-¿Cuántas reestructuraciones lleva realizadas el banco? -Llevamos entre 22 mil y 23 mil operaciones prorrogadas en un total de más de 400 mil clientes activos. La norma transitoria que impulsó el Central permite a los bancos tener tiempo para, en estos 180 días, ir buscando una solución cliente a cliente mucho más allá de esperas generalizadas, porque lo que este precisa es una solución que le brinde tranquilidad. -¿Qué impacto tuvo la decisión del Central de reducir los encajes que los bancos mantienen con la unidad monetaria?-En mi opinión, fue una medida muy inteligente. Primero, porque la flexibilización es siempre y cuando el banco cumpla con lo que el Banco Central tenía como objetivo precisamente con la flexibilización. ¿La flexibilización cuál es? Un 22% de tu depósito lo tenés que dejar en caja de ahorro. Entonces lo que el Central dijo fue: “ahora esa cifra es del 15%, pero con el 7% restante yo te doy la oportunidad de que si vos incrementás los créditos del 28 de febrero en adelante, yo te tomo ese incremento en moneda nacional como un porcentaje de encajes”. En el caso de nuestro banco, incrementamos los créditos en 2.300 millones de pesos desde el 28 de febrero, y eso nos permitió no cubrir con depósitos ese 7% porque entró en la flexibilización. Pero si vamos al extremo de decir “no di un crédito más desde el 28 de febrero”, lo de los 22 puntos de encajes lo tenés que hacer como antes, no hay flexibilización. -¿Hay un deterioro de la operativa?-Claramente hay un deterioro. Es notorio que este aislamiento social voluntario va a tener efectos claros y palpables en la actividad económica de muchas de las empresas del Uruguay. Lo que sí, como está esa norma de flexibilización, en los números la morosidad de los bancos no crece. Lo que tenemos que ir haciendo es tomando las medidas para poder darle a los clientes una alternativa el día después. El principal objetivo de trabajo de estos 180 días es preparar ese momento. En nuestro caso, estamos desvelados pensando en cómo acompañar a los clientes otorgando créditos porque tenemos liquidez y solvencia, porque somos el principal banco privado del país y poseemos herramientas que amparan poder prestar. Me parece que antes que mirar la morosidad, hay que ver las reprogramaciones, restructuraciones y los planes a medida que los clientes necesitan para poder pagar.-Santander tiene una fuerte presencia en el sector agrícola y agroexportador. Precisamente, ¿los agronegocios pueden, en materia de actividad, compensar las caídas de otros rubros?-Hoy, con la situación del mercado internacional, donde las exportaciones de carne cayeron por lo que pasa en China y en Europa, creo que no. Sí soy un convencido de que el agro, y toda la cadena agroexportadora, van a ayudar a salir de esta crisis. Mirás el precio de la reposición de los últimos dos meses y claramente el sector está con ánimo de invertir, de confiar, y eso es fundamental. El sector está positivo, lo demuestran las cifras, pero este 2020 no va a permitir compensar la caída de otros rubros.-El gobierno apuntó a medidas para apuntalar a las pequeñas y medianas empresas. ¿Qué pasa con las grandes empresas? ¿Han tenido apoyo?-Ya de hecho, por ser grandes, tienen otra capacidad, otro acceso al crédito, una solvencia propia y mayores fortalezas. En nuestro caso, hemos crecido mucho en grandes empresas, un sector donde muchas no demandaban crédito y ahora, por las dudas quieren tener liquidez, algún tipo de crédito, lo que a la vez es una señal de buen manejo que tienen. Ahí estamos viendo una oportunidad de negocio. Son un foco importante de crecimiento, y además tienen una seguridad de recobro más importante que quizás las empresas chicas, que por eso se las apoya con garantías estatales.“Estamos muy fortalecidos para afrontar esta crisis. Nos encontró en el mejor escenario para enfrentar algo que no esperábamos”.
-¿Qué aprendizaje cree que deja esta crisis al sector financiero en general dada su característica diferente a crisis anteriores?-Aún no es posible establecer un aprendizaje definitivo, pero lo que sí nos va a dejar es un modelo de trabajo diferente. Nosotros tuvimos casi un 70% del personal de los servicios centrales del banco trabajando en la casa. Y vimos que era posible trabajar a distancia, hacer coworking, y no tener que hacer reuniones presenciales, videoconferencias, y demás. El hecho de romper paradigmas, de haber automatizado muchos procesos, servicios, darnos cuenta que no siempre es necesario estar presente para hacer negocios, para tener contactos, es una de las mejores enseñanzas. La digitalización de muchas tareas es un modelo que vino para quedarse. -Uruguay ha sido destacado en el mundo, entre otras cosas, por las decisiones tomadas durante la pandemia. ¿Eso se ve reflejado con la llegada de capitales de la región?-Todavía no lo notamos, pero creemos que puede darse algo así. Como decía al principio, Uruguay está en la voz de los más grandes ejecutivos y personalidades del mundo como un ejemplo. Eso, apoyado por la caída de las tasas internacionales, seguramente hará que seamos objeto de interés por parte de inversores internacionales.Además de las medidas del gobierno que van en el sentido de cuidar el capital, se le suma el hecho de que Uruguay tiene un presidente joven pro inversiones, y también de que este es un país amigable con el medio ambiente, más todo el tema de la energía eólica. Por tanto, en mi opinión, apenas esta situación se normalice, nuestro país va a ser objeto de una corriente de inversión extranjera.“Estamos muy fortalecidos para afrontar esta crisis. Nos encontró en el mejor escenario para enfrentar algo que no esperábamos”.