En 2025, el mercado automotor uruguayo vendió más vehículos que nunca. Pero el dato, por sí solo, no alcanza para explicar lo ocurrido. Detrás del récord se consolidó una transformación profunda: tecnológica, comercial y competitiva, que reconfiguró la lógica del negocio y elevó las exigencias para todos los actores del sector.
Todos los participantes de este informe dialogaron con Empresas & Negocios para analizar un año que ya se perfila como un punto de inflexión para la industria automotriz local. Según datos de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), el mercado se encamina a cerrar 2025 en torno a las 70.000 unidades vendidas, el mayor volumen histórico, impulsado por un contexto de dólar estable, mayor acceso al crédito y, especialmente, por la rápida adopción de vehículos eléctricos e híbridos.
El crecimiento, sin embargo, no fue lineal ni estuvo exento de tensiones. En un mercado más grande, la competencia se intensificó, los márgenes se comprimieron y la propuesta de valor —marca, respaldo, post venta y confianza— pasó a ser tan relevante como el precio.
Para Pablo Ramos, director de Operaciones del Grupo Santa Rosa, el balance del año es contundente. “El 2025 ha sido un gran año para SR, ya que vamos a crecer un 10% en volumen creciendo más de un punto de mercado en share”, afirmó, y atribuyó ese desempeño al empuje sostenido de los modelos de nuevas energías.
El avance de la electrificación fue uno de los rasgos distintivos del año. “El mercado uruguayo va a cerrar el año con casi un 30% de participación de vehículos de nuevas energías, el más alto de toda Latinoamérica”, destacó Ramos, subrayando que los eléctricos ya alcanzan el 20% del total de la industria.
El ejecutivo también remarcó el fuerte dinamismo del segmento SUV y proyectó un cambio estructural en la oferta: “Sigo pensando que para el 2030 ya no habrá oferta de vehículos exclusivamente a combustión en Uruguay”.
Preferencias que cambian y un consumidor más exigente
El crecimiento del mercado estuvo acompañado por un cambio sostenido en los hábitos de consumo. Las SUV se consolidaron como el segmento dominante, desplazando a los autos tradicionales y ganando terreno en prácticamente todas las marcas y rangos de precio.
Sebastián Grande, director de Homero de León, confirmó esta tendencia al señalar que cerraron el año “con un crecimiento exponencial con respecto al año anterior”, impulsado por la ampliación del portafolio y la incorporación de nuevas marcas.
No obstante, Grande advirtió que la electrificación aún enfrenta desafíos relevantes. “El principal obstáculo para la masificación sigue siendo la infraestructura de carga y la necesidad de seguir educando al cliente”, sostuvo, marcando uno de los puntos críticos para el desarrollo futuro del mercado.
La contracara del crecimiento fue una competencia inédita. La proliferación de marcas y modelos obligó a las empresas a ajustar precios, estrategias comerciales y márgenes. Omar Daneri, CEO de Car One Uruguay, lo resumió con claridad: “Fue un año récord, pero con una competencia feroz y márgenes muy ajustados”.
Daneri remarcó que el consumidor fue el principal beneficiado del escenario, con más opciones, mejores condiciones comerciales y mayor acceso al crédito. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de un mercado desordenado. “Los autos hoy son computadoras; hay que comprarle a los importadores que se hacen cargo”, enfatizó, poniendo el foco en la importancia del respaldo técnico y la postventa.
En un contexto de fuerte transformación, la fortaleza de marca volvió a ocupar un lugar central. Claudio D’Agostini, gerente general de General Motors Uruguay, definió 2025 como “un año súper desafiante, especialmente el primer semestre”, marcado por una electrificación más rápida de lo previsto.
“Reaccionamos a tiempo”, afirmó, al repasar los lanzamientos de nuevos modelos eléctricos y la renovación de la gama tradicional. D’Agostini destacó además una característica estructural del país: Uruguay produce “más energía limpia de la que consume, y eso se traduce en una política de Estado que impulsa la movilidad eléctrica”.
La transformación tecnológica alcanzó también al segmento premium. Desde Magna Motors, su gerente comercial Luis Pascual destacó un año de consolidación para BMW y MINI. “La nueva BMW X3 superó expectativas y nos permitió ganar participación de mercado en una industria premium que viene decreciendo”, afirmó.
El lanzamiento del MINI Aceman permitió ampliar la base de clientes y acercar la movilidad eléctrica a nuevos perfiles. “Es la primera vez que tenemos un eléctrico del grupo BMW en el entorno de los US$ 40.000, y los clientes están muy satisfechos”, señaló Pascual, subrayando el potencial de la electrificación para ampliar el mercado.
Más allá de las ventas, 2025 estuvo atravesado por desafíos logísticos relevantes. Retrasos portuarios, mayor complejidad en las cadenas de suministro y presión sobre los tiempos de entrega obligaron a las empresas a profesionalizar aún más su gestión. Desde Santa Rosa hasta Magna Motors, la planificación y el vínculo con las fábricas resultaron claves para sostener el ritmo comercial.
El cierre de 2025 deja un mercado automotor más grande, más sofisticado y profundamente transformado. La electrificación avanzó con fuerza, la competencia se intensificó y el consumidor elevó sus expectativas.
Con un volumen histórico como base, el desafío para 2026 será sostener el crecimiento en un entorno cada vez más exigente, donde la tecnología, el respaldo y la confianza serán tan decisivos como el precio. El mercado automotor uruguayo ya no es el mismo: ingresó definitivamente en una nueva etapa.
El desafío eléctrico del este
El verano 2025/2026 será el de mayor circulación de vehículos eléctricos en la historia de Uruguay y volverá a poner bajo presión a la infraestructura de carga del Este del país. Con un parque automotor que alcanzará unas 20.000 unidades a fines de 2025 y con el dato clave de que en octubre uno de cada cinco autos vendidos fue eléctrico, la demanda crecerá en el momento más crítico del año: la temporada turística.
La experiencia ya tiene antecedentes. El verano pasado se observó una presencia creciente de autos eléctricos provenientes de Brasil en los balnearios del Este, tendencia que este año se profundizará con la apertura del mercado de vehículos 100 % eléctricos en Argentina. A esto se suma el flujo interno hacia destinos como Punta del Este, José Ignacio y La Barra, pero también hacia la costa de Rocha: La Paloma, La Pedrera, Punta del Diablo y el entorno del Parque Nacional Santa Teresa, donde la infraestructura de carga es más limitada.
Durante el resto del año, la mayoría de los usuarios carga en sus domicilios. En verano, esa ecuación cambia: miles de vehículos pasan a depender casi exclusivamente de la red pública y semipública, integrada por UTE, Mobility Recharge, eOne, Ancap y cargadores instalados en supermercados y centros comerciales.
El resultado esperado es saturación en horarios pico, con puntos ocupados durante largos períodos y mayor tiempo de espera para los usuarios.
La tensión no se limita a la movilidad particular. La logística de temporada -camiones que abastecen de alimentos, medicamentos y productos básicos a los balnearios- también se ve condicionada por rutas congestionadas y por una red energética exigida al máximo.
En este contexto, operadores del sector comenzaron a desplegar infraestructura de carga diferenciada para transporte pesado, con estaciones ultrarrápidas de uso exclusivo para flotas eléctricas en puntos estratégicos como Montevideo y Punta del Este, y nuevos desarrollos en el litoral. El objetivo es evitar que la saturación de la red pública afecte el abastecimiento durante la temporada alta, separando la carga logística del uso general.
“No hay señales de colapso, pero sí de una saturación previsible en el Este uruguayo. La recomendación a los usuarios es planificar recorridos, contar con las aplicaciones de los distintos proveedores para verificar disponibilidad y evitar horarios críticos”, señaló Guillermo Novelli, director de Mobility.
La electrificación avanza rápido. El desafío del verano será que la infraestructura logre acompañar ese ritmo sin afectar la movilidad ni el abastecimiento en la región más exigida del país.