Más allá de lo hecho en la Rendición de Cuentas, ¿entiende que las políticas aplicadas por el Ministerio han permitido que haya más coherencia entre la política fiscal, la monetaria y la salarial?Trabajamos muy fuertemente en esa consistencia entre la política monetaria, la política fiscal y la política de ingresos, que creemos es sumamente relevante y se ve también en los resultados que se están observando, que ponen en evidencia que no es una expresión de deseo sino que hay un trabajo atrás en lo que tiene que ver con los resultados fiscales, con la desaceleración de la inflación y con los lineamientos salariales. En este último punto fue así tanto para los que estuvieron vigentes en la octava ronda -que fue una ronda bastante particular por el contexto- pero también en los lineamientos salariales que el ejecutivo está presentando para esta ronda y que se han dado a conocer en las últimas semanas.Ciertamente hay un trabajo en equipo a nivel de la propia ministra, del director de OPP y del presidente del Banco Central para asegurar la consistencia de estas políticas.¿Este 2021 es un año clave para evaluar la nueva institucionalidad fiscal?Sí, entendemos que la nueva institucionalidad fiscal que presentó el ejecutivo y que el Parlamento aprobó el año pasado tiene un rol clave para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el futuro. Es un aspecto sumamente relevante porque es lo que le permite al país acceder al financiamiento a tasas bajas y que, además, lo distingue respecto a otros países de la región.Este es un año clave, por supuesto que sí, pero entendemos que es una política a futuro y no en particular para este año. Por supuesto que este año nuevamente vamos a tener un Fondo Coronavirus que se sale de la estructuralidad de la regla fiscal. Creo que ha sido una medida muy acertada y muy inteligente el separar y encapsular el Fondo Coronavirus para justamente darle transparencia a esos gastos y poder trazarlos de forma separada de las cuentas estructurales.Este año tendremos un Fondo Coronavirus como ya anunció la ministra porque la pandemia continuó este año y probablemente los montos sean mayores que los del año pasado por la incidencia que tuvo el covid-19 durante el primer semestre del año; pero más allá de ese fondo que está separado, el compromiso de este gobierno es mantener la institucionalidad fiscal y la nueva regla fiscal implementada.¿Por qué en la Rendición de Cuentas no se prevén gastos relacionados con el covid-19 para el próximo año?Es una muy buena pregunta. La estrategia de este gobierno ha sido, en primer lugar, asegurar que todos los recursos necesarios estuvieran disponibles. Más allá de que haya matices y distintas opiniones, quedó en evidencia que en el 2020 cuando tuvimos menos niveles de contagios y menos personas internadas tuvimos una determinada cantidad de recursos y este año que se entendió que la pandemia estaba golpeando más fuerte se incrementaron los recursos. Esto quiere decir que si el año que viene se requieren recursos para la pandemia, los mismos van a estar, como creo que ha quedado claro que estuvieron durante el 2020 y el 2021 y con un manejo prudente. Otros países quizás gastaron mucho durante el inicio de la pandemia y luego se quedaron sin recursos y tuvieron que retirar todos los apoyos que estaban dando. En cambio, en Uruguay, esos apoyos se dieron en forma moderada y focalizada justamente para poder asegurar que estuvieran durante el tiempo que fuera necesario.¿Cuándo estiman que se recuperarán los niveles de actividad pre-pandemia?Según nuestras proyecciones, esperamos retornar a los niveles prepandemia el año que viene. La actividad retomaría en el 2022. Frente a eso me parece importante comentar qué estamos previendo para este año en materia económica, si bien es cierto que en el primer trimestre del año tuvimos una contracción del PBI de 2,8% en la comparación interanual. Esa contracción era de esperarse dado que el primer trimestre del año 2020 no había sido tan afectado por la pandemia en Uruguay como sí lo fueron los primeros meses del 2021 y, en particular, afectó nuestra temporada turística que se concentra en el primer trimestre del año. Pese a eso, hay varios indicadores adelantados que nos están mostrando un muy buen desempeño de la economía durante el segundo y tercer trimestre, y esperamos que también sea así para el cuarto, aunque aún no tenemos los datos.Estos indicadores van desde el nivel de exportaciones en el primer semestre del año ha mostrado crecimientos muy notorios respecto al primer semestre del año pasado ante los cuales crecieron en el entorno del 30% pero incluso cuando comparamos con 2019 en un contexto pre-pandemia, las exportaciones también están creciendo y no solo en valor sino también en volumen. En definitiva, Uruguay está produciendo y exportando más.También se ve un crecimiento de las importaciones vinculado a bienes de capital, pero también importaciones de bienes de consumo, y eso habla de cierta recuperación del consumo de la economía que es bien relevante para nosotros.Vemos buenos indicadores a nivel de recaudación tributaria. Tanto en mayo como en abril la recaudación creció en términos reales a tasas elevadas, y tenemos indicios de que esto continuó en junio y que probablemente en el primer semestre del año podamos ver cierto crecimiento en términos reales de la recaudación respecto al mismo periodo del año anterior.Estamos viendo un crecimiento muy notorio en la venta de cemento a nivel del primer semestre, también un incremento muy importante en la faena y en la inversión, algo que ha mencionado el subsecretario (Alejandro) Irastorza, pero no solo de UPM- que es muy importante para la economía- sino en el número de proyectos y en los montos de los proyectos presentados ante la Comap y también para desarrollarse en el ámbito de los proyectos de Vivienda Promovida y de proyectos de grandes dimensiones. Ahí estamos viendo proyectos que estarían superando los US$ 2.500 millones. Por supuesto que no todos se van a ejecutar, pero es probable que una gran parte sí lo haga, y para tener una referencia de magnitud, si pensamos que la inversión privada de UPM es en el orden de los US$ 3.000 millones, si se concretan estos US$ 2.500 millones de los proyectos presentados a la Comap son casi una UPM adicional. Es sumamente relevante y todo eso ya lo estamos viendo ahora, no tenemos que esperar.¿Cómo se puede apuntalar un mayor crecimiento a mediano plazo?La estrategia del gobierno fue mitigar los impactos de la pandemia a través de medidas coyunturales sobre las que ya hablamos, pero no se dejó de avanzar con su agenda de reformas estructurales.Esta agenda tiene un rol clave en el crecimiento de mediano y largo plazo porque estas reformas involucran, por ejemplo, la regla fiscal pero también la reforma de la seguridad social y la reforma del mercado de combustibles y el relanzamiento de la Comisión de Valores con el objetivo de que el mercado de valores se vuelva más profundo y activo para poder canalizar a través del mismo más inversiones y generar mayor empleo. Todas estas reformas son sumamente relevantes para mejorar la eficiencia y la competitividad de la economía uruguaya en el mediano plazo y, al final, eso es parte de lo que se requiere para que el país crezca y se desarrolle y para la generación de empleo.“Hay estudios de ASSE que hablan de oportunidades de mejora en el nivel de atención a los niños”.