La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) expresó su preocupación por el impacto de las nuevas medidas para los departamentos fronterizos con Brasil y planteó ante el Ministerio de Economía una serie de propuestas para evitar perjuicios a la producción nacional. Reclamó igualdad de condiciones frente a los productos importados, más controles al contrabando y monitoreo estricto del régimen anunciado.
Ayer jueves, en respuesta al paquete de medidas anunciado por el gobierno para mitigar los efectos económicos en los departamentos fronterizos con Brasil, la CIU hizo pública su posición a través de un comunicado, en el que expresó su preocupación por el impacto que la iniciativa puede tener sobre la competitividad de las empresas industriales nacionales.
“Compartimos la preocupación del gobierno nacional referida a la situación de las empresas en las zonas fronterizas con Brasil”, señala la gremial, que reconoce la compleja realidad que atraviesan tanto los comercios como las industrias que operan en esa región del país. Sin embargo, la cámara advirtió que, de no instrumentarse con criterios equilibrados, las medidas podrían consolidar una desventaja para la industria nacional frente a los productos importados que ingresen bajo el nuevo régimen.
Por ello, la institución se reunió con autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ante quienes propuso que se garantice un trato igualitario para los fabricantes locales. En particular, solicitó que los productos nacionales compitan en las mismas condiciones en lo que respecta al IVA, la tasa bromatológica y otros factores que inciden en el precio final. El objetivo, según expresó la CIU, es mantener un equilibrio en las condiciones comerciales y preservar la sustentabilidad de las empresas del sector.
La gremial también planteó preocupaciones adicionales; alertó sobre la posibilidad de un “corrimiento de fronteras” si el régimen especial se extiende más allá de las zonas previstas, lo que podría dar lugar a distorsiones comerciales y usos indebidos de los beneficios. En ese marco, solicitó “extremar los controles imprescindibles” y definir con claridad quiénes serán los beneficiarios del régimen para “preservar sus bondades y evitar desvíos”.
En su agenda de propuestas, la CIU incluyó además el fortalecimiento del control al contrabando organizado —fenómeno que afecta directamente a la industria local— y mejoras en el régimen de registro de productos de la canasta básica. La cámara pidió ajustes en costos, plazos y vigencia de esos registros, con el argumento de que las condiciones actuales perjudican a los fabricantes uruguayos frente a los importadores.
Por último, la CIU hizo énfasis en que las medidas deben ser transitorias y estar sujetas a una supervisión continua. “Este tipo de medidas deben ser monitoreadas con rigurosidad y frecuencia”, afirmó, al tiempo que reclamó “soluciones estructurales” a los problemas de fondo. En su visión, estas acciones deben contribuir a mejorar la competitividad general del sector industrial y fomentar la producción y el comercio nacional.