Politólogo Mauro Casa: “Cabildo Abierto es un socio incómodo”

El inconformismo de los dirigentes de Cabildo Abierto (CA) en cuanto a su nula participación en el Ministerio del Interior (MI) durante el actual gobierno coalicionista, es algo de público conocimiento. CRÓNICAS consultó al politólogo Mauro Casa para conocer la posición actual de CA en la coalición, y al asesor en seguridad pública del partido, Jorge Gómez Arbiza, para saber sobre las principales propuestas en la materia.

Por: Catalina Misson

Guido Manini Ríos, senador y líder del partido, fue crítico con la cartera en varias oportunidades, especialmente en la administración del exministro Luis Alberto Heber. Esta situación fue exacerbada durante el caso Marset y la interpelación consecuente a Heber, con declaraciones de Manini Ríos como “las responsabilidades son evidentes” o “no alcanza con la renuncia del canciller”.

Más recientemente, en un acto de CA en el barrio Piedras Blancas con cobertura de Telemundo, la exministra de Vivienda, Irene Moreira, declaró que al partido no se le dio “ni el portero en el Ministerio del Interior”. En el mismo acto, Manini Ríos aseguró que siguen sucediendo “cosas inaceptables” bajo el gobierno oficialista. “Por un tema de política, se decidió que CA no tuviera el poder de decisión en materia de seguridad pública, y más allá de nuestras propuestas, no pudimos avanzar más. Ahora queremos insistir con ellas y precisamos tener la fuerza necesaria, ya no para pedir cambios, sino para exigir los que la sociedad se merece”, exclamó frente a la militancia.

No obstante, la semana pasada en el programa Buscadores, Manini Ríos expresó que hay integrantes de su partido con opiniones más críticas de las que tiene personalmente, pero que es coalicionista y desea que este cumpla su mandato. Es así que el posicionamiento de CA dentro de la coalición se torna poco claro. El politólogo Mauro Casa reflexionó al respecto en conversación con CRÓNICAS, y dijo que el elector tiene dificultades para entender qué representa este partido en la escena, si está posicionado con el gobierno, o si puede acordar con el Frente Amplio para lograr mayorías parlamentarias en el próximo período, entre otras interrogantes.

La seguridad como bandera

Si de algo no hay dudas, es que para CA la seguridad pública es un tema central en su agenda desde su fundación. El comisario retirado y asesor del partido en la materia, Jorge Gómez Arbiza, continúa trabajando en propuestas para el partido y espera que tengan lugar en un futuro próximo. Anteriormente cumplía esta función en la lista 404 en apoyo a la candidatura de Lacalle Pou, pero cuando se designó a Jorge Larrañaga como ministro del Interior y no se sumó a los elaboradores del programa al equipo, decidieron retirarse para posteriormente integrar las filas de CA.

“En Cabildo nos encontramos con que muchas de nuestras propuestas que habían sido firmadas en el ‘Compromiso por el país’, no se cumplieron”, dijo Gómez Arbiza a CRÓNICAS.

A su entender, la razón detrás de la exclusión de CA en el MI, es que hay una idea “arraigada en el país” de que el MI es un ministerio político. “Sobre el aspecto de política exclusiva por ministerios, hemos tenido la lección de que las cuotas políticas no se deben distribuir por criterios totalmente de patrón electoral por ministerio, sino que deberían estar integradas todas las fuerzas de la coalición”, opinó.

El politólogo Mauro Casa recordó que en 2019 había un temor por parte de la ciudadanía, de que en la composición de la coalición de gobierno hubiera un partido proveniente del Ejército. “Con el tiempo esa etiqueta del partido militar se fue diluyendo, pero en el 2019 era muy fuerte. Varios de los socios de Lacalle Pou como Ernesto Talvi y Pablo Mieres fueron muy críticos con ello. Eso generó una suerte de cordón sanitario, que excluyó a CA de los lugares que podían despertar más resquemores en la ciudadanía y socios de la coalición”, expuso.

En el equipo asesor de CA se entiende que el primer gobierno del FA dejó algunos elementos positivos, pero que no tuvieron demasiado impacto. En el segundo gobierno hubo un “deterioro más radical”. Gómez Arbiza señaló que las “gotas que derramaron el vaso” fueron la disolución de grupos de apoyo con radiopatrulla, el nuevo Código del Proceso Penal y la pérdida de iniciativa en investigaciones desde las comisarías.

“Antes las comisarías hacían relaciones públicas, comunitarias, prevención y represión e investigación de delitos. Eso cambió por la Ley 19.315 y hace que las comisarías sean meras receptoras de denuncias e información. Todo eso lleva a que se pierda el dominio territorial”, explicó el policía retirado. A modo de ejemplo, dijo que la zona oeste de Montevideo está habitada por unas 400.000 personas, y tiene jurisdicciones con mucha delincuencia que deben atender 100 policías repartidos en tres turnos.

Otro frente es el crimen organizado transnacional, con el objetivo de generar redes de inteligencia con los países aledaños. También reforzar los pasos de frontera con las Fuerzas Armadas, la  Fuerza Aérea y la Dirección de Migraciones, haciéndola más ejecutiva. “No queremos que se establezcan criminales internacionales para colonizar el país, utilizándolo como santuario para lavar dinero, establecer su negocio o pasar droga a otros países por el puerto”, apuntó. También hizo alusión a la seguridad cibernética, para la que el diputado cabildante Sebastián Cal redactó un proyecto aún no aprobado en el Senado.


“El sueño de ser una tercera vía”

Mauro Casa piensa que hay algo “clarísimo” y es que “Cabildo es un socio incómodo”, especialmente para blancos o frenteamplistas en caso de integrarlo por necesitar de un porcentaje de bancas. A su entender, CA no abandonó la coalición porque “es un partido muy orientado a los cargos en el Estado”, y eso fue lo que frenó a Manini Ríos y otros dirigentes de hacerse a un lado en el episodio de la destitución de Irene Moreira en el Ministerio de Vivienda. Además, en el interior del país hay una alta rotación de dirigentes de sus filas con otros partidos, que tiene más que ver con “una necesidad material de la vieja política” que con distancias ideológicas.

“Tienen un dilema. Por un lado intentan ser un partido muy ideológico con un programa bastante sui generis, pero por otro, no están dispuestos a salir a la intemperie y dejar sus cargos. Para Manini, la coalición es un second best, tienen el sueño de ser una tercera vía, pero por ahora no parece haber esa demanda del electorado”, analizó.