Con Darío Pérez en el FA “era inviable una reforma de la seguridad social”

EN PANINI’S

José Carlos Mahía, senador del Frente Amplio


Diversos analistas se han expresado en el sentido de que la reforma de la seguridad social se tendría que haber laudado en el período pasado. Sin embargo, el legislador explicó que no hubo condiciones políticas para ello, dado que en la Cámara Baja el Frente Amplio (FA) tenía los votos justos y el exdiputado Darío Pérez ya había “frenado” los cambios de la Caja Militar. En otro orden, el entrevistado se refirió a la actual administración y dijo que el gobierno fue “amarrete” en cuanto a la contención del daño ocasionado por la crisis.


El menú El parlamentario degustó una entrada de jamón crudo, queso parmesano madurado, higos secos turcos, berenjenas asadas y aceitunas marinadas, y como segundo plato optó por spaghetti alla puttanesca. A la hora del postre, eligió tiramisú.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Cómo evalúa la gestión de la coalición multicolor a dos años y medio de comenzada?

-Por un lado, le tocó una circunstancia ajena al gobierno que fue la pandemia, que fue lo más complejo e inesperado, y muy condicionante de muchas políticas públicas. Con la vacunación tuvo un éxito muy bueno, el FA había pedido adelantarla, pero que efectivamente se hayan logrado estos niveles de vacunación de la población habla bien de la sociedad y de una muy buena decisión del gobierno en la materia. Tuvo dificultad algunos meses con lo que el propio ministro Salinas definía como muertes evitables, donde al negarse a tomar medidas de mayor restricción de la circulación, se equivocaron.

Después, en la parte económica y social tenemos mayores discrepancias porque se apuesta a un Estado más ausente y no a una proactividad para que haya más empleo y mejores oportunidades. Y en cuanto a la contención del daño en materia de vulnerabilidad social e impacto de la crisis, fueron bastante amarretes. Esto va a tener un impacto mayor en las futuras generaciones, como consecuencia de esa concepción que privilegia a los “malla oro”.

En tercer lugar, se comprobó la enorme distancia entre los compromisos electorales y lo que efectivamente se hizo. Hicieron promesas que ni sin pandemia podían llevar adelante.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, dicen que no hubo aumento de impuestos y no es verdad, porque todas las transacciones por débito, desde supermercados a restoranes, tienen más puntos de IVA, por lo tanto, la gente paga más IVA que antes. Segundo, hicieron una promesa de no ajustar las tarifas y tampoco la cumplieron. Ahora están confrontando los compromisos. Hay otros en materia de educación, los famosos 136 liceos de tiempo completo.

-Eso fue una propuesta de campaña de Talvi, que ya no está.

-Es verdad, estuvo en la campaña, pero no en el compromiso final del balotaje, pero vamos a ponerlo en otros términos: ellos destacaron a la educación como el principal problema del país, particularmente, la educación media. En primer lugar, hubo un recorte en la inversión, lo que se traduce en menos cantidad de profesores y más alumnos por aula, y menos inversión en infraestructura, pues inauguran todo lo que vino de antes. En segundo término, los Centros María Espínola están casi todos hechos sobre infraestructura física que ya existía, la mayoría ya eran liceos de tiempo completo. Tercero, van a hacer como máximo, según sus propios planes, 60 hacia 2025, y eso corresponde al 4,5% del total de estudiantes de todo el país. Si el centro de su preocupación es el resultado en la educación y su máximo esfuerzo cubre menos del 5%, realmente es escaso.

-Como docente, ¿qué visión tiene sobre la reforma educativa?

-La llamada transformación educativa recién está en títulos y nadie conoce el contenido. Van a empezar a ponerla en marcha con muchísimas dudas desde el punto de vista de la gestión, el último año de la administración. El problema es que en la educación pasa lo mismo que en otras áreas, es decir, anuncian mucho, pero concretan muy poco.

-¿Por qué casos lo dice?

-Lo digo porque no veo grandes innovaciones, no veo cambios. ¿Cuál es el buque insignia de esta administración? ¿Cuál es el legado que les dejarán a las próximas administraciones en cuanto a obra concreta? Anunciaron 50.000 viviendas y van a tener unas poquitas, anunciaron un cambio educativo de raíz y están recién empezando con planes para el último año de gobierno.

Tabaré Vázquez en su primera administración hizo la reforma tributaria, la reforma de la salud, la reforma en educación, el Plan Ceibal. En la segunda administración del Frente hubo cambios en los derechos civiles: matrimonio igualitario, aborto, marihuana. En el tercer gobierno del FA, que fue más complicado para nosotros, se creó el Sistema Nacional de Cuidados.

-¿En qué sentido fue más complicado?

-Tuvimos desgaste, veníamos de dos períodos y no tuvimos innovaciones fuertes en comparación con los anteriores. A su vez, tuvimos un contexto económico regional complejo, problemas vinculados a la seguridad, que son casi iguales a los que se ven hoy, y obviamente nos alejamos un poco de nuestra masa militante y de la sociedad en su conjunto.

-¿Coincide con los planteos de los gremios docentes en esta serie de ocupaciones y manifestaciones que están haciendo en contra de los cambios que propone el presidente del Codicen, Robert Silva?

-Coincido en el derecho a movilizarse, en que tienen que ser involucrados y en que los cambios que se anuncian los afectan desde el punto de vista de su fuente laboral, entonces, creo que hay motivos para protestar.

-¿Qué lectura hace de los actos de las últimas semanas como las pintadas a la casa de Silva, la camioneta a la que le rompieron el vidrio, los insultos a Lacalle Pou?

-Los rechazo absolutamente, porque las diferencias por las ideas o las propuestas tienen que darse en el marco del debate democrático y no por la violencia. Si bien son hechos aislados, son preocupantes y tienen que actuar los poderes del Estado para sancionar a los responsables.

Tampoco es tan nuevo; hemos tenido otros episodios en el FA. Por ejemplo, una cantidad de comités de base que se han prendido fuego, la vandalización del Memorial de los Detenidos Desaparecidos en el Cerro y de la placa en memoria del Gral. Seregni en la meseta de Paysandú. Debería haber un pacto democrático entre todos los partidos para condenar esos actos de violencia y luchar contra ellos. Y en algunos casos, predicar con el ejemplo en las redes sociales, no promoviendo antivalores, no descalificando adversarios, no ampliando ni reproduciendo noticias falsas. No es el mismo tenor, pero eso también sucede.

-¿Por quién lo dice?

-La gente sabe a quiénes me refiero y son lamentables, porque utilizar el odio como herramienta política habla mal de quien lo hace, del partido que lo habilita y del gobierno.

-Por otro lado, sobre la reforma de la seguridad social que hoy está sobre la mesa, algunos analistas se han expresado en el sentido de que ya se tendría que haber laudado en el período pasado. ¿Por qué cree que no se dio la oportunidad?

-Porque no hubo condiciones políticas para ello. Nosotros teníamos 50 votos en Diputados y estaban atados con alambre. Recordemos que Darío Perez, hoy un lugarteniente de Antía, nos generó dificultades en algunas leyes claves como la reforma de la Caja Militar. Pero la reforma de la seguridad social es imprescindible, Uruguay la necesita y aspiramos a que el gobierno cierre una propuesta y trabajar en ella una vez que ingrese al Parlamento.

-¿Quiere decir que si no hubieran tenido esos problemas con Darío Perez, podrían haber aprobado la reforma de la seguridad social?

-Seguramente habría sido posible. El proyecto de la Caja Militar no salió porque no estuvo su voto, él lo frenó. Con ese antecedente, era inviable una reforma de la seguridad social.

-¿Ve posible su aprobación en este quinquenio?

-El gobierno está apretado por su propia agenda porque estas cosas no las tenían preparadas. Es difícil lograr que las reformas estructurales se pongan en marcha cerca de las elecciones. El ritmo de la coalición los llevó a eso.

-¿El tener que coordinar entre cinco partidos?

-Entre tres, con el mayor respeto a todos, pero son tres los que tienen los votos suficientes para ganar en las dos cámaras. Aparte, muchas veces parece que Cabildo Abierto no está de acuerdo, pero después cierra con el Poder Ejecutivo.

-¿Cuáles serían las condiciones del FA para dar sus votos en este proyecto?

-Primero queremos conocer la propuesta, saber si va a llegar cerrada, con qué niveles de acuerdo. Entre el anteproyecto y el proyecto puede haber un océano de distancia y las declaraciones que hemos visto de representantes de Cabildo Abierto, del Partido Colorado, marcan cierta distancia con algunas cosas, entonces, adelantar opinión es complejo porque no sabés sobre qué estás trabajando.

Además, esta es una iniciativa privativa del Poder Ejecutivo, y ahí tenemos otra de las promesas del presidente que él mismo admitió que no la pudo cumplir: en campaña electoral anunció que iba a ser para los futuros trabajadores y el anteproyecto dice que es para los nacidos a partir de 1967. Habrá que ver el contenido. El gobierno tiene mayoría en las dos cámaras, por ende, uno aspira a aportar con espíritu patriótico, pero no vale trasladar responsabilidades propias a otros partidos.

-¿El FA no aceptaría una propuesta que incluya aumentar la edad de jubilación?

-Debemos analizar la propuesta desde lo integral, que debe tener sostenibilidad desde el punto de vista económico, financiero y también social. Pero insisto, sin tener otros elementos que son de peso, no vamos a emitir opinión.

-¿Hay posibilidades de que esto se transforme en una política de Estado, como pretenden algunos actores?

-A los acuerdos no nos cerramos, pero es extraño escuchar a un ministro (Javier García) decir que el FA no tiene lealtad institucional y que después vengan a pedir apoyo para una política de Estado, es contradictorio.


“Un TLC con China sería estratégico, pero tenemos que hablar de los contenidos”

-Como miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, ¿qué opinión le merece la posibilidad de concretar un TLC con China?

-El gobierno le erró a la forma en esto, el presidente hizo anuncios más mirando para adentro del Uruguay y a la interna política que para lograr un objetivo. No tuvo un diálogo efectivo con los socios del Mercosur, primero hacia Argentina, y después, cuando se quiso apoyar en Bolsonaro, este miró para otro lado, y Paraguay tiene una sociedad estratégica con Taiwán. Por lo tanto, el camino no fue el correcto.

Nosotros compartimos una política de apertura al mundo como forma de desarrollo del país y tener un TLC con China sería estratégico, pero tenemos que hablar de los contenidos y el gobierno ha tenido un secretismo por encima de lo necesario. No creo que un TLC con China pueda comenzar a andar en este período.


“Las ideas de todo el arco seregnista van a tener una proyección muy importante”

-¿A qué atribuye que el seregnismo haya perdido el peso que supo tener en la interna del FA? ¿Le preocupa?

-Sí, es un hecho objetivo y que nos ocupa. Tiene que ver con cambios en la sociedad, con los niveles de disputa que tiene el centro y centro-izquierda en Uruguay, con los procesos de renovación generacional. Hemos trabajado para la construcción de un espacio de izquierda seregnista como Convocatoria Seregnista, que, en su primer desafío, que fue en las internas del 5 de diciembre, obtuvo el tercer lugar. Las ideas de todo el arco seregnista van a tener una proyección muy importante.

-¿Le convencen las figuras que se mencionan como posibles candidatos?

-Sí. El FA comenzó el proceso de renovación de sus liderazgos en la elección pasada y ahora tienen mejor proyección. Me refiero a Yamandú Orsi, Carolina Cosse, Mario Bergara, Óscar Andrade.