanto para empresas como países: “resiliencia”, entendiendo por resliencia la capacidad que tiene un país una empresa o una persona, de tener un trastorno negativo y poder superarlo, pero de una forma especial, es decir, superarlo siendo mejor. No solo es soportar el problema, implica soportar y terminar con más fuerza, mejor que antes. La otra es que al caer el producto mundial, el mundo es más pobre, y al menos por un tiempo eso implica “austeridad”. Y la tercera palabra que me gustaría remarcar, es que en este mundo, la clave es la “innovación”. Es el tercer elemento sobre el que pivotea el éxito de las empresas o de los problemas que van a quedar pendientes. Entendiendo por innovación no solo una nueva idea, sino que sea exitosa y aumente el valor de la empresa, de los productos del país. -También hay cambios culturales que vinieron para quedarse…-Hay cambios culturales. Todo es muy nuevo. Vamos a pasar de una sociedad con visos on-line, a una sociedad más contact free -libre de contacto-, entonces acá tenemos que recuperar ingresos, rediseñar operaciones, tenemos que relanzar las empresas. No va a alcanzar solo con volver, en mi opinión es volver pero reimaginado. Sobre el trabajo remoto, los estudios dan que la mayor cantidad de trabajos se pueden hacer remotamente sin gran mengua, ni de la productividad, ni de la competitividad de los países o las empresas. A veces incluso mejorando la productividad. Me da la sensación, con toda humildad, que estamos frente a un futuro de modelo más hibrido de trabajo remoto. Aquí hay que tener un poco de cuidado, porque no va a ser igual para las personas de mayor nivel educativo que para las de menor. Hay que tener cuidado porque se puede acentuar una brecha digital.En general hay que tener cuidado de estas grandes revoluciones que producen estos fenómenos –que ya estábamos viviendo-: la revolución 4.0, cambios muy disruptivos, inteligencia artificial, la genómica avanzada, el internet de las cosas, el big data, el blockchain. Estábamos en medio de esa revolución del conocimiento y ahora arrancamos con esta revolución que ya estaba poniendo en cuestión la necesidad de un reentrenamiento de la gente.-¿Eso implica un desafío para la educación?-Entre otras cosas, la educación tiene que capacitarte para saber que vas a estar en un mundo cambiante. Un mundo en el que la creatividad va a tener que ser uno de los activos más importantes, porque lo que estudiaste, una profesión, se va a tener que reinventar tres o cuatro veces. El conocimiento va a pasar a ser un compromiso a largo plazo para toda tu vida.Esto trae problemas también. Un lado oscuro de salud mental o de disfunciones mentales como estrés crónico, fatigas, cansancio, frustraciones.Esta pandemia produce una cosa que se llama la gran aceleración, temas que probablemente podrían haber tardado siete, ocho o 10 años, se tuvieron que poner en práctica en cinco o siete meses. Eso tiene un lado oscuro. Hay que tomar en cuenta esa serie de contratiempos no deseados. -¿Cuáles deben ser las estrategias de las empresas para salida adelante en esta coyuntura?-Para las empresas los tres principios se mantienen -resiliencia, austeridad e innovación-, pero también tienen que comprender que hay un gran activo –que siempre estuvo pero no de la forma de hoy-, que son los datos. Esta presencia de los datos lleva a que funciones dentro de una empresa, que eran rutinarias o de apoyo, terminen siendo actividades que tienen que contribuir a que esa empresa haga productos más innovadores, más rentables, que den más bienestar a la gente, que nos hagan sentir más desarrollados. Esta parte es muy importante. Las empresas tienen que comprender que un tema central está en la innovación y el conocimiento. Tenemos que tener claro que los países que han logrado salir adelante han entendido el tiempo en que se vive, y han actuado en consecuencia. Las empresas tienen que entender -creo que lo entienden- que la salida está en la innovación, en productos nuevos, o commodites con más influencias de la ciencia.“La mayor parte de países se ubicarían en el cruce de un virus recurrente y medidas parcialmente efectivas. En ese caso, la salida de la crisis no va a ser veloz”
-¿Cómo se apoya desde el sector público?-El sector público en esta pandemia ha tratado de apuntalar a las empresas, de la mejor forma que han podido, dependiendo obviamente de la espalda, y también ha actuado apoyando a la gente que ha quedado en seguro de paro o figuras similares. El Estado en esta crisis está jugando un rol bastante más grande que en otras a las que estábamos acostumbrados. De hecho, va a tener una mayor presencia; después, por supuesto, cada país hará lo que crea más conveniente. Esta crisis es tan grande, tan abrumadora, que este tipo de problemas hay que solucionarlos. Incluso nuestros países lo han hecho, en menor medida, porque la espalda es otra. -El multilateralismo venía atravesando una crisis importante y la victoria de Donald Trump en 2016 fue un golpe duro. ¿La victoria de Biden, puede provocar un cambio a favor del multilateralismo?-Comparto que el multilateralismo venía declinando. Es probable que ante la presencia de algunos líderes mundiales, y cuando hay una revolución tecnológica muy disruptiva, llegás a algunos lados oscuros. Uno es la brecha digital. Están aquellos que van triunfando porque entendieron esto, tuvieron la oportunidad, y están los que no, que no eran trabajadores del conocimiento. Eso lleva a enormes descontentos de gente que tuvo una vida honesta, de servicio, y de pronto se encuentra, a temprana edad, con problemas muy delicados de quedarse fuera del sistema, porque sus destrezas no coinciden con las habilidades que son necesarias ahora. Eso lleva a que la gente, en el error o el acierto, se cobije en gobiernos de carácter más populistas. Esto trae problemas y el multilateralismo ha ido perdiendo algunos países importantes, como EEUU. Ahora viene una persona que es mucho más multilateralista. Me gustaría que hubiera mayor multilateralismo.-¿Piensa que lo habrá?-Sí, creo que el aire empuja en esa dirección. Lo que tengo un poco más de dudas es cuánto puede durar encauzar ese barco. Porque son temas que son más profundos y es como la relación entre China y EEUU que estamos viendo. Pongo una nota de cautela en la velocidad en que esas cosas se rehagan, porque son complejas. Más allá de Biden, me da la sensación por lo que veo y leo que (las diferencias entre ambas potencias) ha calado muy fuerte en muchos estadios importantes de EEUU. El estilo va a ser muy distinto, las formas muy diferentes, las velocidades, pero estamos ante dos potencias enfrentadas claramente, en muchos aspectos, y en uno fundamental, que es el tecnológico. Por suerte, los países se van a llevar con otro estilo.“Esta pandemia produce una cosa que se llama la gran aceleración, temas que probablemente podrían haber tardado siete, ocho o 10 años, se tuvieron que poner en práctica en cinco o siete meses”
