“Todo lo que hacemos no es para hacer caja, es para servir a la producción nacional”

ALBERTO DÍAZ, PRESIDENTE DE LA ANP


El presidente de la Administración Nacional de Puertos, Alberto Díaz, recuerda cuáles fueron los principales hitos que llevaron al Sistema Nacional de Puertos a crecer hasta llegar a mover 860.000 teus en 2011, cifra que espera repetir en los próximos años. Para alcanzar y superar este nivel, Díaz asegura que será necesario invertir unos US$ 15 millones al año para profundizar el Puerto de Montevideo, además de confirmar el compromiso tanto de los actores públicos como de los privados.

Por María Noel Durán | @NoeeDuran

-En décadas anteriores, el Puerto de Montevideo no tenía el movimiento que tiene hoy en día. ¿Qué hechos determinaron que cambie la realidad de la ANP?

-Puedo hablar con propiedad de los últimos 26 años. Había un modelo de operación diferente, un esquema de infraestructura distinto; eran otras operaciones portuarias.

La evolución fue primero demoliendo los depósitos viejos, recimentando los muelles, adaptándose a los barcos cada vez más grandes. En aquél momento los barcos llegaban a un promedio de 100 metros de profundidad, hoy están en el entorno de los 300 metros.

Donde antes teníamos tres barcos, ahora tenemos uno solo, por lo tanto, hay un cambio de modelo del negocio portuario. Creo que lo desequilibrante fue el contenedor como cosa que obligó a reformular el puerto.

-¿Qué cambió el contenedor?

-La especialización para hacer las maniobras. Hay equipos puntuales, como la incorporación de nuevas grúas; dicho de otra manera, inversión que la terminó haciendo el sector privado. Se logró poner al puerto en un nivel bueno en la región.

“Nuestro principal competidor hoy es Río Grande, Brasil. Tenemos dos metros más de profundidad que Buenos Aires, creemos que ellos tienen que hacer una enorme inversión para igualar nuestras condiciones”

-¿Qué papel jugó en esto la Ley de Puertos?

-Fue dinamizadora. Se dio en 1992 e introdujo al sector privado en el puerto. Fue un hito bastante relevante para el cambio de forma de hacer negocios.

El principal hecho de esa reforma portuaria fue que no hubo más remedio que hacerla porque todos los países de alrededor ya la estaban haciendo. Tanto Brasil como Argentina, Ecuador y Chile, entre otros, hicieron reformas entre el 90 y el 94. Muchos van por la segunda reforma, nosotros todavía no entramos en eso pero no descarto que haya que hacer un aggiornamiento de lo que fue bueno en el pasado.

-¿Cuál fue el momento más desafiante de su gestión?

-Creo que hubo varios. Con los 100 años del puerto estuve revisando esos hitos. Para mí un hito fue cumplir con el deber de hacer el Muelle C, se trabajó mucho para eso.

Después hubo otras cosas que no me tocó decidirlas pero las viví como una reestructura del puerto a nivel administrativo que salió bien y trabajar el puerto como un sistema.

Ahora todos hablamos del Sistema Nacional de Puertos, como un conjunto, no del Puerto de Montevideo o del de Colonia como hacíamos antes. Es importante en esta gestión haber logrado que se hable de un Sistema de Puertos y no de cada puerto de forma individual.

“Mantener la condición actual cuesta dinero y dar un paso más en profundizar cuesta más. Serían unos US$ 15 millones más al año que mantener una profundidad un poco más baja”

-¿Esto deja de manifiesto que hay una política estatal para que se desarrolle el Sistema de otra manera?

-La norma marca que los puertos comerciales quedarían bajo la tutela de la Administración Nacional de Puertos y los deportivos bajo la Dirección Nacional de Hidrografía. Esa primera separación se fue consolidando y ya no hay duda. Creo que el concepto del Sistema Nacional de Puertos ya está instalado en todos lados.

-En la historia más reciente, ¿cómo impactó el quiebre de la relación con Argentina? ¿Fue un hecho realmente significativo?

-Sí. Si uno mira los planes maestros viejos, estaba dicho que nosotros no teníamos que pensar en el trasbordo argentino, que era una conclusión de los que hicieron los planes en el año 98.

Pero el mercado fue haciendo cada vez más atractivo el Puerto de Montevideo para la carga argentina, entonces contra lo escrito y porque los negocios mandan, nuestros operadores se volcaron a darle servicio a la carga argentina. El impacto de perderla de un momento a otro fue grande para el sector privado. Para nosotros no fue demasiado económicamente, y salimos rápidamente a buscar una carga sustituta, que fue la paraguaya, y también se piensa que la de Bolivia pueda consolidarse aquí.

Todos los que hacían negocios con la carga argentina quedaron con la mitad de esos negocios y con temor de perder la otra mitad. Por eso nos alegramos de que el tercer acto del nuevo gobierno argentino haya sido derogar esa ley.

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-¿Ahora volvió a restablecerse esa relación?

-Sí, las líneas navieras se restablecieron. Ahora hay que crecer en el mercado para sostenerlas y para que vengan otras.

-Entonces esto representa un crecimiento. Porque si la carga paraguaya la había sustituido y ahora vuelve…

-Sí, está subiendo la actividad y se nota. En los primeros seis meses del 2016 notamos un crecimiento en el movimiento  que corresponde a los trasbordos, no a la importación ni exportación y decididamente es por esas cargas. El total de cajas que nos da Argentina ronda un 8% del total de lo que movemos.

-¿Cuánto más es en relación con lo que había antes?

-Nuestro mejor año fue el 2011 y anduvimos por los 860.000 teus y con un muelle menos, porque no estaba el C, y ahora nos vamos acercando a esos niveles. Esa es nuestra aspiración como primera meta porque tenemos infraestructura para eso, pero dependemos mucho de la región, por lo que dar un pronóstico sería arriesgado.

“Tenemos que dar la batalla por profundizar el Puerto de Montevideo, después habrá otra batalla para ver de dónde sale el dinero”

-¿Qué falta para que se consolide el Puerto de Montevideo como hub regional?

-Que las navieras tengan su estrategia basada en distribuir desde Montevideo, empezamos a abocarnos a eso. Apoyados por el gobierno estamos acercándonos más a las casas matrices de los que toman decisiones. Tenemos que hacer saber cuál es nuestro plan de profundización del puerto y qué infraestructura hay. Queremos que vean que Uruguay está haciendo cosas y si dejamos que se enteren solo con el paso del tiempo pueden, mientras tanto tomar decisiones equivocadas.

-¿Qué titular de CRÓNICAS le gustaría leer en relación con la ANP?

-Algo como que el puerto sigue contribuyendo al desarrollo nacional. Todo lo que hacemos no es en beneficio de la empresa para hacer caja sino que está enmarcado en esa estrategia de servir a la producción nacional.