Agustín Iturralde: “Ausencia de un acuerdo comercial con China aumenta enormemente la vulnerabilidad comercial”

En 15 años > Países del Pacífico redujeron su vulnerabilidad, pero el Mercosur la aumentó

Uruguay tuvo una leve mejora de su vulnerabilidad comercial en 2021, lo que se debió a la baja de las exportaciones a China el año pasado, destino con el que no hay acuerdos preferenciales de comercio firmados. Agustín Iturralde, director ejecutivo del CED, comentó que esta situación nos deja “muy expuestos”, ya que “somos muy dependientes de un país, sin ningún mecanismo que blinde las exportaciones a ese destino”. De concretarse un TLC entre Uruguay y China, la vulnerabilidad comercial registraría un importante descenso por el peso que tiene el gigante asiático en las exportaciones uruguayas.

El Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) presentó su Índice de Vulnerabilidad Comercial (IVC) para toda América del Sur, destacando la importancia de promover acuerdos no solo por su impacto en dinamizar el comercio, sino también como forma de resguardo ante medidas proteccionistas que se apliquen en momentos de crisis.

El director ejecutivo del CED, Agustín Iturralde, explicó que a diferencia de otros indicadores de diversificación de mercados que miden la cantidad de países con los que se comercia, el IVC mide el porcentaje de destinos a los que se exporta sin preferencia arancelaria. En tal sentido, cuanto más cerca del 100%, más vulnerable comercialmente es una economía.

Iturralde comenzó su presentación con una foto de la firma del acuerdo del Mercosur, que tras 30 años nos pone “en un lugar un poco incómodo”. Si bien a comienzos de los 90 el Mercosur fue exitoso en su meta de incrementar el flujo comercial entre los países, no lo fue en otros objetivos trazados, como la constitución de un mercado común, la libre circulación de bienes y de personas, el establecimiento de un arancel externo común, entre otros.

También lamentó que el bloque “ha logrado muy pocos acuerdos comerciales por fuera de la región”, lo que constituye “un freno a una inserción comercial de calidad”.

Sin novedad en el frente

El IVC “no presentó mayores novedades” en la comparación histórica, explicó Iturralde al presentar los resultados, que muestran que Uruguay tiene una vulnerabilidad comercial en materia de preferencias comerciales de 55,1%, lo que implica una “leve mejora” del indicador en comparación con el dato del año pasado (60%). Ello se explica en la caída de las exportaciones de Uruguay a China el año pasado, país que representa el mayor destino de las colocaciones uruguayas, pero con el que no tenemos firmado ningún acuerdo. Sin embargo, agregó que seguramente eso se revierta “con fuerza” el año próximo, aunque aún así, “no va a afectar sustancialmente los resultados”.

En la comparación regional, Chile es el país sudamericano con menor IVC de preferencias arancelarias (9,7%), seguido por Perú (14,4%), Paraguay (16,1%) y Colombia (27,1%). Por el contrario, los peor ubicados fueron, después de Uruguay, Argentina (60,9%) y Brasil (76,8%). El informe también incluye información del IVC de Australia y Nueva Zelanda, que se ubicaron en 25,9% y 32,8%.

Agustín Iturralde: “Cuando decimos abrirnos al mundo pensamos en exportar más, o en importar más, pero también hay intangibles de modernización”

Por su parte, el IVC integral (que también considera la concentración de mercados) evidencia una reducción de las brechas entre países y algunos cambios en la escala, pero en términos generales se mantienen las mismas posiciones.

Iturralde destacó que en una comparación histórica, Chile, Perú, Australia y Nueva Zelanda han logrado una importante reducción de su vulnerabilidad comercial, pasando en promedio del 63,7% en 2006 a 22% en 2021. El Mercosur, es “la otra cara de la moneda”, registrando incluso un leve deterioro, pasando de 49,6% a 63,3%.

Eso marca “un gran estancamiento” del Mercosur, en contraposición a los países del Pacífico que “protagonizaron una carrera para firmar acuerdos comerciales con el mundo”, alguno de ellos con economías importantes como el caso de China y EEUU con Chile y Perú. Por el contrario, “el Mercosur no ha logrado ningún acuerdo relevante”.

Expuestos

En cuanto a Uruguay, Iturralde lamentó que “no ha logrado disminuir significativamente su vulnerabilidad comercial desde el 2006”, y el Mercosur como destino de exportaciones pasó de ser más de la mitad del mercado total, a 21,6% el año pasado. “Cada vez pesa menos, cada vez dependemos menos. Para quienes creemos en la integración comercial no es una buena noticia”, indicó.

También advirtió que el hecho de no contar con ningún acuerdo con China, nuestro principal comercial, nos deja “muy expuestos”, ya que “somos muy dependientes de un país, sin ningún mecanismo que blinde las exportaciones a ese destino”.

De acuerdo a estimaciones realizadas, si se concretara un TLC entre Uruguay y China, el IVC mejoraría más de veinte puntos, pasando del 55,1% al 33,66%.

“La ausencia de un acuerdo comercial con China aumenta enormemente la vulnerabilidad comercial de nuestro país”, remarcó Iturralde.

Por último, enfatizó que la discusión “no es sólo dinero”, ya que la apertura comercial está correlacionada con una mayor escolaridad e innovación. También comentó que “es bueno someterse a dinámicas más exigentes, normas técnicas, regulaciones, servicios a compañías globales” y agregó que los TLC actuales incluyen normas de género, de corrupción, de cuidado del medioambiente.

“Cuando decimos abrirnos al mundo pensamos en exportar más, o en importar más, pero también hay intangibles de modernización”, concluyó.


“No tener una red sólida de acceso a preferencias es no tener acceso a un desfibrilador para salir de las crisis”

El experto en relaciones internacionales, profesor de la Universidad Católica y Consejero Académico del CED, Nicolas Albertoni, explicó que el IVC busca formar parte del debate de política pública dando una aproximación más cercana a “doña María”. Recordó a un ministro de Estado, sin mencionar el nombre, que cuestionaba las quejas de “los aperturistas” ya que Uruguay colocaba su producción a 167 mercados en el mundo. Albertoni opinó que eso puede ser cierto, pero sobre la mesa de debate también hay una cuestión de facilidad del acceso y eso es lo que evidencia el IVC.

Albertoni fundamentó que en el mundo actual existe un “entramado de acuerdos comerciales que hace muy interdependiente al mundo”, pero también hay cadenas globales de valor que suman a esa interdependencia.

También hizo hincapié en el respaldo que implica comercialmente contar con un acuerdo comercial, fundamentalmente en contextos de recesión, donde los países suelen aplicar políticas más proteccionistas. “Hoy, no tener una red sólida de acceso a preferencias es no tener acceso a un desfibrilador para salir de las crisis”, explicó.

Ello adquiere mayor relevancia, agregó, considerando el incremento de las medidas paraarancelarias como consecuencia de las crisis económicas. Señaló que luego de la crisis financiera de 2008, las medidas no arancelarias pasaron de ser un 22% del total de medidas restrictivas a un 42%.

Por último, Albertoni comentó que en los nuevos acuerdos comerciales se incluyen temas de diversa índole, como políticas de equidad, de género, ambientales, por lo que “no ser parte de estos acuerdos hoy, es quedar afuera del debate sobre una nueva agenda de desarrollo”.


Acuerdo UE-Mercosur: “Avanzamos o nos detenemos nuevamente en discusiones personalistas”

Entre los comentaristas del informe se encontraba Marisa Bircher, quien fuera secretaria de comercio exterior de Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri y que tuvo participación activa en las negociaciones que dieron cierre al acuerdo con la UE.

Bircher reivindicó el rol del Mercosur, asegurando que juega un papel importante que va mucho más allá de lo político y lo económico, y resaltó que el cierre del acuerdo con la UE fue una señal de respaldo al multilateralismo que comenzaba a ponerse en duda por el aumento de la tensión entre EEUU y China.

No obstante, reconoció que el acuerdo entre la UE y el Mercosur “no es de libre comercio”, aunque sí es muy competitivo para nuestro bloque y por eso “debemos dar ese paso, debemos firmar ese acuerdo (…), sin priorizar tanto los egos políticos, la ideología y la falta de lectura del acuerdo”.

“Es una realidad, la tomamos o la dejamos. Avanzamos o nos detenemos nuevamente en discusiones personalistas que van muy lejos de las necesidades de nuestro sector privado, del crecimiento social y económico que precisan nuestros cuatro países”, remarcó Bircher.

Por último, sostuvo que la relevancia de los países asiáticos en el nuevo mundo, constituye “el camino para el Mercosur como principal proveedor de alimentos”. “Tenemos el desafío de abastecer y alimentar miles de millones de habitantes. (…) El camino es ese. Acción y convicción. Estamos dentro de la región que abastece y va a abastecer al mundo”, indicó.